A través de una carta dirigida a la Comisión Nacional de Valores, la empresa Cresud SACIF anunció que en el día de ayer concretó la venta del 100% de las acciones de la Sociedad Anónima Carnes Pampeanas S.A., que era propietaria del frigorífico Carnes Pampeanas, instalado en la provincia de La Pampa.
En la carta, firmada por María Laura Barbosa, apoderada de la empresa, además se anunció que el monto de la operación de venta fue acordado en 10 millones de dólares, los cuales ya han sido abonados en su totalidad. Si bien hasta el momento no hay un anuncio oficial al respecto, en el mundo de la cadena de ganados y carnes trascendió que el comprador sería el Frigorífico Alberdi.
Por otro lado, la empresa informó que el resultado contable de la operación será una ganancia de aproximadamente ARS 620 millones, que será reconocida en los Estados Financieros de la Sociedad del tercer trimestre del ejercicio fiscal del presente año.
Carnes Pampeanas S.A., fue adquirida por Cresud en 2007 en sociedad con Tyson Foods y Cactus Freeders. Desde el 2011 aumentó su participación en el negocio, alcanzado la totalidad de las acciones de la compañía.
En el mercado interno, Carnes Pampeanas trabajó estrechamente con importantes cadenas de supermercados y minoristas articulando su logística para proyección nacional. Y en lo relacionado al comercio internacional, a través de su departamento de comercio exterior coordinó y comercializó sus productos a la Unión Europea, Israel, Brasil, Chile, EEUU, Canadá y Rusia.
Si bien Cresud no brindó precisiones sobre los motivos que llevaron a la empresa a vender el frigorífico, fuentes del mercado ganadero aseguraron que actualmente Carnes Pampeanas no estaba posicionado como uno de los referentes a nivel nacional. Una situación que provoca el incumplimiento de los objetivos centrales del Grupo Irsa, que se ha caracterizado en desarrollar negocios para transformarse en líder de los mismos o ubicarse entre las primeras empresas.
La situación actual de la industria frigorífica
A todo esto hay que sumar que la industria frigorífica nacional no atraviesa por un buen momento y en los últimos tiempos se encendieron todo tipo de alarmas en el sector, por el cierre de exportaciones al mercado europeo como consecuencia de la pandemia, y China también se muestra hermética tras paralizar envíos cárnicos por la detección de presencia de Covid19 en los empaques. Al mismo tiempo, cae la faena local y también la demanda interna por la crisis.
Referentes del negocio frigorífico señalaron en las últimas semanas que el primer mes de 2021 marcó una caída profunda en la faena local, afectada por la menor demanda interna y también en la exportación. Allí las dos puntas, sufrieron una merma importante. Y cuando eso ocurre, salen a relucir los problemas de costos de la industria frigorífica, que es una industria que gana con el volumen y cuando cae la producción el impacto es doble.
“La cadena cárnica en la Argentina viene creciendo a puro pulmón, tras la liquidación del stock vacuno, registrado entre el 2018-2019. Sin créditos baratos ni estímulo interno, el sector debe reinvertir a través de fondos propios. Lo que hace que todo crecimiento de producción sea muy lento”, señaló a este medio un empresario de la industria frigorífica.
Y agregó: “Hay demanda internacional y tenemos una producción nacional hoy que hace posible que podamos sostener el volumen de exportaciones del 2020 y también la demanda del mercado interno. Esto gracias a la recuperación registrada en el precio de la hacienda al cierre del año pasado, esto generó un estímulo para que el productor ganadero siga apostando. Sin esa recuperación en el precio de la hacienda, no tendríamos la producción necesaria para cubrir los pedidos del 2022 y 2023”.
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