Las sucesiones por la conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA) históricamente han sido motivo de fuertes reproches y disputas internas. Hubo momentos de divisiones y otros en los que primó el consenso y se optó por presentar una lista única.
La elección de Miguel Acevedo como presidente de la entidad, en abril de 2017 por primera vez, fue parte de un gran acuerdo entre los dos grupos que hasta ese momento gobernaban alternadamente –”Celeste y Blanca” e “Industriales”– y pudo sostenerse hasta hoy. Esos bandos prácticamente dejaron de existir y el nuevo presidente de la UIA será elegido nuevamente por consenso.
Habitualmente, en años sin pandemia, los industriales comenzaban a hablar sobre la sucesión durante el verano previo a la elección. Sucedía en Punta del Este, donde veraneaba la gran mayoría de los principales referentes industriales. Por obvias razones, esa dinámica no pudo repetirse este 2021 y los diálogos apenas arrancaron tímidamente. “Se está preparando una reunión para comenzar a debatir el tema para fines de esta semana o la próxima”, dijo a Infobae una fuente de la entidad.
En años sin pandemia, los industriales comenzaban a hablar sobre la sucesión durante el verano previo a la elección. Sucedía en Punta del Este, donde veraneaba la gran mayoría de los principales referentes industriales
Pero los nombres de los posibles sucesores de Acevedo comenzaron a sonar hace ya algunas semanas. Aunque no es dueño de ninguna empresa, el que hoy aparece con más chances es el presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, actualmente vicepresidente de Asuntos Laborales e Internacionales de la UIA. Su condición de buen lobbista, su experiencia en puestos internacionales (presidió el B-20) y su trayectoria lo vuelven, para los principales decisores dentro de la institución, el mejor candidato. Aunque también tiene resistencia dentro de los sectores industriales por su visión más liberal de la economía y por ser abogado de las grandes corporaciones.
El otro candidato que apareció como posibilidad es el dueño de Sinteplast y actual vicepresidente Pymi de la entidad, Miguel Ángel Rodríguez. No tiene un perfil alto, a diferencia de Funes de Rioja, pero acompañaba a Acevedo en muchas de las reuniones con el Gobierno y sería, para el empresario aceitero, un buen sucesor. Le juega a su favor que es empresario y tiene llegada a las pequeñas y medianas empresas. Por ahora, ambos están a la expectativa y ninguno quiere probarse el traje hasta que no comience el intercambio en serio de candidatos.
Para el aún presidente de la entidad, otra buena opción para sucederlo sería la empresaria Carolina Castro, que reúne varias cualidades: es industrial, joven y mujer, un dato no menor en momentos en donde prevalece la cuestión de género en la agenda pública y privada. De hecho, fue la primera dirigente mujer en ocupar una silla en el comité ejecutivo de la UIA y tuvo un notorio crecimiento en su exposición pública, en parte, a partir de que el Gobierno empezó a querer mostrar mujeres en las reuniones empresarias que organizaba. En la institución, sin embargo, creen que “aún no es su momento”. Si bien los jóvenes crecieron dentro de la entidad, y dentro de ese grupo muchas mujeres, la cúpula aún sigue siendo manejada por hombres y raramente cambian los nombres.
Tanto es así que su nombramiento como miembro del Consejo Económico y Social (CES) anunciado la semana pasada generó fuertes rispideces al interior de la UIA. Lo mismo que el de Paula Bibini, presidenta de la Unión Industrial de Salta y miembro de la Junta Directiva de la central fabril nacional. Una hora de discusión se llevó este martes el tema en el encuentro de comité ejecutivo, ya que varios dirigentes levantaron la voz con el planteo de que los cargos por UIA deberían haber sido debatidos y propuestos por todos. La autopartista se defendió diciendo que su convocatoria fue a título personal y Acevedo respondió que los nombres los eligió el Gobierno. Pero los argumentos no convencieron a los presentes en el zoom.
“Funes de Rioja tiene mucha trayectoria, tiene buena cintura para manejarse con el Gobierno y representa a uno de los sectores más grandes dentro de la UIA, que es el de alimentos y bebidas. Nunca fue presidente, creo que es su momento”, dijeron en una de las grandes compañías miembros de la institución. “No veo otro candidato posible hoy”, dijeron en otra. De todos modos, el escenario está abierto.
El presidente de Copal viene teniendo una amplia exposición debido al conflicto que el sector alimenticio enfrenta con el Gobierno por el congelamiento de los precios. Además, la semana pasada se sumaron las imputaciones a once empresas de consumo masivo por “menor producción y desabastecimiento”, que podría derivar el multas en los próximos días. Esta situación ubica al abogado laboralista enfrentado con las autoridades. Sin embargo, sus pares reconocen que ha mantenido durante todo el año de crisis por la pandemia un estrecho vínculo con los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, y un “rol muy activo en el comité de crisis de la UIA”.
Este 2021 será un año complejo en materia económica y además es electoral. “Se necesita una persona que tenga buena cintura en el vínculo con el Gobierno”, aseguran en la institución, que cambiará de presidente entre fines de abril y comienzos de mayo.
Seguí leyendo: