En 2020, la venta de inmuebles tuvo una caída anual de 44% y registró los peores números de su historia. Aunque el panorama sigue siendo complejo, este año la actividad inmobiliaria en la Ciudad de Buenos Aires arrancó con una suba: en enero de 2021 se realizaron 1.619 escrituras, un 16,5% más en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos del Colegio de Escribanos porteño.
Sin embargo, el valor promedio de las operaciones fue de USD 101.928, un 8,9% menos que en enero de 2020. En enero de 2021, con más de 1.600 operaciones de compraventa registradas, la actividad consiguió estar por encima de enero del año pasado. Pero la comparación es con uno de los meses históricamente más bajos para la actividad, que a comienzos del año pasado se vio afectada por el cambio de Gobierno y las restricciones al dólar y la ausencia de crédito hipotecario.
Aunque las ventas mejoraron con respecto al arranque de 2020, la cifra está muy por debajo de los registros de enero de años anteriores: por ejemplo, en enero de 2017 la cantidad de escrituras había estado por encima de las 4.500 operaciones.
Aunque las ventas mejoraron con respecto al arranque de 2020, la cifra está muy por debajo de los registros de enero de años anteriores: en 2017 la cantidad de escrituras había estado por encima de las 4.500 operaciones
“Es el segundo mes en un lapso de tres meses donde hay una recuperación interanual. Es un dato que nos confirmaría cierto piso del mercado, pero si uno ve la serie histórica este nivel de actividad es menos de la mitad de un año normal. Falta mucho para recuperar, apuntamos a trabajar en conjunto para ir generando las medidas que beneficien al sector y a la sociedad para alcanzar la vivienda”, señaló Carlos Allende, presidente del Colegio de Escribanos de la ciudad.
¿Qué pasó con el mercado de compraventa de propiedades en 2020? En todo el año se realizaron 18.764 operaciones, una caída de 44% con respecto al año anterior. Con estas cifras, el año terminó como el peor año para la actividad desde que el Colegio de Escribanos porteño comenzó a publicar los registros, en 1998.
“Es evidente que 2020 ha sido el peor año de la historia en cuanto al registro de escrituras. Solo 18.000 operaciones durante el año. En los mejores años hemos tenido hasta 76.000 y un promedio de entre 50.000 y 60.000 escrituras. El año pasado estuvimos a un cuarto de lo que habíamos escriturado en la serie histórica”, detalló Ricardo Blanco Lara, prosecretario del Colegio de Escribanos.
Desde hace más un año, además, en la actividad inmobiliaria se viene registrando una baja en el precio de las propiedades, medido en dólares. De acuerdo al relevamiento de la consultora Reporte Inmobiliario, los valores en dólares a los que se publican las ofertas de venta de departamentos tuvieron una baja de 17,3% en el último año, en la comparación interanual entre febrero de 2020 y de 2021. Es para el caso de departamentos usados de dos y tres ambientes.
En febrero, el valor metro cuadrado promedio de departamentos usados (calidad estándar sin amenities) se ubicó en los USD 1.810. “Esta baja interanual del 17,3% es la más alta desde que se lleva la serie adelante, que comenzó en 2005. Cabe destacar que la caída alcanza el 24,6% si se compara al valor actual con los USD 2.400 por metro cuadrado correspondientes al mismo mes del año 2019, siendo además el octavo trimestre de caídas consecutivas”, detallaron desde Reporte Inmobiliario. Los valores están al mismo nivel que los que se registraron durante el cepo al dólar del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
“Los valores se vienen ajustando lentamente desde hace ya más de dos años, de todas formas este ajuste paulatino no generó aun que se dinamicen las ventas. La gran incógnita es si los precios se seguirán ajustando aún más”, señalaron desde la consultora.
Este miércoles se debate en el Senado un proyecto de ley —que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados— que prevé incentivos tributarios al sector de la construcción. Entre otros puntos, la iniciativa exime del impuesto de Bienes Personales a las inversiones destinadas a la construcción de inmuebles nuevos durante dos años y otorga un crédito fiscal.
Además, se contempla un “blanqueo fiscal” para las personas que declaren voluntariamente activos en pesos o dólares y los destinen a obras nuevas: pagarán un único impuesto con alícuota y otros beneficios. En el sector, esperan que la medida pueda incentivar la actividad inmobiliaria.
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