Tras el desplome de la actividad económica en 2020 producto de las restricciones que estableció el Gobierno para morigerar los efectos de la pandemia de coronavirus, la actividad industrial comienza a recuperarse lentamente. En enero la producción industrial registró un crecimiento de 4,8% al comparar con igual mes del año pasado, lo que significó el mejor resultado de los últimos 35 meses, según la consultora Orlando J. Ferreres.
En ese sentido, agregó que la medición desestacionalizada registró una expansión de 9,5% respecto de diciembre.
En tanto, de acuerdo al Índice de Producción Industrial (IPI) elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), marcó en diciembre una mejora de 1,5% interanual que se acentuó en enero con otra del 2,5% interanual y del 3,4% respecto del mes anterior. La medición correspondiente a 2020, por los efectos de la pandemia, fue negativa en 5,5%.
De acuerdo a Ferreres, gran parte del impulso en enero vino de la industria del crushing, la cual anotó una suba de 37,9% ya que en enero se procesó la mayor parte de los granos que quedaron sin procesar por los conflictos gremiales de diciembre.
También destacó el avance de los minerales no metálicos, principales insumos de la actividad de la construcción, que crecieron 25%, y la producción automotriz, con una suba de 17,5%.
“Aunque sin dudas el registro de la industria resulta una buena noticia, es necesario aclarar que los datos de enero y febrero deben considerarse con precaución, porque las distintas ramas de la industria suelen dedicar estos meses a realizar paradas de planta por vacaciones o para reparación, ampliación o modificación de sus líneas de producción, llevando muchas veces a guarismos que no reflejan la verdadera tendencia del sector, a lo que se suma en este mes la mencionada situación del sector aceitero”, advirtió la consultora económica.
El rubro Alimentos, Bebidas y Tabaco estuvo nuevamente influenciado por lo ocurrido en el sector aceitero, destacó Ferreres. “Con 20 días sin operación, gran parte de los granos de diciembre se procesaron durante enero, llevando a una producción 37,9% superior a la del mismo mes del año pasado. Por su parte, la faena bovina mostró una contracción de 13%. En el conjunto del sector, la variación anual fue positiva en 10,5%”, detalló.
Respecto a Maquinaria y Equipo, indicó que el sector arrancó el año con el pie derecho, al anotar un avance de 11,6%, con cifras positivas en las principales líneas. En ese sentido, destacó que en particular, el sector automotriz registró un aumento de 17,5% anual en su producción, con una suba de 27,6% en los automóviles y un avance de 10,8% en la producción de vehículos comerciales livianos.
En otro orden, afirmó que con una demanda creciente proveniente de la actividad de la construcción, el sector de minerales no metálicos suma su quinto mes consecutivo de aumentos interanuales de dos dígitos. “Así, durante el primer mes del año el rubro anotó una expansión de 25%. Por su parte, el principal insumo, el cemento portland, mostró una suba de 19,2% anual de acuerdo a la asociación de fabricantes que los nuclea”, observó.
La industria registró en 2020 una caída del 5,5%, tras marcar en diciembre una mejora de 1,5% interanual, según el Índice de Producción Industrial (IPI) elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
“No obstante la recuperación de la última parte del año, ninguna rama de actividad logró acumular crecimiento en 2020”, sostuvo el informe.
Luce desafiante alcanzar una marcada mejora del salario real -con aumentos nominales muy por encima de la pauta inflacionaria en un escenario de estancamiento del empleo- que resulte permanente y haga despegar el consumo de no durables (FIEL)
En este sentido, la producción de alimentos y bebidas registró en 2020 una ligera caída de 0,4% interanual; la producción de insumos químicos y plásticos retrocedió 0,5%; los insumos textiles decrecieron 1%; y la producción de papel y celulosa bajó 4,3 por ciento.
“Las restantes ramas de actividad acumularon importantes caídas comenzando por la producción metalmecánica que retrocedió 9,2% en comparación con 2019, seguida de los despachos de cigarrillos (-10,8%), la producción de minerales no metálicos (-11,6%), la refinación de petróleo (-12,1), la producción automotriz (-19,2%) y la producción siderúrgica (22,2%)”, amplió la Fundación de estudios económicos.
Por último, el trabajo de FIEL postuló que la recuperación en ciernes requiere la incorporación de más sectores para consolidarse. “Luce desafiante alcanzar una marcada mejora del salario real -con aumentos nominales muy por encima de la pauta inflacionaria en un escenario de estancamiento del empleo- que resulte permanente y haga despegar el consumo de no durables, al tiempo que la brecha de cambio y el cepo continuarán estimulando la demanda de durables”, concluyó la Fundación.
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