Los dólares alternativos marcaron el viernes su piso de resistencia en $ 140 y el dólar mayorista mostró que Martín Guzmán, el ministro de Economía, está dispuesto a anclar el dólar que rige el comercio exterior. El “blue” mostró su debilidad ante la sobreoferta de divisas y cedió $ 1, a $ 147.
El cierre del viernes marcó que la divisa mayorista, que ese día subió 10 centavos, en los primeros 20 días del mes aumentó $ 1,77. En enero, a esta altura del mes, la devaluación había sido de $ 2,11, es decir fue 34 centavos menos, lo que equivale a una desaceleración de 16%. A este ritmo, el dólar puede aumentar a fin de febrero a $ 89,66, con un ritmo diario de devaluación de 9 centavos contra 11 centavos de enero. En ese mes, que fue más largo, se devaluó $ 3,30 y terminó a $ 87,33. Hoy está a $ 89,16.
Esto explica el derrumbe de los fines de mes en el mercado de futuros donde los exportadores que comenzaron a vender en octubre y noviembre a los fines de marzo y abril, ganaron fortunas porque el precio al que vendieron equivalía a una tasa de 85% anual, contra una actual de 45% anual. Apostaron a un dólar que bajó y ganaron y además la soja en ese lapso aumentó más de 30 dólares por tonelada y cerró el viernes a USD 506,43 (+0,23%) en Chicago.
Pero hay una burbuja que amenaza a todo el sistema, porque anclar al dólar tiene sus costos. Mientras el mercado invierta en pesos habrá tranquilidad cambiaria. El problema es cuando ahorristas e inversores den por finalizada esa operación de riesgo llamada carry trade y salgan de los pesos para tomar las ganancias y pasarse a dólares. En ese exacto momento se pinchará la burbuja y se dispararán las cotizaciones de la divisa. El Gobierno sabe que sucederá, pero espera que sea después de las elecciones de medio término.
Urnas y después
Hasta ese momento, dólar e inflación deberían estar bajo control. Lo que venga después de octubre, es el largo plazo y no está entre los objetivos del gobierno ponerle atención. Primero hay que ganar la batalla de octubre, porque si no la guerra para ser reelectos estará perdida. Así se explica que, desde el canje de la deuda, los bonos en dólares perdieron casi 18% en pesos y los títulos indexados, ganaron 22%. El “boom” de los plazos fijos que ajustan por CER se vio el viernes 12 -el Banco Central entrega las cifras con algún retraso- cuando los depósitos crecieron $ 1.612 millones (+2,08%). Ese día los plazos fijos, aumentaron $ 16 mil millones, pero sobre un stock de $ 2,4 billones contra $ 77.288 millones de los indexados. Es decir que el porcentaje de aumento de los plazos fijos clásicos fue de tan solo 0,61%, la cuarta parte de los indexados.
Lo que venga después de octubre, es el largo plazo y no está entre los objetivos del gobierno ponerle atención. Primero hay que ganar la batalla de octubre, porque sino la guerra para ser reelectos estará perdida.
Los bonos ajustables medidos en dólares, el perfecto carry trade, subieron 1,39% mientras que la versión en pesos, bajó 0,48%. Es decir, que cotizan por debajo del precio nominal, porque así y todo tiene una renta más alta que el plazo fijo tradicional que paga 3% mensual.
Los bonos en dólares de la deuda, siguen otro rumbo. La caída no se detiene y el riesgo país el viernes creció 8 unidades a 1.484 puntos básicos. Los dólares alternativos llegaron a tener bajas de casi 3%. El dólar MEP al contado tocó un piso de $ 138 y reaccionó hasta $ 141,75 en el mercado libre.
En el mercado que tiene restricciones, y donde el Banco Central cumplió la sexta rueda consecutiva sin intervenir, la divisa con negocios por USD 25,8 millones cerró con un retroceso de $ 1,12 (-0,8%) a $ 140,65. El contado con liquidación también padeció un fuerte retroceso. El Central ni movió el dólar cable, dejó que el mercado hiciera negocios por su cuenta sin exceder el límite de USD 1000 mil nominales de saldo a favor semanal del AL30, que equivalen a USD 30 mil en billetes. El contado con liquidación terminó con una baja de $ 1,68 (-1,1%) a 144,19. En la plaza libre, perdió $ 1,60 y cerró a $ 143,70.
Las reservas del Banco Central, que compró apenas USD 4 millones en el mercado mayorista, aumentaron USD 113 millones a 39.423 millones. La suba del oro y la caída del dólar frente a las seis principales monedas del mundo que integran las reservas del Central, provocaron esta mejora de las reservas.
Para hoy se espera que el dólar siga aplastado, aunque marcó un piso. La duda es cuánto tiempo podrá continuar esta operación de ganar dinero en pesos, sacrificando dólares y para eso es clave conocer el dato de hoy de cuánto se devaluará después de dos días feriados.
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