La pandemia logró golpear hasta los negocios que habían logrado sobrevivir a todo tipo de crisis. La hiperinflación, el Tequila, la crisis de 2002 y hasta los años de estancamiento económico. Sectores que nunca se habían visto en estado terminal se encontraron con que necesitaban ayuda para poder sobrevivir. Y ni eso alcanzaba. Esta situación también cambió la economía, la forma de consumir, los mercados y hasta la movilidad. Y con eso todos los negocios que estaban atados a la “vieja normalidad”.
Uno de estos sectores que está a la expectativa es el de los garajes y las cocheras. El primero son esos grandes espacios que en zonas como las del microcentro porteño funcionaban como “pulmones” de estacionamiento, mientras que los segundos son los espacios en los edificios asignados a las unidades habitacionales.
Estos últimos se habían convertido en una oportunidad de inversión para aquellos que tenían entre USD 25.000 y USD 40.000 que las compraban y la alquilaban. Sin embargo, esto dejó de ser redituable.
“Siempre fue un negocio para el que tenía un ahorro pequeño, entre 15.000 y 40.000 dólares y tenía una rentabilidad mayor que un departamento, sin embargo, el aumento de las expensas le quitó toda ganancia2, explica Diego Migliorisi, Director de la inmobiliaria homónima.
“Dejó de ser un negocio y ahora aparece uno nuevo que es en los garajes particulares donde no se vende la cochera individual, el alquiler espacio de bicicletas. Las estimaciones en la Ciudad es que el 30% de la población va a utilizar bicicletas y, salvo los nuevos edificios que ahora se modificó el código, la mayoría no cuenta con un espacio para rodados de este tipo, por eso estamos observando que comienza a surgir una gran demanda para ese tipo de guardado”, agrega el especialista.
La mayoría de los edificios no cuenta con un espacio para bicicletas, por eso estamos observando que comienza a surgir una gran demanda para ese tipo de guardado (Diego Migliorisi)
“Un ejemplo clásico de la compra de una cochera era el de una persona que tenía entre 20.000 y 25.000 dólares y la adquiría, por ejemplo, Villa Crespo, como inversión. En esa zona la puede alquilar hoy a un valor promedio de $5.000 por mes, pero el problema comenzó a aparecer cuando subieron las expensas que hoy por ese espacio debe rondar los $3.000, eso se comió la rentabilidad”, dice Migliorisi.
En la misma línea, Verónica Tapia, Broker de Real State Century 21 El Yar, explicó a Infobae que las cocheras individuales “hace tiempo que dejaron de ser un negocio. Nos sucede en varios barrios de la ciudad que cuando los posibles compradores nos preguntan cuando pagan de expensas observan que son muy altas y que no hay rentabilidad en el negocio”.
En ese sentido Tapia reconoce que hoy un cliente les deje una cochera para vender “es un problema” porque es un mercado que se fue apagando y en donde “casi no hay demanda, entre la pérdida de rentabilidad y los cambios de costumbre de movilidad, hoy no son buscadas por los inversores”.
Para la ejecutiva de Century 21 El Yar, los que están viviendo una realidad diferente son los estacionamientos que están aprovechando el otro costado de la pandemia, el del temor a contagiarse en el transporte público, para seguir trabajando.
los que están viviendo una realidad diferente son los estacionamientos que están aprovechando el otro costado de la pandemia, el del temor a contagiarse en el transporte público, para seguir trabajando (Verónica Tapia)
“En el centro se puede observar que las playas de estacionamiento siguen trabajando con cierta normalidad. Aunque es cierto que hay menos gente y algunas empresas están haciendo home office, también es cierto que muchas personas que utilizaban el transporte público hoy se movilizan con sus propios autos por temor a contagiarse, y ese segmento que antes no estaba es el que están salvando a los estacionamientos”, señaló.
Lo que parece cierto es que la pandemia no sólo golpeó fuerte en los negocios tradicionales sino que hasta desmitificó una de las inversiones más conservadora para los ahorristas argentinos que hoy saben que invertir en una cochera, ya no es negocio del pasado.
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