¿Puede afectar el escándalo del vacunatorio VIP la marcha de la economía? De por sí, es otra mancha en la credibilidad del gobierno, ya deteriorada por los pobres resultados en materia sanitaria y económica en el manejo de la pandemia: anuncios, demoras, contra-anuncios y correcciones en materia –precisamente- de vacunación. Ahora, la salida escandalosa del ministro de Salud no sólo supone una pérdida de autoridad moral para el presidente Alberto Fernández, que utilizó todo foro del que participó para exigir equidad en el reparto global de vacunas, sino que puede aún afectar un proceso de inmunización rezagado en comparación con algunos países vecinos.
“Un claro caso de corrupción” escribió (en inglés) en un tuit la presidenta de Transparencia Internacional, la argentina Delia Ferreira Rubio, quien en otro posteo en la red social puso aún más clara la cuestión con una ilustración de la dibujante iraní Mahnaz Yazdani. De hecho, en el Ranking Global de Corrupción que Transparencia publicó en enero pasado, la Argentina perdió 12 lugares y obtuvo una calificación de 42 puntos en una escala en la que 100 es el puntaje asignado a un Estado absolutamente limpio y libre de corrupción y 0 a un Estado totalmente corrupto. Según Transparencia, la corrupción está negativa y “consistentemente” correlacionada con la tasa de crecimiento de la economía en tanto inhibe la inversión, corroe la base tributaria, socava el funcionamiento del Estado y deteriora la confianza en las instituciones y el funcionamiento general de la sociedad.
Organismos internacionales, analistas y consultoras coinciden en que –más allá de problemas de producción y logística- la vacunación masiva es la principal razón por la que en las últimas semanas mejoraron los pronósticos sobre la economía mundial para este año.
Vacunas e inmunidad de rebaño
“A escala global, se han ordenado 6.000 millones de vacunas de las compañías productoras, lo que probablemente cubra a 38% de la población mundial; muchos gobiernos han ordenado dosis suficientes para crear inmunidad de rebaño”, dice un informe de Eules Hermer para Allianz, dos gigantes de los seguros, actividad en la cual la calidad de prospección es clave para la supervivencia del negocio. “La tasa de aceptación de la vacuna debe ser de entre 70 y 80% para alcanzar inmunidad de rebaño en menos de un año”, precisa el informe, y agrega que los cuellos de botella en la producción no serán un obstáculo mayor “al menos en las economías desarrolladas”, aunque admite que “la administración (esto es, el proceso de vacunación) puede ser más desafiante”.
El estudio incluye un gráfico comparativo sobre las órdenes de compra de vacunas (por tipo) de países desarrollados y en desarrollo, entre estos últimos la Argentina, donde muestra lo lejos que por ahora está nuestro país de la llamada “inmunidad de rebaño”.
Un informe de Jorge Vasconcelos, economista jefe del Ieral de la Fundación Mediterránea, dice expresamente que para la economía argentina “las demoras en el proceso de vacunación e inmunización, la inflación en ascenso que licúa el poder adquisitivo de la población y los cuellos de botella del lado de la oferta de bienes, por las dificultades de aprovisionamiento de insumos importados, aparecen como factores condicionantes para la tendencia de recuperación del nivel de actividad esperada para 2021”.
Demoras y sectores más afectados
“Claramente la Argentina presenta demoras en su proceso de vacunación y esto condiciona la recuperación de la actividad en sectores muy relevantes para la economía”, dice otro pasaje del estudio de Vasconcelos, que compara los datos de vacunación con los de países avanzados en ese proceso (como Emiratos Árabes, EEUU y la Unión Europea) pero también con vecinos como Brasil y Chile. Esa brecha aumentó notablemente en las últimas semanas, como expuso hoy, también por twitter, el economista Esteban Domecq, en base a datos del portal Our World in Data, uno de los más consultados y prestigiosos para el seguimiento de la pandemia, que muestran una abismal diferencia en la marcha de los respectivos procesos de vacunación (Gráfico).
Con su ritmo glacial y –ahora- el vacunatorio VIP, el gobierno hasta deslegitimó la acusación que hacía a parte de la oposición llamándola “anti-vacuna”. De hecho, si ese fuera el caso, la prédica no prendió. El “Barómetro de Confianza 2021” de Edelman, la más grande consultora mundial de opinión pública, mostró en enero que la disposición de los argentinos a vacunarse es del 70%, contra una media mundial del 64%. Paradójicamente, la población menos dispuesta a vacunarse es la de Rusia, el principal proveedor de vacunas de la Argentina.
El estudio de Edelman sobre 27 países del mundo fue uno de los que circuló entre los participantes del más reciente Foro de la Economía Mundial (de Davos), cuyo informe de Riesgo Global había expuesto, precisamente, que en 2020 la Argentina fue uno de los países que mostró peores resultados en el manejo de la pandemia, tanto en los indicadores económicos como en materia sanitaria.
Según Vasconcelos, la demora en la disposición y aplicación de las vacunas tiene claras implicancias económicas en la medida que condiciona seriamente las posibilidades de recuperación de los siguientes sectores: Transporte y Comunicaciones, Administración Pública, Enseñanza, Minas y Canteras, Servicios Comunitarios, Sociales y Personales, Hoteles y Restaurants y Pesca. De hecho, precisa, en base a datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), del Indec, mientras el resto de la economía mostraba a noviembre 2020 un crecimiento interanual promedio de 2,7%, los sectores más intensivos y dependientes de la cercanía y el contacto estaban todavía 15,7% por debajo del año previo, con el caso extremo de Hoteles y Restaurantes que aún en noviembre mostraban una caída del 53,2 por ciento.
Para años normales, este conjunto de actividades representa en promedio un cuarto del Valor Agregado (o PBI) de la economía. ¿Cuánto se puede crecer sin ellos? “Aun cuando el resto, que incluye entre otros la Industria Manufacturera, el Agro, la Intermediación Financiera, el Comercio y la Construcción, siguiera recuperándose algunos meses más, el nivel de actividad se vería frenado en su trayectoria si los sectores más afectados siguen funcionando con las limitaciones observadas; ese cuarto de la economía más afectado por la pandemia depende más de la eficacia de la política de salud, que de eventuales medidas de estímulo fiscal o monetario”, escribió Vasconcelos, quien estimó que las demoras en el proceso de vacunación “seguramente habrán de afectar los guarismos de actividad del primer semestre”, pero las cosas mejorarían en la segundad mitad del año cuando “ese lastre haya sido removido”. Episodios como el vacunatorio contribuyen, en verdad, a hacer ese lastre cada vez más pesado.
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