En enero de 2020 un Gol Comfortline tenía un precio de lista de la terminal Volkswagen de $1.001.441, y uno usado del 2019 se cotizaba a $590.000, es decir, poco más de la mitad. Este año, en enero, el valor sugerido del mismo modelo 0km por la terminal alemana era de $1.354.000, mientras que esa unidad patentada en 2019 hoy está publicado en 1.130.000 pesos.
Con estos datos, que se repiten en muchos modelos, puede corroborarse no sólo que los vehículos usados hasta duplicaron su valor en un año, sino que achicaron fuertemente la brecha con los precios de los nuevos. Es más, en algunos casos el usado vale más que el 0km, aseguraron en las concesionarias.
El mercado está fuertemente distorsionado por la restricción de la oferta de productos procedentes del exterior y los nuevos impuestos. El Gobierno libera las licencias de importación a cuentagotas y en función de la disponibilidad de divisas, por lo que no sólo se ven afectados los modelos que no se fabrican en el país, sino también los nacionales, perjudicados muchas veces por la escasez de piezas.
Los vehículos de segunda mano aumentaron en un año un promedio de 60%, pero “hay algunos modelos que subieron 100% o más y otros que se incrementaron 30% (Lamas)
Esta situación hace que aumenten de precio en las concesionarias los vehículos nuevos -los vendedores hacen valer lo poco que tienen-, y que se revalorice el mercado del usado. Hay modelos que hoy no están disponibles y tampoco las empresas saben cuándo ingresarán, por lo que en esos casos la persona que tiene un usado en buenas condiciones, patentado en 2020 o 2019 lo está ofreciendo incluso más caro que el 0Km.
Según explicó a Infobae el secretario de la Cámara de Comercio Automotor (CCA), Alejandro Lamas, los vehículos de segunda mano aumentaron en un año un promedio de 60%, pero “hay algunos modelos que subieron 100% o más y otros que se incrementaron 30%”. En lo que va del año, a su vez, estos autos subieron 13% en promedio. “Lo que aumentó más de 100% en usados son los modelos que hoy no se encuentran. Tenés precios de listas de esos autos 0km, pero son irreales porque no existe esa unidad”, sostuvo el directivo.
En condiciones normales del mercado, los precios de los autos usados acompañan la evolución de los 0km, pero se ubican entre 15% y 20% por debajo de los nuevos si son del año anterior. Y el valor va bajando cuánto más viejo es y también en función de las condiciones del vehículo. Hoy la falta de producto hace que esta normalidad se vea distorsionada y que un usado cuya versión nueva no se consigue pueda costar bastante más que ese 0km. La realidad es que en esos casos puede salir lo que la demanda está dispuesta a pagar por ese coche.
“El negocio está con más clientes que autos. Los volúmenes que se manejan de 0km son bajos por los clientes que hay. Eso hace que el segunda mano se cotice porque el cliente que quiere un 0km que no hay, busca un usado bueno. Hoy encontrás un Peugeot 3008 modelo 2019 con 25.000 kilómetros al mismo precio que un cero”, dijo una fuente del sector concesionario. También reconoció que en en esos casos de falta de disponibilidad, los 0km tienen un sobreprecio. Ante la incertidumbre respecto de cuándo y a qué costo podrá reponer su stock, el concesionario trata de cubrirse.
Los vehículos con mayores problemas para obtener la licencia de importación son los de alta gama, como Audi, Mercedes Benz, BMW o Jeep, pero también alcanza a otros de gama media, y hasta los más chicos. Y es en función de estas expectativas de disponibilidad el valor que el propietario de un buen usado pueda ponerle.
El directivo de la CCA brindó a este medio varios ejemplos que muestran los aumentos interanuales que sufrieron algunos modelos y el fuerte achicamiento de la brecha que históricamente han tenido con los autos nuevos. Son los siguientes:
- Gol Comfortline: Precio sugerido del 0km en enero de 2020: $1.001.441. Ese año el precio de un usado 2019 era de $590.000. En enero de 2021, el valor oficial fue de $1.354.000, mientras que el mismo usado del 2019 trepó a $1.130.000. Es decir que un mismo auto de segunda mano en un año subió 91% y achicó la brecha con el salido de la terminal a apenas 16 por ciento.
- Renault Capture, Intense: El valor sugerido por la terminal en enero de 2020 era de $1.519.100; y uno patentado en 2019 costaba $965.000, es decir, 36% menos. Este año, el precio base del 0km era en enero $2.224.000, frente a $2.115.000 que cotiza el dos años antes. La suba del usado, en este caso, fue del 119 por ciento.
- Peugeot 308 Feline Triptronic: En este caso, el cero pasó en el período de referencia de $1.843.300 a $ 2.173.000 (18%), pero el usado 2019 trepó de $976.000 a $2.106.000 (116% de suba).
- Jeep Renegade Sport, el modelo de entrada de gama: Pasó de $1.331.600 en enero de 2020 a $1.931.000 este año. El modelo 2019, en tanto, escaló de $1.010.000 a $1.980.000, lo que implica un incremento del 96 por ciento.
- Ford Ranger Limitada AT: En este caso, la 0km subió de $3.296.500 en 2020 a $4.538.000 en enero de 2021. En tanto, el modelo registrado en 2019 incrementó su precio desde $1.801.000 a $3.400.000. En este caso, mantiene la proporción con el nuevo, ya que se consigue a 25% menos de valor. Lamas explicó que ello se debe a que hay un mayor nivel de entrega en el caso de las pick ups.
El pulso del mercado
Según datos de la CCA, en enero se hicieron 132.579 transferencias de vehículos usados, lo que representó una caída del 13,62% respecto de igual período del año pasado. Según contó Lamas, “en febrero se percibió un freno en la venta en Capital Federal” y lo adjudicó a una conjunción de variables, entre ellas, el todavía miedo a la pandemia, el regreso de las clases y el derrumbe del dólar blue. “Se están viendo compras más racionales, no especulativas”, remarcó.
En la suba de los precios incidió no sólo la devaluación sino el impuesto interno
En el caso de los patentamientos de 0km, la expectativa es que la cifra de este mes ascienda a los 30.000 vehículos. En cuanto a los precios, en un año, los de lista de los autos nuevos subieron 34%, pero si se tienen en cuenta los valores transaccionales (es decir los que realmente se concretan las operaciones luego de la aplicación de las bonificaciones), la suba fue del 47% promedio.
En la suba de los precios incidió no sólo la devaluación sino el impuesto interno, que lleva a que las terminales topeen en muchos casos los precios de algunos autos para que no se vean afectados por el gravamen, pero los concesionarios son luego los que le aplican un aumento, reconocieron las fuentes del sector. Ese impuesto, a partir del 1° de marzo, regirá para los autos cuyo precio al público sea superior a 2.483.400 pesos.
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