La consultora PxQ, dirigida por el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, consideró que el escenario más “favorable” para la Argentina sería cerrar con el Fondo Monetario Internacional un acuerdo a 20 años, el doble de plazo que prevé el programa de facilidades extendidas que negocia actualmente el Gobierno.
PxQ llegó a esa conclusión al estimar cuál sería la necesidad de dólares que tendrá el Estado argentino de acuerdo a distintos escenarios. En ese sentido, la consultora proyectó qué horizontes de pagos de deuda le quedarían al país en caso de que el acuerdo con el Fondo Monetario sea a 10 o 20 años, si pudiera volver al mercado internacional para renovar vencimientos con privados y el nivel de superávit de divisas que consiga.
“Encontrar un equilibrio en el cual los dólares se utilicen para pagar intereses y el capital de la deuda con el FMI y los vencimientos con privados se refinancien implicaría reducir las necesidades financieras a, como mucho, 1,6% del PIB para 2026 con un acuerdo a 20 años con el FMI. Dada la situación actual, este último escenario sería el más favorable, ya que quedaría margen para que la economía crezca sin llegar a un estrangulamiento externo”, fue una de las conclusiones del trabajo.
En 2022 y 2023 el monto total a pagar por año (al Fondo) rondaría los USD 20.000 millones, una cifra que claramente Argentina no puede pagar, dijo Álvarez Agis en un informe de su consultora PxQ.
Álvarez Agis definió al FMI como el “elefante en la sala” que impide que, tras la reestructuración de la deuda con los bonistas privados, las condiciones financieras para la Argentina no mejoraron. “En 2022 y 2023 el monto total a pagar por año (al Fondo) rondaría los USD 20.000 millones, una cifra que claramente Argentina no puede pagar”, publicó PxQ.
La consultora definió al programa de facilidades extendidas que negocia el Gobierno como un esquema que implique un “repago de hasta 10 años” pero que “suele venir acompañado de un paquete de reformas estructurales (laboral, fiscal y jubilatoria, en general). La pregunta relevante es si, dado que el primer acuerdo fue extraordinario para los estándares del FMI, ¿podría este segundo acuerdo ser extraordinario también? En ese caso podría suceder, tal como se deslizó durante estas semanas, que el plazo de repago sea mayor a los 10 años de un EFF tradicional. La diferencia entre una y otra posibilidad es sustancial, ya que en un acuerdo tradicional Argentina tendría a partir de 2026 necesidades financieras en USD (solo del soberano) por casi 4% del PIB, mientras que en un acuerdo a 20 años las mismas se reducirían a 3%”, calculó PxQ.
Por otra parte, PxQ mencionó la conveniencia de que el país regrese a los mercados internacionales. “Argentina tiene dos caminos: autarquía o empezar el largo camino de la ‘vuelta a los mercados’ internacionales de crédito. Si bien se logró un alivio con la reestructuración de la deuda en moneda extranjera, 2025 no está tan lejos”, explicó.
“Si se elige mantenerse al margen de los mercados de deuda, Argentina necesitaría lograr un superávit externo, aún refinanciando el capital de los Organismos Internacionales sin FMI, superior a los USD 5.000 millones a partir de 2025, superior a USD 10.000 millones en 2026 y de entre USD 14.000 millones y USD 18.000 millones para 2028, es decir que se debería lograr un nivel de superávit similar o superior al del período 2004-2010. Eso luce imposible incluso con la soja a USD 600 por tonelada”, pronosticó PxQ.
Un acuerdo con el Fondo a 20 años reduciría las necesidades de refinanciamiento de deuda por unos USD 4.000 millones ente 2025 y 2030.
En caso de que el EFF que firme Argentina con el FMI sea de 10 años, “el perfil de vencimientos anuales de capital con el organismo sería de USD 7.500 millones” entre 2026 y 2031. Sumando a esa cifra tendría pagos de deuda totales entre 2025 y 2030 “por USD 16.500 millones promedio por año, lo cual luce claramente como inviable”, consideró Álvarez Agis.
En otro escenario, la consultora aseguró que “dado que en 2018 el organismo se corrió de los parámetros tradicionales que según su estatuto rigen los esquemas financieros con países miembros, podría darse que la renegociación del acuerdo también se dé por fuera de lo tradicional”, tal como lo mencionó hace algunos días la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca Bocco.
“En este caso, con un esquema de repago a 20 años los vencimientos de capital anuales serían de USD 2.800 millones entre 2026 y 2041. Al repagarse el capital en más plazo el monto de intereses decaería de una forma más lenta que en el esquema a 10 años. Haciendo el mismo cálculo que en el caso anterior, el monto promedio de los compromisos de Argentina entre 2025 y 2030 suponiendo que se refinancian los vencimientos con organismos internacionales sería de USD 12.500 millones por año”, concluyó PxQ.
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