El Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos del Canje de Argentina –o Exchange Bondholders–, una agrupación de fondos que entraron al canje de deuda soberana del año pasado, publicó hoy un duro comunicado en el que se queja por el valor de los títulos que recibió a pesar de haber acordado aliviar pagos por USD 37.000 millones. En el texto, los bonistas critican una larga serie de medidas del Gobierno que desaprovechan un contexto global que se volvió favorable. Además, piden repetidas veces que el Gobierno no postergue un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Un programa del FMI es la única fuente probable de anclajes políticos y un marco creíble a medio plazo que pueda aportar estabilidad. Sin embargo, el Gobierno parece estar contemplando seriamente la posibilidad de retrasar un acuerdo con el FMI para tener la libertad de continuar con sus políticas insostenibles aún más tiempo. Con las reservas ya en niveles peligrosamente bajos, tal estrategia equivale a una apuesta temeraria”, dijeron los bonistas en el comunicado. “Un acuerdo con el FMI, que se necesita desesperadamente, ha quedado subordinado a la política”, se quejaron.
“Argentina no puede entrar en default y reestructurar su camino hacia la prosperidad. La gran tragedia es que la incapacidad de articular una senda política creíble impide la estabilidad y el crecimiento de lo que podría ser una economía competitiva si tan sólo las autoridades decidieran anclar las políticas económicas en torno a un marco macroeconómico coherente con el apoyo del FMI”, agregaron.
Un acuerdo con el FMI, que se necesita desesperadamente, ha quedado subordinado a la política
El grupo de bonistas del canje incluye, entre otros, a fondos como HBK Investments, Monarch Alternative Capital, Paloma Partners Management, Pharo Management, Redwood Capital Management y VR Capital Group.
Están representados legalmente por Dennis Hranitzky, ex abogado de Paul Singer que se hizo célebre por intentar embargar la Fragata Libertad durante el litigio con los holdouts y ahora es una de las voces más críticas de las decisiones del Gobierno posteriores al canje de 2020, que afectan a los precios de los papeles que recibieron esos fondos el año pasado.
La preocupación de los tenedores de bonos argentinos por el curso de la política económica se debe a que los papeles que obtuvieron luego de la operación de reestructuración concretada el año pasado bajo la conducción del ministro de Economía, Martín Guzmán, no paran de perder terreno y el riesgo país vuelve a los 1.500 puntos.
“Los tenedores de bonos proporcionaron a Argentina USD 37.000 millones de alivio del flujo de caja con la premisa de que Argentina utilizaría este espacio para aplicar políticas que pudieran reducir el coste del riesgo país. Argentina aún no ha empezado a tomarse en serio los compromisos que adquirió con los acreedores durante las negociaciones de la deuda, y el coste de este fracaso no podría ser más claro”, señalaron.
Para los fondos de inversión, el contexto global está a favor de una recuperación de la economía argentina pero las medidas de política económica desperdician esa oportunidad.
“El contexto de Argentina debería ser positivo. Con una reestructuración de varias décadas de su carga de deuda externa a bajos tipos de interés, los precios de las materias primas agrícolas cerca de máximos históricos y un repunte natural de la actividad económica desde los mínimos pandémicos, Argentina debería beneficiarse de importantes vientos de cola. Sin embargo, desde que el Gobierno concluyó su histórica reestructuración de los bonos internacionales y nacionales en moneda extranjera en septiembre, las condiciones macroeconómicas locales han seguido deteriorándose”, se quejaron.
En lugar de orientar la política en una dirección positiva, el Gobierno ha aprovechado en gran medida el respiro como una oportunidad para retrasar decisiones difíciles
“En lugar de orientar la política en una dirección positiva, el Gobierno ha aprovechado en gran medida el respiro como una oportunidad para retrasar decisiones difíciles y continuar con políticas insostenibles. Los controles de precios, la congelación de los aranceles y el racionamiento del acceso a las divisas son paliativos a corto plazo que están destinados a fracasar y a acumular mayores problemas en el futuro”, criticó el comunicado.
También atacaron medidas de Gobierno como la intervención en el mercado de maíz y los malos resultados en materia de inflación.
“Sin apetito por el ajuste fiscal, la monetización de los déficits sigue alimentando el aumento de la inflación. La previsión de inflación del Gobierno del 29% para 2021 no es creíble; las estimaciones de los economistas privados de que la inflación supere el 45% son más realistas. La formulación de políticas erráticas y ad hoc, en medio de una creciente lista de errores y giros en U, como las iniciativas para limitar las exportaciones de maíz e intervenir en los mercados de trigo, un esfuerzo innecesario de confrontación para reestructurar la deuda de YPF y la congelación de las tarifas de electricidad, gas y otros servicios, erosionan la confianza”, dijeron.
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