Un aumento de los combustibles del orden del 1,2% sorprendió a los automovilistas en medio del fin de semana largo. El retoque a los precios, el quinto desde que empezó el año, fue confirmado por operadores de estaciones de servicio que aseguran que no se aplicó en todo el país. Las petroleras, por su parte, no confirman un cambio generalizado y hablan de cambios en algunas regiones.
“Van 5 aumentos en un año y hay aumentos programados de la nafta hasta mayo. Deberían ser del 5 o 6%” y “Seguro que la nafta va a pasar los $100”, afirmó respecto al tema Guillermo Lego, Gerente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de Argentina.
De esta manera, en algunos puntos del país el litro se acerca a los $100 y genera problemas para los estacioneros porque los displays que exhiben los precios sólo permiten cifras de dos dígitos.
En ese contexto, que se produce bajo una compleja coyuntura económica, los conductores buscan la manera de reducir sus gastos. Adoptar una “conducción eficiente” puede generar una cuota de ahorro en el consumo del combustible y, simultáneamente, suavizar los costos de mantenimiento al otorgar una mayor vida útil al vehículo.
Según la guia de “conducción eficiente para vehículos livianos” que figura en el sitio web oficial del Gobierno nacional, estas son algunas recomendaciones sugeridas:
Velocidad. La mayoría de los autos operan con mayor eficiencia cuando viajan entre 50 y 80 km/h. Por encima de esta velocidad, los vehículos gastan más combustible. Por ejemplo, circulando a 120 km se utiliza aproximadamente un 20% más que a 100 km.
Aceleraciones y desaceleraciones sucesivas. Ésto afecta severamente al consumo. Por ejemplo, ir variando entre 75 km/h y 85 km/h cada 18 segundos puede aumentarlo en un 20 %.
Neumáticos. Como pierden aire lentamente, se recomienda examinarlos al menos una vez por mes. El valor de la presión de fábrica es el que asegura un mínimo consumo de combustible y un mejor funcionamiento. Desinflados no sólo son peligrosos, sino que aumentan la resistencia entre los neumáticos y la calle. Por lo tanto, el motor tendrá que trabajar más.
Aire acondicionado. Puede incrementar el uso de combustible hasta un 25%, lo cual equivale a un consumo extra aproximado de 300 litros por año. Cuando el vehículo circula a velocidades menores a 80 km es recomendable bajar las ventanillas y apagar el aire acondicionado.
Auto detenido, motor en marcha. Se genera un consumo aproximado de 0,4 a 0,7 litros por hora. En este sentido, es recomendable apagar el motor del auto si el conductor va a permanecer más de 3 minutos parado.
Palanca de cambios. El uso excesivo de la primera marcha implica un alto consumo de combustible, ya que es la que mayor fuerza transmite. Por lo tanto, es preferible cambiar a segunda apenas se arranca. Una regla general es cambiar a una marcha más alta en no más de 1500-2000 revoluciones por minuto.
Maniobras. Es importante planearlas con antelación para mantener la velocidad del vehículo constante, lo que permitirá evitar consumos innecesarios.
Cuestión de peso. Se recomienda distribuir de manera uniforme la carga en el vehículo y evitar el exceso en la parte superior, ya que supone una mayor resistencia del aire y mayores niveles de consumo. Un auto mediano aumenta su gasto en aproximadamente 1% por cada 25 kilos de peso adicional.
Los próximos aumentos previstos, por ahora, son para el mes que viene, tanto por la suba de los biocombustibles como por los impuestos internos. Estaba previsto que el 1º de marzo se aplicara un nuevo aumento de precios a la nafta y el gasoil por la actualización trimestral del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y el dióxido de carbono (IDC). Pero, a través de un decreto publicado en enero, esa suba se suspendió por 11 días: se aplicará el próximo 12 de marzo.
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