El año pasado, la Argentina cayó seis lugares en un ranking global sobre “economías más innovadoras”: del puesto 45 pasó al puesto 51 y se convirtió una de las naciones con mayor derrape en el Bloomberg Innovation Index, junto con Argelia.
El índice, elaborado por Bloomberg, toma 200 economías, que son calificadas en una escala de 0 a 100 en siete categorías (gasto en investigación y desarrollo, capacidad de fabricación y concentración de empresas públicas de alta tecnología) y publica solo la lista de los 60 países mejor ubicados. De los países latinoamericanos, el mejor posicionado fue Brasil, en el puesto 46. Mientras que Chile y Uruguay (que se clasificó por primera vez) se ubicaron por debajo de la Argentina, en los lugares 54 y 56, respectivamente.
De los países latinoamericanos, el mejor rankeado fue Brasil, en el puesto 46. Mientras que Chile y Uruguay (que se clasificó por primera vez) se ubicaron por debajo de la Argentina, en los lugares 54 y 56, respectivamente
A nivel global, el primer lugar fue para Corea del Sur, mientras que Estados Unidos dejó de estar en el top ten que, en su mayoría, incluye a países europeos. A la cabeza de la lista, Corea desplazó a Alemania, que cayó al cuarto lugar. “La nación asiática ha encabezado el índice durante siete de los nueve años que se publicó. Singapur y Suiza subieron un lugar cada uno para ocupar el segundo y tercer lugar”, detalló el informe de Bloomberg.
“Las clasificaciones reflejan un mundo en el que la lucha contra covid-19 ha puesto en primer plano la innovación, desde los esfuerzos de los gobiernos para contener la pandemia hasta la infraestructura digital que permitió a las economías superarla y a la carrera para desarrollar vacunas”, agregó.
Con todo, gran parte de los datos relevados por Bloomberg provienen de antes de la pandemia del coronavirus. Pero, sin embargo, muchos países en los primeros lugares del índice, como Corea, Alemania e Israel, fueron también los que lideraron algunas áreas de la lucha contra la pandemia, como el rastreo de contactos o la rápida vacunación de su población.
Empresas estadounidenses como Zoom o el fabricante de vacunas Pfizer están entre los “emblemas” de la innovación a lo largo del año pasado. Esto se reflejó en una alta clasificación de los Estados Unidos en la categoría de densidad de empresas de alta tecnología.
Los funcionarios de Wuhan demostraron por primera vez que en un par de semanas es factible realizar pruebas de coronavirus a 10 millones de residentes
“La pandemia también puso de relieve un tipo diferente de avance, que tiene más que ver con la política y la organización que con la tecnología o la investigación”, según detalló a Bloomberg el economista ganador del premio Nobel Paul Romer.
“Debemos reconocer que las métricas disponibles pasan por alto importantes dimensiones de la innovación”, dijo Romer, profesor de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. “Los funcionarios de Wuhan demostraron por primera vez que en un par de semanas es factible realizar pruebas de coronavirus a 10 millones de residentes de una ciudad. Esta fue una innovación de salud pública muy importante”.
Singapur, que ocupa el segundo lugar, estuvo recientemente asignando fondos presupuestarios para ayudar a los trabajadores y las empresas en la transición a una economía digital, también tiene un puntaje alto en manufactura y sus universidades competitivas a nivel mundial lo ubican en la cima del indicador de educación terciaria. Suiza, líder en tecnología financiera y biológica, ocupa el primer lugar en las dos categorías de investigación del índice.
Las dos economías más grandes, Estados Unidos y China, representan gran parte de la innovación mundial y el año pasado ambas disminuyeron su clasificación. Estados Unidos, que encabezó el primer Índice de Innovación en 2013, cayó dos lugares al puesto 11. Y China descendió un puesto al escalón 16 del ranking.
“El país tiene una mala puntuación en educación superior, a pesar de que las universidades estadounidenses son mundialmente famosas. Ese bajo rendimiento probablemente se vio agravado por los obstáculos para los estudiantes extranjeros, que generalmente son prominentes en las clases de ciencia y tecnología, primero debido a las políticas de visas de la administración Trump y luego a la pandemia”, destacó el informe.
Sung Won Sohn, economista de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles, dice que Estados Unidos todavía está a la vanguardia, pero hoy sus innovaciones provienen de empresas más pequeñas y tardan más en llegar al consumidor. “Hay muchas ideas nuevas de muchas empresas emergentes”, dijo a Bloomberg. “Tomará tiempo que esas ideas se traduzcan en productos comercializables”.
“La intensificación de la competencia entre Estados Unidos y China está remodelando el panorama de la innovación. Para Estados Unidos, el temor de perder la propiedad intelectual frente a un rival geopolítico representa menos apoyo al sistema de innovación abierta. Para China, el miedo a verse aislada de la tecnología extranjera acelera la inversión en capacidad de I+D en el país”, detalló el informe.
Seguir leyendo: