Cumbre por los precios: qué pedirá el Gobierno y cómo se defenderán los principales empresarios del país

Fueron citados para mañana a las 10 a la Casa Rosada los CEOs de firmas alimenticias, de insumos industriales, textiles y del retail. Preocupan las expectativas inflacionarias y la aceleración de los últimos meses

Guardar
El CEO de Techint, Paolo
El CEO de Techint, Paolo Rocca, fue convocado para participar de la reunión pero no asistirá porque se encuentra de viaje

“Primero queremos ir por las buenas”, dijo a Infobae un importante funcionario cercano al presidente Alberto Fernández respecto de la posibilidad de subir las retenciones al campo para frenar el alza de precios de los alimentos, idea que dejó trascender el propio Gobierno días atrás. Por ahora fue una advertencia, pero al interior del oficialismo no se descarta, si no logran avanzar hacia una desaceleración de la inflación, proyectada por el sector privado en torno al 50% para este año.

Al exponer en un foro empresarial en Tucumán, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que se está trabajando “para establecer un sendero que reduzca la inflación de una manera consistente”, a la vez que aseguró que “es factible reducir en 5 puntos la inflación durante el 2021 y lograr que las expectativas estén alineadas”. La gran pregunta es cómo lo harán; y ahí es donde aparecen las sospechas de que el mecanismo será el de siempre: atrasar el dólar, las tarifas y otros precios de la economía. El acuerdo de precios y salarios figura como una de las herramientas que el Gobierno ya blanqueó que utilizará para encarrilar las expectativas, pero existen muchas dudas sobre su éxito, no sólo en el mundo empresario sino también en el sindical, que por las dudas buscará cubrirse con revisiones o cláusulas gatillo en cada uno de los acuerdos paritarios.

Tras la reunión que tendrán hoy a partir de las 11 los sindicalistas -de CGT y CTA-, mañana asistirá al encuentro con el gabinete económico una treintena de CEOs de las principales empresas del país, entre alimenticias, productoras de insumos industriales, textiles, automotrices, laboratorios, electrodomésticos y supermercados, entre otras. “Las reuniones tienen por objetivo generar acuerdos que permitan hacer converger las variables de precios y salarios para lograr una recuperación del ingreso que impulse la reactivación de la economía”, destacó un comunicado que dio a conocer Jefatura de Gabinete.

Agregó que la convocatoria obedece a poner en común una metodología de articulación con los distintos sectores económicos para la coordinación de políticas de precios y salarios, que sean consistentes con los objetivos de política macroeconómica del gobierno. El objetivo, aclaró el comunicado, es alinear políticas y expectativas con el presupuesto 2021 aprobado por el Congreso. En materia de precios, esa ley prevé una suba del 29% en el año.

Fueron invitados el CEO de Grupo Techint, Paolo Rocca (no asistirá por encontrarse de viaje); el de Arcor, Luis Pagani; y el de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, entre otros de los principales empresarios del país. También están citados los CEO de Nestlé, Danone, Quilmes, Coca Cola, entre otras firmas del mundo alimenticio, el sector que más inquieta al Gobierno.

Será el gabinete económico, que
Será el gabinete económico, que preside el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el que se reunirá con unos 30 CEOs de compañías líderes de la Argentina

El Gobierno quiere hablar con los que denominan “formadores de precios”. Cree que avanzando con acuerdos de buena voluntad con los principales empresarios del país puede lograr que la suba de precios sea cada vez menor y que pueda cumplirse el objetivo presupuestario. Claro que en algunos sectores, como el alimenticio, mantiene un programa como el de Precios Máximos desde hace prácticamente un año, sólo permite subas en algunas categorías, y mucho más bajas que el aumento de costos acumulado durante el tiempo de congelamiento.

La industria tiene retrasos del 25% promedio que no podrá trasladar a los precios. Desde la Secretaría de Comercio Interior, que lidera Paula Español, ya les avisaron a los industriales de la alimentación que en 2020 todos los sectores perdieron y que ése es el esfuerzo que las empresas tienen que asumir producto de la pandemia. Aún así, los valores de los alimentos y bebidas no alcohólicas treparon en 2020 un 42,1%, frente a un IPC promedio del 36,1%. Lo que más impactó fue el fuerte aumento de la carne y de las frutas y verduras, ya que el resto de los productos estuvieron prácticamente congelados.

Pero preocupa al Gobierno la presión que algunos ítems generan sobre los costos, que luego se deriva en mayor necesidad de incrementos. El precio de los commodities, como el trigo y el maíz, son dos claros ejemplos de ello, ya que su aumento a nivel internacional sumado al impacto por la suba del dólar presiona al alza los costos de todos los alimentos que usan esos granos como materia prima. De ahí que los funcionarios hayan puesto sobre la mesa el debate sobre el “desacople” de los precios locales versus los internacionales y las posibles medidas que lograrlo.

“Ellos quieren que no suba el precio de la harina y del pan, pero de 1 kilo de pan, el costo del trigo representa apenas el 11%. Luego hay muchos otros costos que inciden y que debería atacar el Gobierno”, dijo un empresario del sector exportador, y agregó: “Están pidiendo cosas que son de imposible cumplimiento. El desacople sólo se logra con más o menos impuestos. Podrían llevar la retención del trigo del 12% actual al 20%, pero ¿eso después se traduce en el precio del pan? No, y eso le queremos decir al Gobierno”.

El Gobierno quiere hablar con los que considera formadores de precios. Cree que avanzando con acuerdos de buena voluntad con los principales empresarios del país puede lograr que la suba de precios sea cada vez menor y que pueda cumplirse el objetivo presupuestario

Desde la industria siderúrgica, en tanto, afirmaron que el precio de la chapa y el hierro están dolarizados y se mueven en función de la cotización internacional y del tipo de cambio oficial, que se ha ido devaluando al ritmo de la inflación en el último año. “Es cierto que todos compran chapa hoy y que hay especulación porque lo que se busca con eso es resguardar el dinero. El abastecimiento está garantizado y los niveles de precios son conocidos por todos”, dijeron en el sector.

Lo mismo plantearon en Aluar. “En la cadena de distribución, los márgenes se han duplicado. Creció la demanda, pero lo que hay es baja oferta en relación con esa demanda. Y el comercio, en general, está tratando de mantener stock. Si le cayó la facturación a la mitad, aumenta los precios para poder seguir pagando sus costos fijo y a sus trabajadores”, afirmó a este medio Madanes Quintanilla. Sobre la convocatoria y el objetivo de atenuar los aumentos, el empresario aseguró: “Está bien que se haga un monitoreo, pero no se va a resolver de esta manera. Lo vas a resolver aumentando la producción y teniendo una salida exportadora”.

“La industria de alimentos y bebidas es casi el 40% de la industria del país, y viene en permanente caída desde hace muchos años. No somos formadores de precios. El aumento del costo logístico, manejado por la paritaria que lidera Moyano y la suba de combustibles, es mucho más grande que el costo del commodity”, enfatizó el directivo de una importante firma alimenticia.

Lo que los empresarios van a reclamar es un plan económico que dé previsibilidad hacia adelante. Qué pasará con el dólar, cuánto subirán las tarifas, qué sucederá con las tasas de interés. Es la macroeconomía la que debe encarrilarse. ¿Será entonces una foto más?

Seguí leyendo:

Guardar