El economista y premio Nobel norteamericano Joseph Stiglitz cumplió hoy 78 años y el ministro de Economía y discípulo suyo Martín Guzmán le dedicó un saludo en su cuenta de Twitter: “¡Que los cumplas feliz, Joe! Gracias por darle tanto al mundo”, escribió el funcionario.
Stiglitz, profesor en la Universidad de Columbia, es el economista de cabecera del actual jefe del Palacio de Hacienda y tienen una relación desde hace varios años, luego de que el funcionario argentino partiera desde La Plata a los Estados Unidos para continuar su educación en la Brown University. Poco antes de finalizar su tesis, su carrera dio un vuelco cuando la Sociedad Internacional de Economía lo invitó para comentar públicamente una investigación de Stiglitz.
Martín Guzmán conoció a Joseph Stiglitz durante sus años de estudio en la Brown University en los Estados Unidos.
Aquel trabajo resultó la llave que lo acercó al premio Nobel de Economía, quien lo convocó para sumarse a su equipo de trabajo en la prestigiosa Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia. Allí se desempeñó como investigador y se especializó en modelos de reestructuración de deudas soberanas y su nombre cobró vuelo en el mundo académico. Tiempo después recaló en esa casa de altos estudios donde comenzó su relación con el premio Nobel.
Guzmán y Stiglitz compartieron la autoría de distintos trabajos académicos, principalmente sobre el endeudamiento y la reestructuración de la deuda soberana, como por ejemplo “Creación de un marco para la reestructuración de la deuda soberana que funcione” (2016), “Demasiado poco, demasiado tarde: la búsqueda para resolver las crisis de deuda soberana” (2016), o el “Griesafault de Argentina” (2014), tal como definieron al conflicto legal entre la Argentina y los fondos buitres que resolvió en los tribunales de Nueva York el fallecido juez Thomas Griesa.
El premio Nobel había publicado, días después del nombramiento de Guzmán como ministro de Economía una columna de opinión en la que destacó las cualidades de su pupilo y en la que criticó la gestión económica del saliente gobierno de Mauricio Macri. “Martín Guzmán, con quien he colaborado frecuentemente en los últimos años, se encuentra entre los principales expertos del mundo en deuda soberana y los problemas que ésta puede causar, lo que lo convierte en la persona adecuada en el lugar correcto y en el momento oportuno”, lo ensalzó Stiglitz.
“Guzmán obtuvo un codiciado puesto en la Universidad de Columbia, donde forjó una carrera académica y se convirtió en un influyente experto en debates políticos cruciales a nivel nacional y mundial. Ha testificado ante el Congreso de los Estados Unidos sobre la crisis de la deuda de Puerto Rico y ha hablado en las Naciones Unidas sobre la necesidad de un mejor sistema internacional para resolver las crisis de la deuda soberana. En los últimos años ha dividido su tiempo entre Nueva York y Argentina, donde es profesor de macroeconomía en la Universidad de Buenos Aires”, fue el racconto que hizo el premio Nobel sobre la carrera del ahora ministro de Economía.
Stiglitz y Guzmán escribieron distintos trabajos académicos sobre deuda soberana y los procesos de reestructuración.
“Gracias por tus palabras y por tu apoyo @JosephEStiglitz. Es un enorme honor y privilegio haber trabajado junto a vos y aprender a tu lado. Ahora es el tiempo de sacar a la Argentina de la crisis en la que está y ponerla nuevamente de pie”, le respondió en ese momento Guzmán. Ya al frente del Palacio de Hacienda, en una entrevista el funcionario habló brevemente sobre su relación con Stiglitz: “Es un colega con quien tengo una relación muy cercana, con quien trabajé muchos años y hay un alineamiento en cómo uno piensa el rol del Estado”.
Poco tiempo después de asumir en el Palacio de Hacienda, Guzmán y Stiglitz compartieron el último seminario académico juntos en el Vaticano, que tuvo lugar en febrero pocas semanas antes de la irrupción de la pandemia a nivel mundial. Fue un evento organizado por el Papa Francisco sobre la deuda internacional y también estuvo presente la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Fue el primer acercamiento entre el ministro y la máxima funcionaria del organismo, cuando el Gobierno se aprestaba a comenzar el proceso de renegociación con los bonistas privados.
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