La recaudación bonaerense cerró 2020 con un crecimiento interanual de 27,6% y quedó por debajo de la inflación

Los recursos propios de la provincia de Buenos Aires fueron afectados por el impacto de la crisis sanitaria. A lo largo del año pasado alcanzaron un total de $467.016 millones, según informó la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA)

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La recaudación de la provincia que gobierna Axel Kicillof quedó por debajo de la inflación del año pasado que fue del 36,1%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
La recaudación de la provincia que gobierna Axel Kicillof quedó por debajo de la inflación del año pasado que fue del 36,1%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

En línea con la recaudación nacional, -cerró 2020 con una variación de 32%- los recursos propios de la provincia de Buenos Aires alcanzaron a lo largo de 2020 un total de $467.016 millones, monto que representa una suba interanual de 27,6%, según se informó hoy oficialmente.

De esta manera, la recaudación provincial quedó por debajo de la inflación del año pasado que fue del 36,1%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

El director de ARBA, el organismo recaudatorio de la provincia, Cristian Girard, explicó que “entre marzo y abril de 2020 la recaudación sintió el impacto más profundo de la crisis sanitaria. Luego de esa caída, comenzó a revertirse la tendencia y se inició una progresiva recuperación que fue consolidándose con el correr de los meses”.

En el transcurso de 2020, el Impuesto sobre los Ingresos Brutos exhibió un crecimiento de 29,1%, totalizando $339.086 millones, y esa evolución tuvo como marco una caída implícita del nivel de actividad que estuvo en torno del 9,7%, con un impacto negativo que fue heterogéneo y afectó de manera diferente los distintos rubros de la economía.

Respecto del tributo de Sellos, la recaudación alcanzó los $37.043 millones, con una suba de 22,9%, y en este caso la evolución del impuesto se vio perjudicada, en particular entre abril y mayo de 2020, por impacto de la crisis sanitaria en los rubros inmobiliario y automotriz. A partir de ahí, se observó una recuperación que fue coincidente con la mejora evidenciada en esos sectores.

El Impuesto Inmobiliario Urbano (Edificado y Baldío) aportó en 2020 un total de $28.276 millones, con un incremento interanual de 41%, mientras que el Inmobiliario Rural sumó $14.131 millones, con una mejora de 40,6% en comparación con 2019.

“Entre marzo y abril de 2020 la recaudación sintió el impacto más profundo de la crisis sanitaria. Luego de esa caída, comenzó a revertirse la tendencia y se inició una progresiva recuperación que fue consolidándose con el correr de los meses” (Cristian Girar, titular de ARBA)

A lo largo del año, Automotores y Embarcaciones Deportivas totalizaron $37.653 millones, con un crecimiento de 28,5%, en tanto los planes de regularización sumaron $9.934 millones y el tributo a la Transmisión Gratuita de Bienes aportó $893 millones.

En cuanto a los efectos negativos provocados por la pandemia, por un lado generó una caída notoria en el nivel de actividad, que tuvo su impacto en la evolución de Ingresos Brutos y Sellos; y por otro, afectó la cobrabilidad de todos los impuestos patrimoniales, en particular automotores y embarcaciones, destacó ARBA.

Las medidas de ARBA destinadas a paliar la crisis y la paulatina recuperación del nivel de actividad, con su impacto favorable en el poder adquisitivo de los contribuyentes, fueron menguando ese deterioro de la cobrabilidad, sobre todo a partir de la segunda mitad de 2020, lo que se tradujo en una progresiva mejora de la recaudación, según se informó.

Cabe recordar que la recaudación de impuestos a nivel nacional tuvo una variación de 32% nominal a lo largo de 2020, según informó el Ministerio de Economía. De esta manera, quedó por debajo de la inflación de 36,1% registrada en el período. Un tributo clave como los derechos de exportación tuvo un desplome nominal de 55% en diciembre y de casi 3% durante todo el año pasado.

El balance de los ingresos tributarios terminó siendo negativo por el impacto inicial de la pandemia en la actividad económica, que desplomó los niveles de recaudación del fisco, aunque comenzaron un proceso de recuperación en paralelo al repunte de la actividad, en la medida en que distintos sectores productivos fueron habilitados a volver a sus tareas.

Según informó el Palacio de Hacienda, en los últimos cuatro meses de 2020 el ritmo de variación interanual de los ingresos tributarios estuvo por encima de la inflación de ese período. En diciembre, sin ir más lejos, fue de 38 por ciento.

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