El Gobierno explicó el resultado comercial deficitario de diciembre (de USD 364 millones) por el paro de tres semanas del gremio de aceiteros, pero la foto del cierre de 2020 preocupa. Sin esa situación particular, la balanza ya venía en franco deterioro desde agosto del año pasado, por lo que el foco hoy está puesto en lograr un crecimiento de las exportaciones y en frenar las importaciones que no sean destinadas a la producción local. El principal problema hoy es que no hay dólares y, en la visión oficial, la recuperación de las reservas será un camino gradual.
En este contexto, que ya se viene explicitando desde el año pasado pero que con el rebote de la economía comienza a sentirse más por la necesidad de las empresas de importar más, es que el Gobierno comenzó a reunirse con el sector empresario para fijarles cuál será la pauta de comercio exterior 2021. Con el formulario que deben completar ante la AFIP lleno, los funcionarios de la Secretaría de Industria comenzaron a hacer la devolución. Con algunas firmas se está reuniendo de forma presencial, mientras que con otras sólo basta con un llamado telefónico.
De hecho, con varias de las terminales automotrices ya hubo encuentros, en tanto que esta semana será el turno de los supermercados, según confirmaron fuentes empresarias. La línea que están bajando los funcionarios es que no autorizarán un cupo mayor al efectivamente concretado en 2020, o en algunos casos un leve excedente; por lo tanto, un salto más importante en el nivel de compras al exterior deberá estar compensado por un aumento en la exportación. Otra opción es avanzar con una mayor localización de insumos locales para liberar cupo para otros productos.
“Nos habían pedido en diciembre nuestro plan anual de producción, exportación, localización e importación para este año y tuvimos una reunión el mes pasado en la que nos dijeron que estaban de acuerdo en todo, pero que en cuanto a las compras al exterior, lo iríamos viendo mes a mes”, dijeron fuentes de una automotriz. Como gran importador, no sólo de piezas sino también de autos terminados, el sector ya venía desde el año pasado con fuertes restricciones en la aprobación de las licencias no automáticas. Para este año, la preocupación es mayor, ya que la industria arrancó el 2020 con importantes stocks, que hoy ya no existen; y la proyección de patentamientos asciende a los 450.000, que representa 30% más en términos interanuales.
Los funcionarios niegan los planteos de los empresarios en cuanto a que no se aprueban los permisos para importar; por el contrario, afirman que el nivel de autorizaciones fue alto
Fuentes de esta terminal valoraron que durante enero el Gobierno autorizó las licencias con las que se había comprometido -que igualmente eran menos que las pretendidas- y están a la espera del encuentro de febrero para que les avisen cuál será el nivel de aprobación de este mes. Según les dijeron los funcionarios -del equipo del secretario de Industria, Ariel Schale-, el monitoreo será permanente durante el primer trimestre, ya que en marzo podría haber un fuerte aluvión de dólares por la cosecha gruesa y eso descomprimiría la apretada situación actual.
“Este año empezamos con un cupo limitado de importaciones. El 2020 lo habíamos empezado sin limitaciones. Hay que ver cómo sigue. Lo importante acá es si vamos a poder alcanzar los objetivos de negocios con los niveles que nos están aprobando. Y yo no creo”, admitió un importante directivo de otra automotriz, y agregó: “Los que más exportan podrán importar más”.
El presidente de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), Rubén García, confirmó a Infobae que “algunas empresas han tenido llamados de la Secretaría en los que les avisaron que les darán bastante menos de lo que habían pedido en el plan presentado”.
“Te hacen un aviso protocolar de algo que en 2020 no cumplieron. Una vez que presentaste las proyecciones, te llama una persona y te dice ´te vamos a dar X’, siempre menos, y en 2020 ya había sido menor que en 2019. Hoy te piden igual que el año pasado que bajó abruptamente el trabajo. Lo único que están haciendo es achicando el comercio y el trabajo”, se quejó el directivo.
El sector del supermercadismo es otro que suele importar cantidades importantes de mercadería y ha sufrido las consecuencias del regreso de la administración del comercio. Los mayores inconvenientes se detectan en los rubros de juguetes, textil y electrónica/electrodomésticos, ya que además del cuidado de los escasos dólares que hoy tiene la Argentina, el Gobierno busca proteger la producción nacional. Fuentes de una cadena precisaron que pudieron importar mercadería por unos USD 40 millones cuando el objetivo era hacerlo por USD 50 millones y tuvieron problemas con mercadería que quedó demorada en la Aduana y que “seguramente será descontado del cupo previsto para 2021″.
Las empresas que reciben el llamado del Gobierno con la buena noticia de que “el plan presentado fue aprobado” son aquellas que prevén un aumento en las exportaciones y una disminución de las importaciones, el esquema ideal para el equipo que lidera Matías Kulfas. Le ocurrió a una importante firma de consumo masivo, que recibió ayer el llamado esperado, pero que al mismo tiempo tiene licencias no automáticas sin aprobar desde hace cinco meses.
Frente a estos planteos de los empresarios de que no se aprueban los permisos para importar, los funcionarios lo niegan y afirman, por el contrario, que el nivel de autorizaciones fue alto. De hecho, las compras al exterior entre noviembre y diciembre del año pasado tuvieron un aumento interanual superior al 20% y eso hizo que, conjuntamente con una caída superior de las exportaciones, el superávit se fuera consumiendo. Pero ya diciembre mostró déficit y la situación hacia adelante no se presume alentadora en materia de exportaciones -más allá del efecto cosecha-, por lo que el sector empresario imagina un 2021 igual o más restrictivo que el año pasado.
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