Tal como estaba previsto, el Gobierno extendió hasta el próximo 31 de marzo el programa Precios Máximos que no incluye, por el momento, aumentos autorizados a los productos de alimentos y limpieza, entre otros rubros. La decisión fue confirmada a través de la Resolución 112/2021, publicada este lunes en el Boletín Oficial.
Además, al igual que ocurrió las veces anteriores que se prorrogó esta medida, se intimó “a las empresas que forman parte integrante de la cadena de producción, distribución y comercialización” de los artículos incluidos en este plan, a “incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada y a arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión” durante este período.
Como habían adelantado fuentes oficiales a Infobae, el documento, firmado por la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, no autorizó nuevos incrementos para los bienes incluidos en la lista de este plan, por lo que seguirán congelados. “En ese sentido, actualmente se está evaluando la situación de algunos productos que no inciden en el consumo diario o que son producidos por muchas pymes para excluirlos del listado”, explicaron.
Si bien a mediados de enero, la Secretaría de Comercio eliminó del catálogo una serie de bienes que no eran considerados de primera necesidad, las autoridades nacionales remarcaron que “en el contexto actual es necesario continuar con el congelamiento de precios finales, con algunas revisiones y monitoreos”.
Este domingo se venció el plazo original de vigencia de Precios Máximos, un programa que fue implementado a fines de marzo y que obligó a los supermercados a retrotraer los precios al 6 de marzo, tras una serie de incrementos en las góndolas que había detectado el Poder Ejecutivo con el inicio de las medidas de aislamiento social.
De esta manera, el valor al público de unos 2.300 productos quedó congelado durante varios meses. Sin embargo, el Gobierno habilitó un primer incremento en julio y un segundo en octubre, que fueron de hasta 6% en algunos productos.
El desarme paulatino de este programa es uno de los reclamos de los empresarios del sector, que aceptaron incorporar más productos a Precios Cuidados a cambio de dejar de mantener fijos algunos precios.
Tras el acuerdo con la industria de la carne, la Casa Rosada apunta a buscar más arreglos con otras cadenas de valor como el trigo, el girasol o el maíz, que son insumos para la fabricación de alimentos, en medio de la inflación de las últimas semanas. Desde el campo aseguran que no hay peligro de desabastecimiento de esos bienes.
La exploración de acuerdos con el sector agrario pasó por varias idas y vueltas en las últimas semanas. Por un lado, el Gobierno puso un freno a las exportaciones de maíz y, tras negociaciones con el sector, terminó por levantar la restricción, con el acuerdo entre el sector privado y el público de monitorear el abastecimiento para el mercado interno. Las mesas del maíz y el trigo se reunieron la semana para debatir sobre la situación de cada sector y sobre lo que, anticipan, serán las discusiones en lo sucesivo con el Gobierno nacional.
Entre los considerandos de la Resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial, el Gobierno sostuvo que es deber del Estado “garantizar los derechos esenciales de la población y su goce efectivo, resultando un interés prioritario asegurar el acceso equitativo sin restricciones a los bienes básicos, especialmente a aquellos tendientes a la protección de la salud, alimentación e higiene individual y colectiva”.
En este sentido, recordó que el programa Precios Máximos se implementó a comienzos de la pandemia, “habiéndose observado un aumento generalizado e irrazonable de precios de alimentos, productos de higiene y cuidado personal”.
Por esta razón, el Poder Ejecutivo resaltó que la decisión de extender esta medida “es temporaria” y resulta “necesaria, razonable y proporcionada con relación al desafío que enfrenta nuestra Nación”.
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