Alberto Fernández les prometió a los empresarios chilenos que levantará las restricciones al movimiento de capitales y los controles cambiarios cuando la economía se recupere. El jefe de Estado mantuvo este miércoles una reunión con un grupo de ejecutivos de ese país durante su visita oficial a Santiago.
El encuentro con los empresarios tuvo lugar en el patio de la Embajada Argentina en Chile. Durante el diálogo, los representantes de grandes compañías chilenas plantearon distintos reclamos. El principal tuvo que ver con los controles cambiarios por los cuales las empresas no pueden acceder a dólares para comprar insumos en el exterior o la dificultad para girar dividendos a las casas matrices como consecuencia del cepo cambiario.
Según pudo saber Infobae, Alberto Fernández fue receptivo con los cuestionamientos de los ejecutivos: “Entiendo las razones de ustedes”, les dijo. De todas formas, justificó la cantidad de medidas restrictivas para el mercado cambiario en “una situación económica muy difícil que heredé”, les explicó y que incluso “los controles ya habían empezado durante el Gobierno de Macri”.
El jefe de Estado mantuvo este miércoles una reunión con un grupo de ejecutivos de ese país durante su visita oficial a Santiago y habló de inversiones en Vaca Muerta.
Hacia adelante, la estrategia que planteó el jefe de Estado argentino fue la de vislumbrar una relajación de los controles de capitales y del mercado de cambios en la medida en que la economía se recupere tras el golpazo a la actividad que representó la pandemia. “No estoy enamorado de este tipo de medidas”, planteó Alberto Fernández a los empresarios, “pero en esta coyuntura dependemos de las reservas”, concluyó.
Entre otros, estuvieron presentes en la reunión con el mandatario argentino el presidente de Cencosud, Horst Paulmann; el gerente de la celulosa Arauco, Charles Kimber; el gerente de Gas Natural Fenosa, Antonio Gallart; el gerente de la celulosa CMPC, Francisco Ruiz Tagle y el vicepresidente de Embotelladora Andina, José Antonio Garcés. También escucharon a Fernández Juan Ignacio Sutil Servoin (Empresas Sutil), Rodrigo Javier Hinzpeter Kirberg (Compañía Cervecerías Unidas), Bernardo Larraín Matte (Colbun), Antonio Gallart Gabas (Naturgy), Paolo Pallotti (Enel), Denisse Abudinen Butto (Empresa Nacional de Petróleo) y Manuel José Prieto (Sofofa). En el encuentro estuvo presente la subsecretaria del Mercosur y Negociaciones Económicas Internacionales, Rossana Surballe.
En una conferencia de prensa posterior, Fernández consideró que su visita a Chile fue “un viaje muy interesante para poner en marcha muchas cosas en común”. “Chile es un país que invierte mucho en Argentina. Hay empresas muy importantes y yo quiero que ellos sigan apostando al país. Quiero que se queden y sigan invirtiendo y que puedan crecer, que es lo que nos interesa”, destacó.
Fernández calificó de “muy buenas” las reuniones que mantuvo con empresarios del país trasandino con inversiones en la Argentina. “Tenemos que ver la manera de salir en conjunto, pero evidentemente este es un año que para la Argentina puede ser muy bueno y los sucesivos también, de eso no tenemos dudas”, señaló. Y detalló que tanto con empresarios como con el presidente chileno Sebastián Piñera comenzaron a hablar sobre posibles acuerdos en materia energética relacionados al gas que se produce en el yacimiento de Vaca Muerta.
Hay empresas muy importantes y yo quiero que ellos sigan apostando al país. Quiero que se queden y sigan invirtiendo (Fernández)
En un sentido similar a lo que comentó Alberto Fernández ante los empresarios chilenos se había pronunciado un día antes el ministro de Economía Martín Guzmán durante una exposición en la Universidad Nacional de La Pampa. “Tenemos controles de capital estrictos que vienen de la crisis cambiaria de 2018, aunque necesitamos regulaciones macroprudenciales de capitales que respondan a objetivos de acumulación de reservas”, explicó.
El jefe del Palacio de Hacienda suele considerar en sus intervenciones públicas que el nivel de regulaciones cambiarias y de capitales que tiene el país son las de una economía “defensiva”, y que el Gobierno necesitará como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional establecer metas de acumulación de reservas para los próximos años y, con ese punto de partida, apuntar a “relajar los controles”, afirmó el ministro.
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