El unicornio fundado por Marcos Galperin es la empresa argentina que mejor desempeño tuvo durante la pandemia. El crecimiento de Mercadolibre no es nuevo, pero la transformación de la vida cotidiana a la que forzó la crisis sanitaria causada por el coronavirus Covid-19 potenció el comercio a distancia sin traslados ni cercanía social como nunca antes. Como resultado, la empresa creada en 1999 se transformó en la más grande de Latinoamérica.
Es común que el papel de MELI, el código bajo el cual cotiza la acción en Nueva York, suba cuando el mercado baja. O, más aún, que supere a sus pares en momentos de alza de la plaza en general y sufra menos las pérdidas en días de caídas.
Las acciones del operador del mercado y sistema de pagos online ganaron un 14,77% en el último mes. En ese mismo periodo, el sector de comercio minorista-mayorista de Wall Street ganó un 1,92%, mientras que el S&P 500 ganó un 4,43%.
Mercadolibre tratará de mostrar su fortaleza a medida que se acerca su próxima publicación de resultados. Ese día, se prevé que presente beneficios de USD 0,39 dólares, lo que representaría un crecimiento interanual del 135,14%. La estimación de consenso más reciente prevé que sus últimos ingresos trimestrales ronden los USD 1.230 millones, un 82,49% más que en el periodo anterior.
La cotización de Mercadolibre cerró el viernes pasado a USD 1.965,05 por unidad. Ese valor se compara con una oferta pública inicial (OPI), el lanzamiento al mercado de las acciones de la empresa, que en octubre de 2017 se pactó a un precio de USD 18 por acción (para cerrar ese primer día de operaciones arriba de los USD 40).
Desde su primer día en el mercado, entonces, la acción gana más de 10.800%.
Dicho de otra manera, una inversión minorista de apenas USD 1.000 al momento de la salida al mercado se hubiera transformado hoy en algo menos de USD 110.000 (USD 109.169,45), es decir, se hubiera multiplicado 109 veces.
Sorprendentemente, no es el comercio electrónico lo que entusiasma a la mayoría de los inversores conocedores del futuro de Mercadolibre
De la mano de la disparada en la valuación de los activos del mercado que se explica en parte por la enorme inyección de liquidez que hicieron los bancos centrales de los países desarrollados como respuesta a la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, los inversores dudan respecto de hacer nuevas apuestas por las empresas tecnológicas que más ganaron en los últimos meses. Pero todavía quedan quienes le ven potencial al papel de la empresa de Galperin.
Un reciente informe de Jamal Carnette en The Motley Fool, por ejemplo, señala que si bien el valor de la empresa ya no es barato -cotiza a 25 veces sus ventas mensuales-, hay dudas respecto a la renovada competencia que le presenta Amazon y se espera que su tasa de crecimiento se modere, todavía hay motivos que pueden sustentar una apuesta.
“Sorprendentemente, no es el comercio electrónico lo que entusiasma a la mayoría de los inversores conocedores del futuro de Mercadolibre. No es porque este segmento vaya mal -en el tercer trimestre, los usuarios activos únicos crecieron un 92% y el volumen bruto de mercancías (VBM) un 117% (moneda constante)-, sino su plataforma de pagos MercadoPago”, señaló el análisis.
“Inicialmente, el host de soluciones de pagos digitales fue diseñado para apoyar las transacciones en el sitio Mercadolibre, pero desde entonces se ha ampliado a una plataforma de pago fuera de la plataforma e incluso a un proveedor de gestión de activos. En el mismo trimestre, MercadoPago vio cómo su número de usuarios activos únicos alcanzaba los 60 millones, y más de la mitad lo utilizaba para usos fuera de la plataforma, como la compra de productos en una tienda de comestibles local o en una gasolinera. El volumen total de pagos (sin tener en cuenta la divisa) se disparó un 161% con respecto al trimestre del año anterior, con el volumen para usos fuera de la plataforma a la cabeza, con un crecimiento del 197%”, agregó.
Mercadolibre continúa por ahora liderando a las empresas de toda América Latina y goza todavía del visto bueno de los inversores. Es probable, sin embargo, que la mayor parte de la ganancia que puede darle a quienes confían en ella ya se haya concretado, pero un ejercicio interesante es ver cuánto ganaron quienes apostaron por el Amazon sudamericano en el momento en el que salió al mercado, allá por 2007.
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