La hotelería argentina atraviesa una gravísima crisis. El 70% de los establecimientos en todo el país están cerrados, coincidieron en recientes declaraciones Gabriela Akrabian, presidente de la Cámara de Hoteles de la Ciudad de Buenos Aires, y Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT).
La situación es aún peor en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), ya que los hoteles de la Ciudad dependen muchísimo del turismo extranjero, en particular brasileño, cuyos arribos disminuyeron 99%, mientras que el influjo de argentinos del resto del país disminuyó 90 por ciento.
Un estudio encargado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) a la consultora Invecq sobre el impacto de la pandemia en el sector precisó que el 90% de los propietarios debió endeudarse para mantenerse en pie y, de no contar con asistencia en 2021, 95% de las empresas no podrá afrontar sus costos cotidianos. En hotelería, preveía una caída del 90% para la temporada estival 2021, y en gastronomía del 80%, pero para los hoteles la situación es peor de lo previsto.
El 90% del sector debió endeudarse para mantenerse en pie y, de no contar con asistencia en 2021, 95% de las empresas no podrá afrontar sus costos cotidianos
Se trata de un sector intensivo en trabajo: el estudio realizado para Fehgra precisa que 4% de los puestos totales del sector privado, algo más de 650.000 empleos, son generados por la hotelería y la gastronomía. Y un análisis del Ieral de la Fundación Mediterránea para la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), precisó que hacia septiembre último el sector “Servicios de Alojamiento y servicios de Comida” ya registraba una baja de 15,5% en cantidad de empleados y 18% en cantidad de empleadores. El trabajo de Invecq para Fehgra, en base a datos del Indec estimó en 225.000 la pérdida de empleos en el sector hotelero y gastronómico.
Se trata, también, de otro sector apremiado por los impuestos: sin incluir el costo de las “habilitaciones” que en muchos municipios deben “renovarse” anualmente, un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal estimó que 37% del costo de alojarse en un hotel son impuestos: un 30,8% de origen nacional y 6,2% para los erarios provinciales y municipales.
En el último mes, precisó Akrabian, en la capital argentina cerraron de modo definitivo 15 hoteles. El portal inmobiliario Argenprop registra 188 establecimientos en venta, desde un hotel de 75 habitaciones y un precio pedido de USD 6,4 millones a pequeños establecimientos barriales de una o dos estrellas. En la mayoría de los casos el precio es a consulta y se subraya la confidencialidad.
El sector está de hecho en liquidación, pero los compradores no aparecen. “No hay absolutamente nada”, dijo a Infobae Noel Verger, director de la división Hoteles de la inmobiliaria L.J.Ramos.
El sector está de hecho en liquidación, pero los compradores no aparecen
La oferta, agregó Verger, abarca todo el espinel. Es grave, explicó, porque “un hotel no tiene otro uso, salvo soluciones como juntar habitaciones y hacer departamentos, o edificios de oficinas, o usos alternativos como el sector salud, que también está muy complicado”. Y en todos los casos se requiere una fuerte inversión previa.
Además, resaltó el experto en ese mercado, la cifra de ofertas puede ser mayor: hay hoteles en venta por diferentes canales, incluso Mercado Libre.
Según el Ente de Turismo de la Ciudad, en la Ciudad hay 547 “establecimientos hoteleros”, desde 34 hoteles Cinco Estrellas hasta 67 de una o dos estrellas y 213 “otros”, con un amplio abanico de tarifas.
Entre 40 y 50 hoteles aceptaron, en los meses iniciales de la pandemia, la oferta del gobierno de la Ciudad para usarlos como centros de aislamiento de argentinos repatriados y una cantidad menor todavía tiene habitaciones asignadas para el cuidado de enfermos de covid-19 que no requieren atención hospitalaria. El arreglo sólo achicó pérdidas: la Ciudad paga $1.500 por habitación y puso el personal de atención.
Respecto de los hoteles en venta, Elías, presidente de la CAT y dueño del Hotel Presidente, contó a Infobae: “En todos los niveles; obviamente a menor cantidad de estrellas mayor oferta de hoteles en venta, porque de alguna manera la decisión se planteó así. Son empresas familiares que no pueden seguir en esta situación. Además, una propiedad más grande es más difícil de lograr interesados”.
“A mí me llama la atención que haya 30% de hoteles abiertos; no creía que fueran tantos”, dijo Ricardo Boente, del grupo 525 Hotel, ex titular de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires.
Familia de hoteleros, Boente supervisa 3 hoteles (Impala, Embajador, Shelton). Ninguno está en venta, pero el empresario marca un oscuro panorama sectorial. “Hay una gran cantidad de hoteles con las puertas cerradas, algunas incluso tapiadas, y aún así los abiertos tenemos índices de ocupación de entre 3 y 12% como lo más alto en un día del mes; muchos propietarios y cadenas tienen que deshacerse de algunos activos para continuar con su vida empresarial”.
Muchos propietarios y cadenas tienen que deshacerse de algunos activos para continuar con su vida empresarial (Ricardo Boente)
Por eso, dijo Boente, no sorprende que haya tantos hoteles en venta “en un contexto desfavorable y sin perspectivas a corto y mediano plazo; es algo que se resolverá en el tiempo, no creo que sea algo inmediato”.
Las conexiones de la hotelería
Según Boente, sin ayuda del Estado será imposible sostener los hoteles. “Los gobiernos y la sociedad deben decidir si pretenden que la hotelería siga existiendo como tal. Un sector tan relacionado con otras industrias, prosiguió, dejaría sin trabajo a muchos que dependen directamente: además de los empleados de hotel, servicios diversos, desde lavado y blanquería, comercio en zonas turísticas, alquileres, servicios, insumos para el desayuno, vajilla, mantenimiento edilicio, reinversión, “que dependen de nuestra actividad y que tampoco reciben ingresos porque no los podemos pagar; incluso la tecnología: cable, servicios de internet, no se pueden mantener ocupando 2 o 3 habitaciones diarias. Uno arrastra cada día más pasivos y eso tiene consecuencias”. abundó el empresario.
La Ciudad estudia una moratoria del ABL (solo lo dispensó en junio y julio), pero ningún beneficio específico. Y Nación ya descartó extender el ATP y limitaría su ayuda al Repro II a partir de enero: unos $9.000 por empleado. Con esa suma, dijo Boente, “es imposible mantener la planta de personal”.
El empresario hotelero precisó que el salario bruto promedio en el sector es de $65.000 para una antigüedad promedio de 15 años y hoy la tarifa promedio que se está cobrando es de $2.900 más IVA para una habitación doble (dos personas) en un Tres Estrellas. La cantidad directa de empleados de un establecimiento es, según los servicios que ofrece, entre 35 y 50% de la cantidad de habitaciones: un hotel de 100 habitaciones necesita entre 35 y 50 empleados directos. “¿Cuántas noches hay que vender sólo para para pagar el personal?”, pregunta retóricamente Boente. “Con los actuales niveles de ocupación, es imposible”.
Por eso, concluye, “esto va a estallar en una crisis y quiebre total de la actividad si el Gobierno no lo entiende; no se trata de salvar a un sector empresarial, sino de que una actividad no desaparezca”. Los hoteles del país, dice, emplean 500.000 personas en forma directa.
Sin horizonte cierto
Osvaldo Lombardi, ex Director de Desarrollo Turístico de la Ciudad, describió como “crisis profunda” la de la hotelería, en particular en CABA “y sobre todo de la hotelería independiente, que es básicamente nacional y no tiene espalda para bancarse todo este proceso”. Y como no hay horizonte cierto de recuperación, agregó, tampoco hay compradores para los establecimientos en venta.
En CABA, dijo, “”todo fue peor: no veníamos de movimientos turísticos importantes, desde 2005 estaba todo muy parecido en flujos turísticos de afuera y venía bajando el flujo turístico del interior. Incluso los fines de semana largos la gente ya no venía tanto y esto lo terminó de golpear”. Los flujos turísticos, completó, “marcan el ritmo y determinan la profundidad de la crisis” de un sector que ya había sentido el impacto del crecimiento de las plataformas de reserva, como Airbnb.
“La situación es desesperante”, dijo Roberto Amengual, presidente de la cadena de Hoteles American y de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT). “La temporada es peor de lo que se esperaba después de que los hoteles estuvieron 10 meses cerrados; es una situación delicada en lo financiero y en lo económico y el ATP se acabó, lo cual también habla de que no supimos transmitir totalmente la gravedad de la situación que atravesamos”, contó a Infobae.
La situación es desesperante (Roberto Amengual)
Las empresas hoteleras, abundó Amengual, acumulan deudas impositivas, laborales y con proveedores. “En Iguazú se está hablando de un ATP provincial, pero en CABA no hubo préstamos del Banco Ciudad y sólo condonaron dos meses el ABL; y también se entiende -añadió- la Ciudad está en una situación complicada”.
La cadena Amerian tiene 20 hoteles, de los cuales 16 están abiertos, con plazas que funcionaron mejor, como Carlos Paz (80% de ocupación), Villa María (45%) y Catamarca (27%), pero en CABA tiene sus dos establecimientos cerrados.
Sobre el panorama de los cerca de 200 o más hoteles en venta, Amengual dijo a Infobae que “siempre aparecen oportunistas, porque con el flujo actual las valuaciones son muy bajas y hay inversores que pueden intentar aprovechar”. Pero hasta eso está en duda. Además, recordó, cuando se reglamente el impuesto a la riqueza, cualquier establecimiento con 30 habituaciones será alcanzado, otro mazazo.
Cuando se reglamente el impuesto a la riqueza, cualquier establecimiento con 30 habitaciones será alcanzado; otro mazazo
Según Amengual, el ATP representó hasta diciembre cerca del 30% de los salarios del personal de hotelería. Otro beneficio fue la rebaja de aportes patronales. Pero el Repro II, con sus $9.000 por empleado, no alcanza ni para empezar. “Hasta ahora con préstamos, reservas y otros tipos de deuda se podía hacer frente a la diferencia del costo de los equipos de trabajo; ahora se viene el desafío de cómo mantener un sector intensivo en mano de obra sin asistencia estatal”, concluyó el empresario.
Graciela Fresno, presidente de Fehgra, calificó de “acuciante” la situación de la hotelería. “Después de un 2020 crítico, los hoteles en más de 70% están cerrados; el turismo internacional disminuyó 99% y el nacional 90%; no hay trabajo, no hay casi ocupación. En CABA se ocupan 1, 2 ó 3 habitaciones por hotel. Imposible cubrir costos, así las empresas no se pueden sostener”, dijo la dirigente gremial.
En CABA se ocupan 1,2 o 3 habitaciones por hotel. Imposible cubrir costos, así las empresas no se pueden sostener
Fehgra envió una carta al presidente Alberto Fernández, con copia a varios ministros, alertando sobre la situación, pero aún no tuvo respuesta. “Sin ATP, con prohibición de despido, doble indemnización y los gremios que quieren 34% de aumento, la única salida es vender el inmueble, pero no hay compradores”, resumió la situación.
Aparte de los $9.000 del Repro II para los empleados que empezaría a abonarse en enero, destacó la entidad, el ministro de Turismo, Matías Lammens, estudia una ayuda adicional. Aún no hay novedades “pero nosotros tenemos que pagar los sueldos mes a mes”, dijo Fresno, quien además se quejó de que el Repro II abarque solo a la hotelería, no la gastronomía.
La hotelería es un sector importantísimo en CABA, destacó Fresno, pero el Gobierno de la Ciudad solo atinó a condonar dos meses del ABL, a pesar de que los hoteles estuvieron cerrados desde el 20 de marzo. “Es un chiste”, dijo. En cuanto a los establecimiento en venta, la titular de Fehgra remarcó: “Siempre hay gente que pregunta, pero en esta instancia es difícil que haya alguna operación”.
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