En un 2020 atravesado por el coronavirus y pese a enormes dificultades climáticas y económicas, una vez más la cadena agroindustrial demostró un gran desempeño ante una demanda mundial de alimentos que también sufrió los efectos de la pandemia.
En ese sentido, un informe elaborado por Emilce Terré, economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), reflejó que en el último año las exportaciones de cereales y oleaginosas alcanzaron las 56,5 millones de toneladas. Se trata de un 6% de caída en comparación con 2019, pero es el segundo mayor volumen de la historia y un 23% por encima del tonelaje promedio exportado los últimos 5 años.
“El desempeño del agro argentino probó ser una de las pocas ramas cuyo desempeño exportador continuó mostrando la pujanza que lo caracteriza, adaptándose a los protocolos sanitarios, a las dificultades que impuso la bajante histórica del Río Paraná, que alcanzó su nivel más bajo en 50 años, y la incertidumbre macro general”, dijo la economista en su estudio.
El maíz fue el cultivo que más se destacó y mostró cifras históricas. Con un volumen exportado de 36 millones de toneladas, representó cerca del 64% del total exportado en 2020, alcanzó el mayor nivel de comercialización al mundo de la historia y superó en más del 50% el promedio despachado en el último lustro. Hace apenas 5 años, las exportaciones eran de 15 millones de toneladas, menos de la mitad de lo que se exportó durante el año pasado. A precios de hoy, ello representa un aporte adicional en divisas superior a los 5.000 millones de dólares.
Por otro lado, el relevamiento destacó el aumento del 43% de las ventas al exterior de sorgo, de la mano de una mayor demanda por parte de china. El total exportado en el período analizado fue de 629.058 toneladas.
En lo que respecta al complejo sojero, las exportaciones de poroto cayeron un 30% y alcanzaron los 6,6 millones de toneladas. Según explicó la economista de la BCR, el año pasado impactó la menor producción de soja y la pérdida de competitividad del grano en comparación con Estados Unidos y Brasil, dos grandes proveedores mundiales de la oleaginosa. " La depreciación del real brasilero y la recuperación de la demanda externa permitieron que en el vecino país el precio doméstico de la soja alcance máximos históricos disparando un volumen récord de ventas al exterior”, dijo Terré.
Y agregó: “En tanto que la primera fase del acuerdo comercial entre el gigante asiático y Norteamérica revitalizó los envíos de esta última, fundamentalmente desde el mes de septiembre junto con el ingreso de la nueva cosecha estadounidense. Hasta agosto, en efecto, los embarques de soja venían superando los del año anterior pero la caída de septiembre en adelante fue abrupta”.
En el sector de los cultivos de invierno también hubo mermas en las exportaciones como consecuencia de una menor cosecha, donde los 10,25 millones de toneladas de trigo fueron las exportaciones más bajas desde 2016, y las de cebada registraron las más bajas desde 2017, con 2,6 millones de toneladas.
Terminales portuarias
El informe de la Bolsa de Rosario también destacó que las terminales portuarias del Gran Rosario son las que mayor participación tuvieron en el total exportado durante el año pasado, representando el 68% de los embarques totales de granos de la Argentina, en línea con sus máximos históricos.
La zona de San Lorenzo (nodo que agrupa las localidades de Timbúes, Puerto General San Martín y San Lorenzo) significó el 42% de los despachos totales, y Rosario (que contiene los puertos de Arroyo Seco, General Lagos, Punta Alvear, Rosario y Villa Gobernador Gálvez) el 25%.
Además, los puertos del sur de Santa Fe significaron en 2020:
- El 79% del maíz de origen argentino (y el 81% del maíz paraguayo), por un total de más de 28,3 millones de toneladas.
- El 67% del trigo, por un volumen total de 6,9 millones de toneladas.
- El 37% de los embarques de poroto de soja por un total de 2,4 millones de toneladas.
- El 60% del sorgo, con despachos cercanos a las 375.000 toneladas.
Por último, el estudió señaló que “si bien el fuerte de las terminales portuarias del Gran Rosario ha sido históricamente el embarque de los productos obtenidos del procesamiento de granos, mayormente harinas y aceites, entre otros, en los últimos 25 años el nodo se ha posicionado como la mayor puerta de salida de los cereales y oleaginosos argentinos al mundo, de la mano del crecimiento de la producción agrícola en las Regiones Centro y Norte del país”.
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