Los últimos datos del mercado laboral procesados por el Indec para estimar la distribución de la generación del ingreso determinaron que en el tercer trimestre de 2020 había en actividad cubiertos 18,8 millones de puestos de trabajo, 2 millones menos que en el momento previo a la crisis sanitaria que generó la llegada de COVID-19, los cuales en conjunto se ocupaban, equivalente anual, 25.875 millones de horas.
Si de los 365 días del año se restan los 104 que corresponden a sábados y domingos y unos 20 días de feriados y no laborables, principalmente en la administración pública, más una media de 28 días por vacaciones y licencias varias del personal, sea asalariado o independiente, surge que en general se trabajan unos 215 días al año, con un promedio simple de 6,4 horas por jornada entre julio y septiembre 2020, con un desagregado global de 5,9 horas en el sector público y 6,5 horas en el total privado, el cual se desagrega en 6,4 horas entre los asalariados registrados y 5,1 horas entre los que no están anotados en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Si bien esos valores se ubican entre los mínimos históricos de la serie del Indec que comienza en el primer trimestre de 2016, el ejercicio que hizo Infobae de relacionar los datos de horas trabajadas y puestos de trabajo, determinó que como promedio general en el trienio la jornada laboral se ubicó por debajo de 8 horas diaria, con máximos en torno a 14 horas en la actividad pesquera y algo más de 10 horas en la explotación de minas y canteras y del transporte y comunicaciones; y mínimo en torno a 4 horas en la enseñanza, tanto en el sector público como privado -por puesto-, como en los hogares privados con servicio doméstico, el cual comprende no solo limpieza, sino también cuidado y mantenimiento de jardines, pileta y exteriores en general.
El promedio del sector público trabajó 5,9 horas diarias, fue de 6,5 horas en el total privado, el cual se desagregó en 6,4 horas entre los asalariados registrados y 5,1 horas entre los que no están anotados
Destacan los expertos del mercado laboral que una de las limitaciones a un mayor nivel de carga horaria promedio, como forma de mejorar la generación de ingreso por parte del trabajador es la legislación impositiva, porque impone el pago de Ganancias a partir de un umbral muy bajo de ingreso, menos del equivalente a USD 1.000 al cambio oficial y unos USD 600 al tipo financiero, o contado con liquidación, el cual en algunas actividades se alcanza con extender la jornada con pago extra en una o dos horas diarias.
Por otra parte, la excesiva regulación del mercado de trabajo, con elevadas cargas sociales y previsionales, junto a prohibiciones de despidos y singulares penalidades, aun en casos extremos como provocaron las medidas preventivas de aislamiento social y restricción a la movilidad de trabajadores que fueron decretados como “no esenciales”, contribuyeron a mantener una muy baja tasa de participación de la población en el mercado laboral.
Generalizada caída por la crisis sanitaria
La irrupción de la pandemia de COVID-19 provocó una generalizada disminución de los puestos de trabajo y de las horas trabajadas, tanto globales como promedio diario por trabajadores, con muy pocas excepciones.
En términos de puestos, el nivel de posiciones activas estimadas por el Indec en el tercer trimestre de 2020 fue poco más de 2 millones menor al que midió en el primer cuarto del año, con caídas de diversa intensidad entre los 15 de los 19 sectores considerados y aumentos de 11,6% en el agro (145.815); 6,9% en los proveedores de servicios públicos de electricidad, gas y agua (8.231); 0,6% en el sistema de enseñanza pública (11.829) y 0,4% en servicios sociales y de salud pública (2.122 casos).
La irrupción de la pandemia de COVID-19 provocó una generalizada disminución de los puestos de trabajo y de las horas trabajadas, tanto globales como promedio diario
Mientras que el total de horas trabajadas por el total de los puestos activos, sea en forma presencial, como remota, cayó de un máximo equivalente anual de casi 34 mil millones en el último trimestre de 2019, a poco más de 20 mil millones de horas en el segundo de 2020 y se recuperó parcialmente en los tres meses siguientes a cerca de 24 mil millones.
En este caso, sólo superaron los valores previos a la irrupción de COVID-19 el agro en 284 millones (15,1%) y la enseñanza en el sector público 16 millones de horas (1,4%), pese a que estuvieron cerrados los establecimientos y una parte del alumnado no tuvo acceso a la educación remota por las limitaciones de conectividad, sea por falta de equipo como de acceso a la red.
La relación entre esos dos indicadores de puestos y horas trabajados arrojó, en valores aproximados, que la jornada laboral promedio pasó de 6,8 horas diarias en el primer trimestre 2020 a 5,5 en el siguiente y se recuperó parcialmente a 6,4 en el tercero.
La jornada laboral promedio pasó de 6,8 horas diarias en el primer trimestre 2020 a 5,5 en el siguiente y se recuperó parcialmente a 6,4 en el tercero
En este caso, de la estadística oficial surge que lograron superar lo niveles previos a la crisis sanitaria el agro 0,22 horas, promedió 7,2; el sistema bancario, pese a que mantuvo una limitada atención presencial al público, 0,12 horas (6,8); la actividad inmobiliaria 0,13 horas (6,7), los ocupados en servicios sociales y de salud privados 0,13 horas (5,7) y el sistema de enseñanza a cargo de la administración pública 0,03 horas (3,7 horas).
Pluriempleo
Un fenómeno propio en tiempos de crisis es que muchos trabajadores, sean asalariados o independientes, buscan generar ingresos adicionales a los habituales con pluriempleo como modo de compensar en algo la caída del poder adquisitivo, tanto por desactualización respecto al movimiento de los precios de los bienes y servicios que consumo, por disminución de la carga horaria que implica en algunos casos el recorte de las horas extras, y en otros de las suspensiones.
La relación entre la serie de puestos de trabajo que informa el Indec en la estadística de Generación de Ingreso con la proyección al total país de los datos de empleo de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en 31 aglomerados urbanos, posibilitó a Infobae detectar que en el conjunto de la economía casi 2 millones de personas tienen habitualmente más de un puesto de trabajo.
El nivel máximo de la serie que se inicia en el segundo trimestre de 2016 para los dos indicadores de empleo y puestos de trabajo se registró en el último cuarto de ese año, con 2,16 millones de personas; mientras que el punto mínimo se anotó entre abril y junio de 2019, con 1,3 millones.
A partir de ahí se inició un mini proceso de aumento parcial hasta 1,7 millones hasta el primer cuarto de 2020, aunque la limitada serie no permite afirmar cuánto respondió a factores estacionales y cuanto al surgimiento de oportunidades laborales complementarias a la habitual.
Sin embargo, el movimiento distintivo se observó con la aparición de la pandemia de COVID-19: a contramano de las notables caídas observadas en los puestos de trabajo y en el total de empleados, en blanco y negro, asalariado e independiente, el pluriempleo se intensificó y se elevó a 1,89 millones de casos en el peor momento de la recesión económica, segundo trimestre de 2020, y prácticamente se mantuvo en ese rango, 1,84 millones, en los tres meses siguientes.
Más del 80% de los trabajadores con pluriempleo lo hace en calidad de monotributista y asalariado o jubilado, en estos últimos casos como ingreso principal
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares no presentan la apertura por rama de actividad para poder detectar en qué sectores se observa más y menos casos de pluriempleos. Sin embargo, el cruce de las diferentes estadísticas oficiales permite afirmar que más del 80% de los trabajadores con pluriempleo lo hace en calidad de monotributista y asalariado o jubilado, en estos últimos casos como ingreso principal.
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