Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street cayeron hasta 12%

Los mercados norteamericanos, que subieron fuerte por el cambio de gobierno en EEUU, hicieron una pausa alcista. La Bolsa porteña perdió 3,5%

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Operadores realizan transacciones en el
Operadores realizan transacciones en el recinto de la Bolsa de Comercio porteña. (Reuters)

Los bonos y las acciones de Argentina cotizaron con amplias pérdidas de precios este jueves, frente a un ligero ajuste de los precios en los las bolsas de Nueva York, donde el Dow Jones finalizó con caída marginal, aunque el S&P 500 y el Nasdaq terminaron en positivo.

Wall Street venía de acumular ganancias entre 2 y 3 por ciento en enero, al calor del cambio de signo político en Washington, con la llegada a la presidencia del demócrata Joe Biden en reemplazo del republicano Donald Trump.

Los ADR de compañías argentinas que son operados en dólares en los mercados neoyorquinos retroceden de manera generalizada, con YPF a la cabeza. La estatal cayó 11,7%, a USD 3,25 dólares.

Las especies más representativas de Argentina terminaron con amplia baja: Mercado Libre (-2,2%), Grupo Galicia (-3,4%), Tenaris (-3,4%) y Telecom (-2%). Solo Corporación América terminó en alza (+1,3%).

Las cotizaciones de la petrolera llegaron a su precio más bajo desde el 30 de octubre, después de conocerse que Guillermo Nielsen será reemplazado por el diputado santacruceño Pablo González como presidente de la estatal, en medio de un dificultoso proceso para refinanciar obligaciones negociables por 6.200 millones de dólares.

“Los activos argentinos no logran acoplarse a los buenos síntomas que muestran los mercados de referencia”, comentó Javier Rava, director de Rava Bursátil. Añadió que “con una operatoria en la necesidad de motivaciones que impulsen a cambios significativos, ya que la valorización de los activos seguirá sujeta a la misma dinámica en que se aguardan detalles con el FMI que renueven expectativas o la preocupación por los casos de infecciones que siguen amenazando la economía”.

Los bonos soberanos en dólares con ley extranjera experimentaron un retroceso de precios del orden del 1,5% en promedio, mientras que el riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de tasas de los bonos del Tesoro con sus pares emergentes, subió 21 enteros para Argentina, a 1.441 puntos básicos.

El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires cayó un 3,5% por desconfianza inversora, a un cierre de 48.472 unidades. Se destacó la baja del 8,7% en pesos anotada por YPF.

La baja de los activos domésticos se producía por ventas de inversores en búsqueda de ganancias a corto plazo, que aprovechaban la reducida liquidez que impera en el mercado y las dudas que genera el futuro de la economía.

El gobierno de Alberto Fernández se encuentra negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un crédito de facilidades extendidas, en un marco de una economía recesiva y con alta inflación, más los efectos negativos de nuevos rebrotes de COVID-19.

En los últimos tiempos “hemos visto una divergencia entre la inflación y el tipo de cambio. Los precios suben, pero el tipo de cambio baja (…) Entre las tantas confusiones económicas que persisten en Argentina, esta es una de las más arraigadas. La relación es, en definitiva, al revés. Es la inflación lo que termina afectando al tipo de cambio”, explicó a Reuters el economista Nicolás Cachanosky, desde Estados Unidos.

Medido en dólares, el panel Merval cae 10% en enero y las acciones regresaron a sus precios más bajos en dos meses y medio

El Estado nacional registró en el 2020 un déficit fiscal primario de unos USD 20.796 millones al tipo de cambio oficial, equivalente al 6,5% del PBI, informó el miércoles el Ministerio de Economía. El déficit financiero anual, que incluye el pago de deuda, reflejó un 8,5% del PBI.

Mientras tanto, las acciones mundiales tocaron máximos históricos, para luego recortar posiciones, y el dólar caía, ya que los inversores apostaban a que un importante estímulo del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el apoyo permanente de los bancos centrales mundiales paliarían el daño económico causado por el coronavirus.

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