El “halcón” de la dolarización, Steve Hanke, afirmó que la inflación del año pasado llegó al 120 por ciento en la Argentina.
Hanke, que promueve que los países emergentes adopten al dólar como la única moneda de curso legal, mide la inflación en base a la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), en base al PBI per cápita de cada país.
Así, este profesor de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins diseñó el “Tablero de Inflación”, con los países que registran una suba de los precios anual superior al 25 por ciento. Según Hanke, “para los países con tasas de inflación elevadas, el método PPP ha demostrado ser muy preciso y fiable”, más que las cifras de sus propios institutos de estadísticas.
El propio Hanke, que desde la década del 90 promueve que la Argentina adopte al dólar como su moneda y “deje al peso en un museo”, como indicó en su diálogo con Infobae, reconoció en una nota del National Review que sus mediciones “de inflación PPA difieren de las últimas medidas oficiales registradas para cada país”
“Por ejemplo, la tasa de inflación PPA exacta para Argentina al 31 de diciembre de 2020 fue del 120% anual, mientras que la última tasa de inflación registrada oficialmente, para noviembre de 2020, fue del 35,8% anual” y terminó en 36,1% con el dato de diciembre.
En este sentido, el economista –que asesoró al gobierno de Carlos Menem y al de Jamil Mahuad en Ecuador, en este caso en forma exitosa, para que dolarizara su economía- reconoció que esta brecha tiene más de una explicación.
De inmediato, subrayó: “Dado el historial de Argentina, los datos oficiales podrían ser demasiado bajos debido a la manipulación de datos y al error de medición”, señaló, en relación a la estrategia de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner entre 2007 y 2015, que se corrigió en 2016 con Mauricio Macri.
“No olviden que el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una medida sin precedentes, llamó a Argentina para que modificara sus estadísticas de inflación en 2012. No sé hasta qué punto esos dos factores podrían haber contaminado los datos oficiales de Argentina sobre la inflación de noviembre de 2020”, señaló Hanke.
“El mayor factor que explica la diferencia de tasas es que la canasta de bienes utilizada por el gobierno para construir el índice de precios al consumidor incluye sólo 324 artículos. Esto puede parecer un gran número, pero representa una pequeña fracción de los artículos comprados y vendidos cada día en Argentina”, explicó.
“A diferencia de la canasta oficial, una canasta PPP incluye todos los bienes, servicios y activos que se intercambian en Argentina. Esto significa que la canasta del PPP es una canasta completa, con todo incluido. Así que mi medida de inflación incorpora los cambios de precio de todo lo que se compra y vende en Argentina, no sólo los artículos de la canasta del gobierno”, aclaró.
Además de las diferencias en el tamaño de las canastas y el momento de las mediciones, “la metodología de poder adquisitivo difiere de la utilizada en las medidas oficiales de inflación”. “Las medidas oficiales se calculan determinando los cambios en los precios de los artículos en moneda local de la canasta oficial. Estos precios se reúnen mediante el muestreo de los precios de los artículos de la canasta. Luego, se asignan ponderaciones a los artículos de la cesta oficial y se elabora un índice de precios”, detalló en relación al IPC.
Por el contrario, aclaró, “la PPA se basa en datos de tipo de cambio y en las diferencias de nivel de precios entre dos países. La PPA evita los errores de medición y los problemas de ponderación asociados a los índices de precios oficiales”.
En este Tablero de Inflación de Hanke, “Venezuela encabeza la lista de infladores una vez más. De hecho, ha estado en un estado de hiperinflación desde finales de 2016. Para calificar para esa dudosa distinción, la tasa de inflación de un país debe ser superior al 50 por ciento por mes durante al menos 30 días consecutivos”.
De acuerdo a este esquema de medición, el otro país que “experimenta hiperinflación es el Líbano; es el único país de Oriente Medio y África del Norte donde la inflación ha cruzado este umbral”.
En tanto, Zimbabue, “aunque no está pasando por la hiperinflación en la actualidad, tiene el segundo punto de inflación anual más alto del mundo. Pero el país no es ajeno a la hiperinflación. En noviembre de 2008, experimentó la segunda hiperinflación más alta de la historia, cuando los precios se duplicaban cada 24,7 horas”.
Por si fuera poco, Zimbabue experimentó una segunda hiperinflación en octubre de 2017, “cuando el aumento mensual de los precios alcanzó el 185 por ciento”.
Hanke recordó que el concepto de PPA (o PPP) “se remonta a la Escuela de Salamanca en la España del siglo XVI, pero no fue hasta que el famoso economista sueco Gustav Cassel escribió un artículo en el Economic Journal en 1916 que el concepto fue llamado “paridad de poder adquisitivo”.
“A medida que la tasa de inflación de un país aumenta a niveles muy altos, el largo plazo se convierte en el corto plazo, y la tasa de inflación se ajusta casi perfectamente a los cambios en el tipo de cambio de ese país con, digamos, el dólar estadounidense”, se explicó.
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