Si bien algunos sectores todavía no recuperaron los niveles de actividad que tenían antes de la irrupción de la pandemia, el rebote que tuvo el sector industrial está a la vista. Lo dicen los números oficiales, y lo reconfirman los propios empresarios, que festejan estar despachando volúmenes muy superiores incluso a los de los meses previos al Covid.
En momentos en que los contagios crecen y hay temores respecto de mayores restricciones si la situación epidemiológica empeora, los empresarios manufactureros creen que hoy las fábricas pueden trabajar con los estrictos protocolos que fueron aplicando durante todo el año pasado, y no imaginan un nuevo cierre de la economía. Inquieta el tema, pero las principales preocupaciones pasan por otro lado: cómo hacer para aprovechar el cambio de ciclo económico y sortear los escollos que entorpecen el crecimiento en un año electoral. A saber: controles de precios, prohibición para despedir y la falta de dólares.
Los empresarios manufactureros creen que hoy las fábricas pueden trabajar con los estrictos protocolos que fueron aplicando durante todo el año pasado, y que no imaginan un nuevo cierre de la economía
Los miembros del comité ejecutivo de la UIA volvieron a reunirse este martes al mediodía, nuevamente por zoom, tras el receso estival. Y fueron esos justamente los temas de discusión, aunque con la tranquilidad de que la mayoría de las fábricas está sobre demandada. El último informe de utilización de la capacidad instalada del Indec mostró que en noviembre el uso de las instalaciones se ubicó en el 63,3%, más de tres puntos por encima en términos interanuales y el valor más alto desde noviembre de 2018.
Es justamente en este contexto de recuperación, que se prevé se sostenga en 2021, que los industriales sostienen que hay medidas que deberían tomarse para potenciar este repunte. Por ejemplo, a fin de mes vence la norma que prohibió los despidos en plena cuarentena el año pasado y se fue prorrogando hasta hoy, y desde el Gobierno aún no definieron si se extenderá algunos meses más o la dejarán caer.
Si bien fuentes del Palacio de Hacienda y de Desarrollo Productivo consideraron, ante la consulta de Infobae, que fue una medida de emergencia que debería finalizar, desde Jefatura de Gabinete plantearon que “se está analizando” y que dependerá de cómo evolucione la pandemia en los próximos días. “Los niveles productivos vienen bien, pero si hubiera que ir a un escenario de retracción, ¿qué hacemos? Es difícil la mirada a largo plazo hasta que el esquema de vacunación sea más masivo”, dijeron cerca de Santiago Cafiero.
Durante el encuentro del comité, el titular de la UIA, Miguel Acevedo, destacó la recuperación del nivel de actividad y planteó que hay que trabajar sobre los temas que complican la sostenibilidad del crecimiento, como la cuestión laboral. En palabras del vicepresidente de la entidad y titular de la Copal, Daniel Funes de Rioja, el “triple cepo: prohibición de suspensiones, despidos y la imposición de la doble indemnización”. “Además, como ya no hay aislamiento sino distanciamiento, no se justifica que haya medida restrictivas desde el punto de vista de los licenciamientos sin prestación de tareas”, remarcó el dirigente.
Como ya no hay aislamiento sino distanciamiento, no se justifica que haya medida restrictivas desde el punto de vista de los licenciamientos sin prestación de tareas (Funes de Rioja)
En la central fabril sostienen que esas medidas desalientan la creación de empleo y que si bien se entienden como parte de una coyuntura de emergencia, como fue el inicio de la pandemia el año pasado, ya no tienen justificación alguna y complica los planes de las empresas de contratar personal.
Los últimos datos de la cartera laboral muestran que si bien en octubre cayó levemente el número de asalariados registrados del sector privado (-0,1%; -4.244 puestos), para la industria, el décimo mes del año fue el quinto período consecutivo de aumento del empleo registrado industrial (+0,3%; +3.672 puestos). Por lo tanto, remarcó un informe de la entidad, ya desde septiembre se encuentra por sobre el nivel pre pandemia y actualmente lo supera en 4,5 mil trabajadores (+0,4%).
“Si bien la recuperación mantiene todavía comportamientos heterogéneos entre sectores, partiendo de niveles muy bajos tras la crisis provocada por la pandemia y la recesión de los dos años previos, ya hay empresas con mayor demanda de empleo que comienzan a mostrar subas en las contrataciones. Esta tendencia se manifiesta en las expectativas netas de contratación para los próximos tres meses, que se ubicaron en terreno positivo por segundo mes consecutivo en noviembre”, dice el informe de la UIA. Según dijeron en la entidad, “el empleo industrial está creciendo después de que había caído fuerte, pero hay mucho empleo para recuperar. El Gobierno debe pasar de una agenda defensiva a una agenda ofensiva, con estímulos para la generación de puestos de trabajo”.
Los controles de precios también fueron parte de la mesa de discusión entre los industriales. Si bien el Gobierno comenzó a “deslistar” algunas categorías de productos del congelamiento de los precios máximos dispuesto en marzo del año pasado, las autorizaciones son digitadas y tampoco hay señales acerca de cuándo cesará ese control. Por lo pronto, el decreto que instauró esa medida vence el 31 de este mes y el objetivo oficial será prorrogarlo, mientras va negociando con las distintas empresas la mejora forma de ir liberando los precios. Frente a este escenario, hay un fuerte malestar en el sector, que advierte que si no se permiten ajustes mayores, podría haber desabastecimiento de algunos alimentos.
Respecto de la problemática de las divisas, los empresarios se mostraron preocupados por las restricciones que existen para importar bienes de capital
La suba de costos, la presión impositiva y la falta de competitividad para exportar fue otro de los temas discutidos en el encuentro del martes. La modificación en el esquema de derechos de exportación, que para muchos productos significó un aumento al 4,5%, genera un desaliento para las compañías que venden sus productos al exterior, en momentos en que, hoy más que nunca, el país necesita dólares. Respecto de la problemática de las divisas, los empresarios se mostraron preocupados por las restricciones que existen para importar bienes de capital. Los textiles llevaron este tema a la reunión.
La suba de costos es una realidad que está afectando a todas las cadenas productivas. Aumentan los precios internacionales de los insumos –en gran parte por la menor oferta mundial que existe producto de la pandemia– y también incide la brecha cambiaria. Algunos sectores y/o empresas pueden trasladar estos incrementos, pero otras no, sumado a que esa presión va dejando a las compañías fuera de competencia si quieren exportar.
A modo de ejemplo, el vicepresidente Pymi y dueño de Sinteplast, Miguel Ángel Rodríguez, afirmó que mientras que hace cinco meses el flete de un contenedor desde Asia costaba USD 2.000, hoy subió a USD 9.000, en tanto que si proviene de Europa, el valor oscila entre USD 4.000 y USD 6.000. El industrial dijo además que la oferta de materias primas también está muy complicada y que se encareció mucho. El polipropileno, por ejemplo, subió de 800 a 1.400 dólares la tonelada.
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