La Dirección General de Aduanas informó este domingo que a lo largo del año pasado identificó y denunció “más de 2.800 maniobras abusivas en operaciones de comercio exterior”.
Según la información de la agencia, que depende funcionalmente de la AFIP, las irregularidades detectadas superan los USD 330 millones en sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones.
“Implementamos un control inteligente de las operaciones de comercio exterior para evitar maniobras ilegales, proteger la industria nacional, el empleo y fomentar la exportación y la generación de valor agregado”, dijo la titular de la Aduana, Silvia Traverso.
Los productos involucrados en las operaciones y maniobras detectadas incluyen materias primas, vehículos y motocicletas, entre otros.
Según la agencia encargada de fiscalizar las operaciones de comercio exterior, las maniobras denunciadas no sólo afectan los ingresos tributarios y el resultado fiscal sino que “suman tensiones sobre el mercado cambiario”.
En rigor, hay allí una discutible cuestión de causas y efectos. Una de las advertencias más reiteradas de economistas, empresarios y especialistas en finanzas y comercio exterior es que las altas brechas cambiarias (esto es, la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio en los mercados paralelos) son un gran estímulo a, precisamente, sobrefacturar importaciones (de modo de pagarlas al tipo de cambio oficial, más barato) y subfacturar exportaciones, buscando canalizar parte de la facturación de las exportaciones por otros canales y a un tipo de cambio superior al oficial. Este estímulo se vuelve aún más potente cuando a la brecha cambiaria se le suman cuñas adicionales como las retenciones al comercio exterior.
La información de la Aduana sobre las maniobras e irregularidades fueron detectadas “por un área de la DGA que, tras ser desarticulada durante el gobierno, se restableció para fortalecer los controles en materia de sobre y subfacturación del comercio exterior”.
Cruces de información permitieron la detección de exactamente 2.812 maniobras para exportar productos por debajo de su valor o importar mercadería por encima de su precio.
Importaciones y exportaciones
El organismo precisa además que se detectaron 1.203 casos de sobrefacturación de importaciones, por un valor de USD 98,76 millones y 1.609 casos de subfacturación de exportaciones, por US$ 238,42 millones.
Los 2.812 casos terminaron en denuncias judiciales o con multas que deben pagar las empresas involucradas. Los nombres de las empresas involucradas están cubiertas por secreto fiscal o por secreto de sumario.
Más allá del número de operaciones ilegales o irregulares, los USD 330 millones informados por la agencia de fiscalización del comercio exterior no parecen una cifra significativa respecto de la dimensión y los efectos macroeconómicos que ha asumido la brecha cambiaria y que se manifiesta también en fenómenos como la caída en la valuación de los activos argentinos.
Al respecto, Jorge Vasconcelos, economista jefe del Ieral de la Fundación Mediterránea, señaló recientemente que el cepo y la alta brecha cambiaria y tasas de interés reales negativas (esto es, inferiores a la inflación) están también detrás de la fuerte caída del valor de las empresas que cotizan en el Merval, de nada menos que 65% en dólares, tomado al tipo “contado con liquidación”, uno los dólares “alternativos” y legales, en los últimos 18 meses. En el mismo mismo período, que abarcó todo 2020, un año marcado por la pandemia y una fuerte recesión económica, el valor de las empresas listadas en la Bolsa de San Pablo cayó un 15%, esto es cincuenta puntos menos.
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