A la hora de levantar un edificio o vivienda, como al refaccionarla, el sistema eléctrico es un detalle que se debe tener muy presente, para asegurar la iluminación y protección de los electrodomésticos y el ahorro del gasto mensual.
Los expertos aconsejan para una instalación eléctrica segura, considerar cuatro aspectos: 1) proyecto, mano de obra y materiales; 2) diseño por parte de un profesional ingeniero, arquitecto o técnico; y 3) ajustarse a los requisitos expresados en el Reglamento para Instalaciones Eléctricas de la Asociación Electrotécnica Argentina; y 4) la ejecución a cargo de idóneos registrados.
“Los materiales a utilizar deben estar certificados, cumpliendo con la Resolución 169/18 de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios y demás requisitos legales, los cuales incluyen gabinetes para tableros principales y secundarios; cajas para módulos interruptores, tomacorrientes, caños y/o cablecanal, entre otros. Deben estar certificados, bajo la norma IRAM (nacional) o IEC (internacional), por un organismo. Se pueden chequear en el mercado porque obligatoriamente deben exhibir en el producto, o en su envase, el sello otorgado por el organismo y junto a éste, el Sello de Seguridad Eléctrica”, dijo a Infobae, Hugo Expósito, presidente de la Comisión de Baja Tensión de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel).
Los materiales a utilizar deben estar certificados, cumpliendo con la Resolución 169/18 de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios y demás requisitos legales (Expósito)
El monto total de una instalación eléctrica completa sea en un edificio nuevo como una casa o departamento usado, se estima en torno a 10% del costo del metro cuadrado de construcción, unos USD 50 por metro cubierto, la mitad corresponde a mano de obra.
Carlos Foligna, ingeniero electricista y gerente de promoción y difusión de la seguridad eléctrica de Conextube, contó a Infobae: “Recomiendo ingresar a la página de internet de Apse Argentina que posee un listado actualizado de profesionales. Desaconsejo improvisar en una instalación tan necesaria y a la vez riesgosa que puede provocar incendios ante cortocircuitos y choques eléctricos involuntarios por fallas de aislación, y poner en riesgo la vida de los miembros del hogar”.
“Respecto a otras fallas provocadas por la red o la atmósfera, tales como baja tensión, corte y reposición de suministro, sobretensiones de maniobra o por rayos, para cada uno de esos fenómenos hay protecciones que no son obligatorias, pero si convenientes. Para evitar daños, sugiero desconectar los aparatos eléctricos y electrónicos cuando hay tormentas eléctricas o la tensión de red es tan baja que dificulta el buen funcionamiento, y puede llegar a quemarlos de persistir por largo tiempo”, comentó Foligna.
Previsiones y precios
“En una vivienda a reciclar, y más si es antigua, se recomienda hacer a nuevo toda la instalación eléctrica, con sus protecciones y componentes. Los valores de los cables oscilan entre $45 y $100 el metro, según la característica que demande la instalación”, expresó a Infobae, Marcelo Vergagni, presidente de Industrias Erpla.
“Es muy importante en materia de seguridad contar con un circuito de puesta a tierra eficiente, el cual consta de una o más jabalinas y del cable verde-amarillo que recorre toda la instalación, conectándose a las luminarias con carcasa metálica y a todos los tomacorrientes en su correspondiente borne de tierra. Todos los electrodomésticos, y demás aparatos, que posean una ficha de 3 patas IRAM 2073, al enchufarse quedan conectados a tierra”, dijo Expósito.
“Baños y cocinas son los ambientes donde se debe ser más cuidadoso porque ahí es donde concentran la mayor cantidad de riesgos dentro de una casa, pero también los parques, jardines y piscinas, porque muchas de sus instalaciones de electrificación e iluminación no cumplen las condiciones mínimas de seguridad”, amplió el presidente de Cadeieel.
Es muy importante en materia de seguridad contar con un circuito de puesta a tierra eficiente, el cual consta de una o más jabalinas y del cable verde-amarillo (Expósito)
Vergagni, resaltó: “Sería beneficioso para la sociedad y la industria si se aprobara la Ley de Seguridad Eléctrica, que se encuentra en la Cámara de Diputados de la Nación, porque aumentaría la prevención en los hogares”.
En cuanto a los precios, los disyuntores ofrecen, según la marca y el amperaje, diferente cotización, a partir de $2.000 los nacionales, y llegan a más de $7.000 los importados. Las llaves térmicas, oscilan entre $500 y $1.500. Las llaves de luz parten desde $300, y las inteligentes superan $2.500 por unidad. En tanto que los apliques de pared y accesorios cotizan desde $1.300. Los tomas o enchufes cuestan desde $200 y hasta $1.000 los diseños modernos y con colores luminosos en dorado o plateado.
Adaptación para el trabajo remoto
Al estar más tiempo en sus hogares por la pandemia, muchos trabajadores que comenzaron a hacer su tarea en forma remota debieron reconvertir algunos ambientes, y adaptar la conexión eléctrica y tomas para varios aparatos. En el caso del uso de prolongadores múltiples se recomiendan los que están certificados y exigen disponer de una buena conexión de puesta a tierra y el corte de la alimentación eléctrica a todas las cargas, si superan los 10 amperes.
“Para ahorrar energía el consejo es, primero, utilizar lámparas LED para reemplazar las fuentes de iluminación antiguas; segundo, reponer electrodomésticos por otros con alta eficiencia energética. La elección de equipos más eficientes se traducirá en ahorro en la cuenta de energía. Además, siempre ayuda apagar las luces y equipos que no se utilicen”, sostuvo Expósito.
El mayor problema en este mercado no son los valores y la dispersión entre marcas certificadas, sino la competencia desleal de fabricantes y comercializadoras no debidamente registrados que ofrecen los productos a cifras irrisorias, engañando al consumidor y poniendo en riesgo sus vidas.
El problema actual es el abastecimiento de materias primas, tanto nacionales como importadas (Foligna)
Carlos Foligna contó a Infobae: “Cada fábrica fue impactada de distinta manera. Hubo acompañamiento del Estado para superar la inmovilización forzada de la actividad. Poco a poco, con la liberación gradual comenzó a incrementarse la demanda, hasta reducir en diciembre a un rango de 20% a 30% la caída respecto del año anterior, según el tipo de producto. El problema actual es el abastecimiento de materias primas, tanto nacionales como importadas”.
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