YPF anunció que desde este sábado a las 0 horas aumentó el precio de sus combustibles un 3,5% promedio en todo el país. Se da como consecuencia del incremento del componente impositivo (ILC y IDC) del 7,7% que entró en vigencia ayer. A partir del movimiento de YPF, la dueña del 60% del mercado, se espera que Raizen (que opera las estaciones de servicio Shell), Axion y Puma aumenten sus propios precios en la misma proporción que la petrolera estatal.
Tras la actualización automática trimestral sobre los Impuestos Internos que pesan sobre los combustibles, variable que influye sobre el precio de la nafta y el gasoil, sumado al aumento del 17% que tuvo el crudo desde noviembre y la caída de las ventas del sector hace que YPF ajuste los precios en surtidor a partir de este sábado, tal como había adelantado Infobae.
Cabe recordar que la empresa ya había aumentado el 5 de enero el precio de sus combustibles un 2,9%, tanto el de la nafta como el del gasoil, en todo el país.
Como resultado del ajuste, la nafta súper en las estaciones de servicio de YPF pasó a valer en la Ciudad de Buenos Aires $71,90 (hasta hoy cuesta $69,40); la Infinia, $83,10 (hasta hoy $80,20); la Diesel 500, $66,90 (hoy $64,60), y la Infinia Diesel, $78,80 (hoy $76,10).
En ese contexto, los distintos jugadores del mercado necesitan recuperarse después de la suba del barril de petróleo Brent y la devaluación lenta pero estable del tipo de cambio oficial.
“Impuestos Internos es uno de los cuatro componentes del precio. Los otros son los biocombustibles, que aumentaron 90% a principios de mes y explicaron la primera suba en surtidores, el dólar y el precio internacional del crudo que se movieron mucho el mes pasado”, dijo una fuente de una petrolera.
Como resultado del ajuste, la nafta súper en las estaciones de servicio de la empresa privada con participación estatal pasará a valer en la Ciudad de Buenos Aires $71,90 (hasta hoy cuesta $69,40); la Infinia, $83,10 (hasta hoy $80,20); la Diesel 500, $66,90 (hoy $64,60), y la Infinia Diesel, $78,80 (hoy $76,10)
“No estamos hablando de un atraso, estos son factores nuevos que empujan a los costos y un aumento nos permitiría paliar ese efecto”, agregó.
Por más que los ejecutivos de todas las empresas privadas de combustibles tengan el dedo sobre los botones que cambian los precios de sus estaciones de servicio, no pueden aumentar por sí mismas.
“En otro contexto de ventas, podrías hacerte el loco y que no te importe lo que haga el jugador que tiene casi el 60% del mercado. Pero no cómo está todo hoy: si te corrés, te caés del mercado”, dijeron en otra petrolera. Y agregó que están vendiendo un 25% menos que un año atrás”.
YPF había aumentado el precio de los combustibles un 4,5% en promedio el 16 de diciembre del año pasado. En ese momento, la medida se tomó para “acortar las brechas entre AMBA y el resto de las provincias”, además de ser consecuencia de la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC).
En tanto que el incremento del 5 de enero se debió, según explicó la empresa, a la suba en los costos del biodiésel y del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar, autorizados por la Secretaría de Energía a través de dos Resoluciones publicadas en el Boletín Oficial.
Los dos productos tendrán subas escalonadas hasta mayo. En el primer caso, el aumento inicial fue de 59%, por lo que la tonelada de biodiesel pasó de los $ 48.5333 que estaba antes a $ 77.300 que cuesta ahora, aunque el incremento seguirá todos los meses hasta llegar a costar 92.558 pesos.
Se trata de un aumento muy superior al de la inflación, que en 2020 fue del 36,1% según el Indec, aunque tiene relación con la situación en la que se encuentra la soja, principal insumo del biodiesel, cuyo precio internacional subió casi 40% en dólares y 96% en pesos.
Este producto se usa principalmente en camiones, tractores y maquinaria agrícola, mientras que el bioetanol, que se elabora a partir de caña de azúcar y de maíz, se mezcla con naftas y tiene a los autos como destino final.
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