La historia se repite desde hace tiempo. Los dólares alternativos abren con alzas de hasta 2% y el Banco Central al mediodía sale a la plaza a saturarla de bonos AL30 para bajar la cotización. Esta vez hizo la misma jugada, pero solo consiguió recortar las alzas iniciales, porque ayer ambos dólares terminaron con subas tanto en el mercado oficial como en el que se opera tras las pantallas con bonos que no son soberanos para evitar el límite de negocios de USD 100.000 nominales por semana (alrededor de USD 38.500 en valor billete).
En la plaza oficial, donde rige el cepo para el dólar cable o contado con liquidación, la divisa subió 97 centavos (+0,7%) a $ 145,80. Pero en los negocios fuertes y reales entre manos grandes, la divisa cotizó a $ 150 con negocios por USD 48 millones que si bien, son la mitad de lo que se operaba antes del endurecimiento del cepo, el volumen fue consecuencia de la intervención del Banco Central.
El dólar Bolsa o MEP tuvo un volumen de USD 24,7 millones y cerró con un alza de 70 centavos (+0,5%) a $ 145,42.
El aumento de las operaciones “puré”, la venta de dólares Bolsa y dólar ahorro en la plaza marginal, fue demasiado para un mercado que opera con volúmenes reducidos. Por eso el “blue” o dólar libre, bajó $ 2 a $ 59.
En el mercado mayorista, los negocios fueron elevados porque aparecieron los exportadores. Se operaron USD 386 millones a $ 85,66 por dólar, 10 centavos por encima de la rueda anterior. Como los importadores tienen el acceso restringido a este dólar, el Banco Central pudo comprar casi USD 100 millones.
A pesar de estas fuertes adquisiciones las reservas subieron apenas USD 25 millones a 39.890 millones porque el oro bajó 0,20%, cedió el euro ante el dólar, hubo que pagar compensaciones a Brasil por operaciones de comercio exterior y los bancos tuvieron que reducir sus encajes en dólares porque entre el 4 y el 9 de enero se retiraron depósitos por USD 140 millones.
Los bonos quedaron totalmente desarbitrados tras la venta de AL30 por parte del Banco Central para contener a los dólares alternativos que bajó 0,11% en su versión en pesos y 0,77% para hacer operaciones de cable. El GD30 que junto al GD35 utilizan los compradores que quieren eludir la limitación de operar USD 100.000 nominales bajaron entre 0,50% y 1,75%. Lo mismo sucedió con los bonos de plazo más largo que tienen ley Nueva York. En estas circunstancias y, a pesar de la baja de la cotización de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el riesgo país aumentó 11 unidades (+0,8%) a 1.461 puntos básicos.
En la Bolsa, se vivió una rueda volátil. A las 16, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, estaba 0,85% abajo. Una hora después cerró con una leve alza de 0,24% porque aparecieron cazadores de oportunidades para comprar papeles que están en dólares en el menor valor de los últimos diez años. El monto de negocios, se elevó 30% a $ 805 millones. Los papeles de mejor performance fueron Cresud (+3,83%), Banco Macro (+1,95%) y Telecom Argentina (+1,86%). Entre las caídas, se destacaron las de Aluar (-2,46%), Loma Negra (-2,32%) y Transportadora Gas del Sur (-1,05%).
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda positiva. Lo mejor pasó por Edenor (+5,08%), Despegar (+3,75%) y Cresud (+3,18%).
El logro, a medias, del Gobierno fue conseguir el doble del dinero que necesitaba para cubrir los vencimientos de bonos en pesos. Se licitaron cuatro títulos una Letra del Tesoro a descuento que vende el 31 de marzo, otra que ajusta con la tasa de pases pasivos del Banco Central con la misma fecha de vencimiento y dos bonos que ajustan por el CER. Uno que vence el 13 de setiembre y otro el 20 de setiembre y paga una sobretasa de 1,30% sobre el CER.
Por supuesto, el dato del 4% para la inflación de diciembre y la proyección de que en 2021 va a seguir elevada, favoreció a los bonos en CER, que fueron clave para captar $ 56.433 millones efectivos. Acá no hubo interés del sector privado, sino que la mayoría de las compras fueron de inversores institucionales como bancos y compañías de seguros además de entes públicos, que no tienen otra opción que colocar sus pesos en estos títulos.
El panorama no cambió. El dólar sigue siendo el producto más deseado por el mercado. Nadie quiere asumir riesgos ni en la Argentina ni en el mundo. Un 2021 con coronavirus no alienta esperanzas.
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