Todavía hay mucho para analizar de lo que dejó el retroceso del Gobierno con el cepo a las exportaciones de maíz, dispuesto por el Ministerio de Agricultura de la Nación, y la respuesta de tres de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace que realizaron esta semana un cese de comercialización de granos por 72 horas, en rechazo a las restricciones dispuestas por la cartera agropecuaria y ante la posibilidad de que surjan nuevas medidas de intervención en los mercados.
En la recorrida que realizó esta semana Infobae por los lugares de convocatoria de productores al costado de las rutas, el malestar que se expresó de los integrantes del sector agropecuario en la protesta fue por la medida del maíz, pero también por la preocupación que hay sobre expresiones de dirigentes de la coalición del gobierno que van en sentido contrario al fomento de la producción y por los problemas de competitividad del sector que todavía no se resolvieron.
Si bien los productores autoconvocados reconocieron que por el cese de comercialización de granos que se realizó esta semana en rechazo al cierre de las exportaciones de maíz, hubo una caída del 50% en el ingreso de camiones a los puertos y del 65% en las operaciones de granos, aseguraron que por la medida de fuerza “perdimos todos” y manifestaron su malestar con el proceder de los dirigentes que convocaron a la medida de fuerza, que la dieron por terminada 10 horas antes y también con el Gobierno a quien acusaron de “provocar” al sector agropecuario.
Desde la Asociación Argentina de Productores Autoconvocados comentaron que durante los tres días del paro agropecuario, perdieron los productores, el Estado, los argentinos y el país, ya que durante ese período hubo un freno a la actividad de varios sectores: producción, comercialización y transporte, pero también el Estado no cobró impuestos y se detuvo el ingreso de divisas.
Hay que recordar que los autoconvocados en medio de la protesta desplegaron en diferentes puntos del país movilizaciones y Asambleas de productores al costado de las rutas, desde donde denunciaron que “fuimos engañados por muchas cooperativas en las que confiábamos, que priorizando sus intereses comerciales estafaron los intereses de sus productores asociados, e incluso con la complicidad de nuestros colegas que conforman sus consejos directivos”, dijeron en un documento.
Y continuando con sus críticas, los integrantes de la Asociación apuntaron a la dirigencia del campo que convocó al cese de comercialización: “Perdimos al levantar la medida 10 horas antes y ganamos el sabor a nada con Mesa de Enlace. Hoy hay varios productores que tienen problemas ante la Justicia por controlar la carga en cooperativas, las mismas que dicen defender a los productores”.
En ese sentido se manifestó el malestar que hay entre los productores con el rol de Coninagro, entidad de la Mesa de Enlace que representa al movimiento cooperativo y que no adhirió al cese de comercialización, más allá que se pronunció varias veces en contra del cepo a las exportaciones de maíz. El reclamo de los autoconvocados fue que la institución que preside Carlos Iannizzotto, “tendría que dejar de ocupar nuestro lugar”.
Las críticas al Gobierno
Pero además en el documento entregado a la prensa, los autoconvocados señalaron que “el gobierno improvisa, sin analizar las medidas que toma y que con su implementación demuestra una continua provocación”.
El malestar de los autoconvocados con los funcionarios nacionales es por el cepo a las exportaciones de maíz que implementaron durante casi 15 días, pero también con las restricciones al acceso al crédito en el Banco Nación para productores de soja y trigo, el silencio oficial por la toma de tierras y la rotura de silobolsas, y el impulso de leyes en el Congreso que afectan a la producción, como los cambios en la Ley del Manejo del Fuego, el impuesto a la Riqueza, la Ley de Humedales y sobre el uso de fitosanitarios, entre otros.
En la parte final del comunicado, los dirigentes de la Asociación expresaron que seguirán movilizados para revertir el actual contexto tan complejo para el sector y para que se detenga la sangría anual de 5.000 productores anuales. “Estamos dispuestos a seguir luchando para que no se pierda la dignidad de seguir viviendo y ganándonos el pan diario con el orgullo de ser productores de alimentos como todos nuestros antepasados”, señalaron.
Seguí leyendo: