Martín Guzmán aseguró ante empresarios que no habrá salto devaluatorio en 2021

En un encuentro a puertas cerraras en Entre Ríos, el ministro dijo que el tipo de cambio acompañará a la inflación. Además, adelantó que la suba de precios rondó el 4 por ciento en diciembre

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El ministro de Economía, Martín
El ministro de Economía, Martín Guzmán (EFE/ Juan Mabromata/Archivo)

El ministro de Economía Martín Guzmán aseguró que uno de los objetivos de la política económica del Gobierno nacional es que la inflación y el valor del dólar “vayan de la mano” y anticipó que la meta es que a fines de 2021 el tipo de cambio real sea similar al que se registró al final del año pasado. De esa manera, descartó un salto devaluatorio para el año que comienza.

Guzmán dejó estas definiciones este mediodía durante una reunión a puertas cerradas en Entre Ríos en la que participaba el gobernador Gustavo Bordet, el titular de la cartera de Interior Eduardo “Wado” de Pedro y referentes empresarios del sector pyme, porcino, avícola, agrícola, lácteo y del turismo convocados especialmente.

Al referirse puntualmente a la política cambiaria expresó: “Apuntamos a dar estabilidad al tipo de cambio real (para) que el dólar y la inflación vayan de la mano. El objetivo definido para el final de 2021 es que el tipo de cambio real sea similar al del final de 2020”. O sea, aseguró que el Gobierno no planea devaluar

En el día de hoy el Indec estará publicando el dato de inflación de diciembre “que estará rondando el 4%”, adelantó Guzmán.

Gustavo Bordet (Julieta Ferrario)
Gustavo Bordet (Julieta Ferrario)

“Hay que entender cuáles son las fuerzas que determinan esa dinámica. Vamos a terminar con una inflación interanual diciembre ’19 a diciembre ’20 de alrededor del 36%, lo cual implica una baja aproximada de 17 puntos porcentuales con respecto al año pasado”, resaltó.

El funcionario marcó que hacia fines del año pasado “se fueron relajando algunas regulaciones”.

“Es importante también mantener los incentivos a la producción. Entendíamos que la combinación de las regulaciones de precios, más cuestiones estacionales, más lo que se viene viviendo en términos de evolución de los precios internacionales y cómo afecta al precio de los commodities y a los valores de la cadena productiva, iban a generar inflación en los niveles en los cuales cerrará, más alta en el último trimestre de 2020″, sentenció.

“Hay que seguir transitando ese camino de reducción de la inflación”, apuntó, tras lo cual afirmó: “Sería un error extrapolar eso para 2021, nosotros lo que hemos planteado es un esquema macro integral en el que se busca que la inflación siga reduciéndose, aproximadamente alrededor de cinco puntos porcentuales por año, de una forma consistente”.

Apuntamos a dar estabilidad al tipo de cambio real (para) que el dólar y la inflación vayan de la mano. El objetivo definido para el final de 2021 es que el tipo de cambio real sea similar al del final de 2020 (Guzmán)

A la inflación “se la ataca con una estrategia macroeconómica integral que tiene múltiples dimensiones: la política cambiaria, la política fiscal y monetaria, la política tarifaria, también uno de los precios clave de la economía, y las políticas de precios e ingresos en los que el Estado tiene un rol fundamental en la gestión de la coordinación de expectativas”, precisó.

“Hay que ir a una velocidad que la economía pueda sostener, en función de lo que enfrentamos en términos fiscales, de cuáles son las necesidades financiamiento y en función de lo que es toda esta gestión de coordinación de las expectativas”, sentenció.

Antes, Guzmán había asegurado que uno de los grandes temas de gestión de la política económica “es la definición de prioridades para la recuperación económica y que esa recuperación se pueda sostener en el tiempo”. “Hemos trazado un programa macroeconómico monetario fiscal y financiero del cual el Presupuesto 2021 es el corazón, que está orientado a fomentar la recuperación en todo el territorio e ir sembrando condiciones para la estabilidad”, consignó.

“El Presupuesto va en dirección de ir poniendo cuentas en orden para ir construyendo condiciones de estabilidad y previsibilidad”, dijo.

Reclamos

En las intervenciones que tuvieron durante la charla realizada durante el mediodía con los ministros nacionales en el Centro de Convenciones provincial, los distintos sectores productivos tuvieron un planteo generalizado además de los sectoriales: la presión impositiva.

“Cuando hablamos de presión impositiva también hablamos de improductividad, de falta de productividad para poder exportar. La industria siempre fue competitiva para exportar por el tipo de cambio que es más generador de pobreza, vamos a decir las cosas como son”, le dijo a Guzmán el titular de la Unión Industrial de Entre Ríos, Leandro Garciandía. El dirigente fabril apuntó a que la industria necesita infraestructura y condiciones impositivas para competir y no solamente devaluaciones que mejoren el tipo de cambio reduciendo la capacidad de compra de las personas con ingresos fijos.

Hay que ir a una velocidad que la economía pueda sostener, en función de lo que enfrentamos en términos fiscales, de cuáles son las necesidades financiamiento y en función de lo que es toda esta gestión de coordinación de las expectativas (Guzmán)

“Hoy poder exportar es un problema, cada paso administrativo que hay que dar es un problema”, agregó, al tiempo que exigió “previsibilidad y reglas de juego claras”. Otro de los reclamos que hizo fue por la ley de teletrabajo, a la que calificó de “malísima”.

En tanto, Elvio Guía, referente de la Federación Agraria Argentina, aprovechó la oportunidad para cuestionar las decisiones sobre el maíz que tomó el Gobierno nacional en las últimas semanas que fueron desde la prohibición de exportar al levantamiento de esa restricción. Guía le aclaró que el campo “no es enemigo de nadie” y le recordó que la producción de la oleaginosa pasó de 30 a 55 millones de toneladas de 2015 a la última cosecha, a la vez que cuestionó lo intempestiva de la decisión de bloquear las ventas al exterior.

A la hora de las devoluciones, el ministro de Economía reconoció que el esquema impositivo actual es consecuencia de “múltiples emergencias”, pero condicionó su reestructuración al cuidado de la “sostenibilidad fiscal”, tras lo cual citó la rebaja de las retenciones a las economías regionales como un paso importante. “Necesitamos fortalecer la recaudación”, aclaró.

Les dijo a los empresarios que el objetivo del Gobierno es llevar adelante un proceso de estabilización de la economía. “Tranquilizarla”, fue la palabra que utilizó.

En ese sentido describió una serie de pautas para alcanzar la meta. En primer lugar puso la inclusión, para que la estructura económica dé oportunidades a todos los sectores sociales; luego el dinamismo productivo, que la estructura productiva agregue valor; en tercer lugar la estabilidad, para lo cual se necesitan “condiciones macroeconómicas de cierto orden” dentro de las cuales ordenó un aumento de exportaciones “consistente con el crecimiento económico”, que la estrategia en este sentido sea federal, para que en todo el país “las personas tengan la posibilidad de trabajar en forma digna”, y “soberana, que podamos elegir nuestro propio destino”, agregó.

También mencionó la necesidad de alcanzar una pronta recuperación económica y que este repunte “se pueda mantener en el tiempo”.

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