Empresarios y sindicalistas piden el acuerdo social, pero creen que hoy las internas políticas lo condicionan

El Gobierno prepara la convocatoria del Consejo Económico y Social para febrero. Será un llamado amplio y buscarán dar señales de previsibilidad hacia adelante, en medio de los rebrotes del Covid. Sobrevolará la tensión precios-salarios

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La convocatoria del Presidente a empresarios y sindicalistas del 9 de julio de 2020
La convocatoria del Presidente a empresarios y sindicalistas del 9 de julio de 2020

El presidente Alberto Fernández se los había anticipado a los industriales a fines del año pasado, en el cierre de la 26° Conferencia Industrial que la UIA realizó en la planta de la Cervecería Quilmes, en el que pudieron verse las caras pese al contexto de pandemia. La voluntad oficial era llamar a la primera reunión del Consejo Económico y Social antes de que termine el 2020, pero finalmente la convocatoria se realizaría el mes próximo, según confirmaron fuentes oficiales. Tras un primer año de gestión en el que el Covid interrumpió la agenda de crecimiento para reemplazarla por una de emergencia, el Gobierno buscará con esta gran mesa que integrarán funcionarios, sindicalistas y empresarios alcanzar ciertos consensos de cara a un 2021 que ya se anticipa será también difícil en materia sanitaria y económica.

La convocatoria que se está pensando desde el oficialismo será amplia. Es decir que incluirá a sectores empresarios diversos, como así también sindicalistas de la CGT y las dos CTA. En el primer caso, estarán citadas las cámaras que integran el Grupos de los 6, entre las que se encuentran la UIA, la Cámara Argentina de Comercio (CAC); la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco); la Bolsa de Comercio, la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). El campo estará convocado en su conjunto, así como también entidades que nuclean a las pequeñas y medianas empresas, confirmaron fuentes oficiales.

Los contactos formales no arrancaron, pero ya desde el mundo sindical y empresario advierten que no será fácil coordinar políticas de corto, mediano y largo plazo en el actual contexto, en el que a las dificultades económicas que dejó la pandemia y lo que puede generar un rebrote se suman las diferencias políticas que quedan al desnudo permanentemente en muchas de las marchas y contramarchas dispuestas por el Gobierno.

Estamos predispuestos, pero al Consejo Económico y Social hay que llenarlo de ideas. Si es el ámbito para congelar precios y salarios, no hay una situación generalizada en todos los sectores. Hay salarios que están con mucho atraso y otros que se han ido recuperando”, dijo a Infobae un importante referente de la CGT, al agregar que este acuerdo “tiene que tener mucho plafond político y eso hoy no está”. “Si cada cosa que hagas, te van a correr por izquierda, nadie va a firmar nada”, graficó el dirigente.

Representantes de la CGT, la UIA y el Gobierno, en uno de los encuentros virtuales realizados el año pasado
Representantes de la CGT, la UIA y el Gobierno, en uno de los encuentros virtuales realizados el año pasado

Lo mismo perciben en los sectores empresarios. De hecho, el ruido político es lo que más incertidumbre e imprevisibilidad genera a la hora de proyectar los negocios. Valoran el espíritu dialoguista del presidente Alberto Fernández y de muchos de sus ministros, pero luego se desconciertan con medidas que se toman desde el Gobierno, empujadas por los sectores más radicalizados del Frente de Todos. “No sabemos para qué lado van, cuál es el camino”, coinciden en el establishment. Un claro ejemplo sucedió días atrás con el sector de la salud, que había tenido una aprobación oficial para ajustar sus cuotas 7% y a las cuatro horas de salida la resolución, otra norma la dio por derogada. O lo que sucedió con el cierre de las exportaciones de maíz, que finalmente se reabrieron tras el paro anunciado por el sector.

Consultado al respecto, el vicepresidente de la UIA y titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, “hace falta una concertación económica y social de emergencia para generar certidumbre y confianza”. “La concertación es la voz de todos; refleja los consensos y los acuerdos, que no significa que ganaste en todos, sino que hubo triunfos y también concesiones”, remarcó el abogado laboralista.

Funes de Rioja reconoció que no será una tarea sencilla, que puede hacer inconvenientes, pero que es fundamental que la Argentina dé ese paso. Según dijo, “estas concertaciones en el mundo no fueron fáciles; son procesos complejos que requieren habilidad política y mucho trabajo en ese sentido”.

A su vez, el titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, aseguró que como institución propician el diálogo, poder sentarse a conversar y debatir, por lo que consideran “una parte fundamental que se pueda concretar de alguna manera lo tan largamente anunciado, que es esta mesa del Consejo económico y social”. “Pero hay una realidad que vemos, y se lo hemos hecho saber al Gobierno, son esas señales a veces un poco confusas que lanzan desde el mismo gobierno, con diferencias internas que son propias de un sistema democrático y que quizá deberían debatirlas puertas adentro y lanzar un discurso mucho más unificado y tranquilizador, para que pueda generarse confianza y crear un clima de negocios adecuado para lograr las ansiadas inversiones. Eso no está sucediendo”, planteó el directivo de la CAC. Dijo además que “no hay posibilidad de generarse una extraordinaria expectativa pero vale la pena el intento”.

Este consejo se nutrirá, entre otras cosas, del trabajo que vienen haciendo desde el Ministerio de Desarrollo Productivo desde el año pasado en las distintas mesas sectoriales convocadas. Durante 2020, hubo 39 encuentros con 12 cadenas de valor en donde 50 cámaras empresarias y 20 sindicatos alcanzaron consensos productivos sectoriales y definieron las agendas de trabajo 2021-2023 para mejorar su competitividad, inserción internacional y capacidades tecnológicas y de integración local.

Estas concertaciones en el mundo no fueron fáciles; son procesos complejos que requieren habilidad política y mucho trabajo en ese sentido (Daniel Funes de Rioja)

Además del trabajo estratégico, estas mesas fueron el espacio de impulso de acciones concretas con impacto en el corto plazo, como el financiamiento a la oferta y a la demanda (créditos BNA/BICE, Plan Mi Moto, Plan 36 cuotas BNA electrodomésticos, línea exclusiva para la industria naval, Programa PC Docentes); baja de derechos de exportación y suba de reintegros para insumos elaborados y bienes finales industriales; modificación de regímenes y mejoras normativas y detección de oportunidades de comercio exterior, entre otros.

Fuentes de la cartera que dirige Matías Kulfas precisaron que el año pasado hubo reuniones con 12 de los 16 sectores productivos, a las que se suma el primer encuentro con los sectores que se enmarcan en la Ley de Economía del Conocimiento. Este año, a su vez, se iniciarán las mesas con sectores como el alimenticio, de maquinaria agrícola, laboratorios y software. También habrá encuentros con los representantes de los rubros de informática y electrodomésticos.

En el caso de la mesa automotriz, los ejes abordados fueron: la profundización de la integración de autopartes nacionales en la cadena de valor; el desarrollo de plataformas de producción exclusivas de base exportadora; la inserción internacional en nuevos mercados; el fomento de las inversiones y financiamiento para la producción y exportación; el trabajo sobre aspectos sostenibles de la industria automotriz y el futuro de la movilidad. Como cierre, se consensuó la creación de un proyecto de ley que potencie la instalación de inversiones en el sector, con una mayor integración de partes, piezas y componentes de industria nacional, y la creación de un espacio de coordinación permanente sobre el desarrollo del sector.

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