En medio del cese de comercialización de granos por 72 horas por parte del campo, finalmente el gobierno de Alberto Fernández cedió en la disputa con el sector y dio marcha atrás con las restricciones a la exportación del maíz –medida que había lanzado con la intención de que no hubiera un desabastecimiento del mercado local y se lograra una baja en el precio del commodity.
En ese contexto, un informe elaborado por Ezequiel de Freijo, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina, da cuenta del rol del maíz en la economía argentina y describe el impacto negativo en la oferta del grano que genera el sistema de administración de la oferta exportable, denominado ROES.
A través de seis gráficos, el economista explicó que “las retenciones y los permisos de exportación son desincentivos que el Gobierno le genera al productor y que impulsan a una reducción de la oferta”.
En primer lugar, el estudio remarcó que para la campaña 2020/21 se estima un área sembrada de 6,3 millones de hectáreas y que al momento, el avance de siembra es del 75 por ciento. Asimismo, afirmó que clima mediante, se estima una producción de 49 millones de toneladas para la campaña 2020/21, lo que representa un valor bruto de producción total de USD 11.500 millones. Resaltó que entre enero y noviembre 2020 se exportó maíz por USD 5.856 millones, el 11,5% del total de las exportaciones, al tiempo que destacó que Argentina aporta 2 de cada 10 toneladas de maíz comercializadas en el mercado global.
En el primer gráfico, el informe evidencia como al eliminar los permisos de exportación (ROES) y las retenciones en el período 2015/2016 – 2019/20, la producción tuvo un crecimiento exponencial: pasó de 23 millones de toneladas a 50,5 millones de toneladas, con una tasa de crecimiento analizada da más de 13 por ciento.
Mientras que el maíz tiene una tasa efectiva de crecimiento anualizado de 5,3% punta contra punta desde 1987/88 hasta 2019/20.
“Esa tasa de crecimiento, entre 2005 y 2014 cae a 1,2% porque en ese periodo hubo derechos de exportaciones y ROES, que es un sistema de administración de la oferta exportable. La autoridad dice cuánto y quién puede exportar”, dijo De Freijo a Infobae.
Y agregó: “Es decir que no se puede exportar automáticamente sino que hay que pedir autorización para hacerlo. Ese permiso se refleja en un descuento de precio al productor porque es la prima de riesgo que tiene el exportador al comprar algo que después no va a poder exportar porque no le dieron el permiso. Esto impacta en la tasa de crecimiento”.
En la campaña 2019/20, con 50 millones de toneladas producidas, el maíz fue el cultivo con mayor volumen de producción, según indicó el informe de la SRA.
En tanto, destacó que en dicho período, por primera vez la producción de maíz superó a la de soja en toneladas.
El tercer gráfico muestra que las exportaciones aumentaron un 90% en volumen, pasando de 19 millones de toneladas en 2014/15 a 36 millones de toneladas.
Asimismo, el maíz “ganó relevancia en las exportaciones argentinas al pasar del 10% promedio al 15% en las últimas campañas”.
Añadió que se sumaron casi 5 millones de hectáreas a la producción de cereales. Unas 2,6 millones de hectáreas corresponden al maíz y 2,1 millones a trigo y otros.
Según De Freijo, cuando se sacaron los ROES a fines de 2015 se sumaron 5 millones de hectáreas de producción de trigo y maíz y se contuvo la de soja y girasol. Y de esa manera se orientó la producción a un estadío más sustentable desde el punto de vista de los suelos.
Asimismo, destacó que la quita de los ROES y las retenciones generó incentivos para invertir en maíz y aumentó la producción.
El sexto gráfico cita los efectos de los cupos y las retenciones en el valor bruto de la producción de maíz y remarca que en 10 años fueron USD 5.400 millones por retenciones y USD 10.500 millones por subsidios a la cadena por distorsión de precios.
En diálogo con Infobae, De Freijo cuestionó que el Gobierno de Alberto Fernández busque utilizar el control de las exportaciones como mecanismo para bajar precios internos de alimentos.
“¿Por qué el Gobierno toma las decisión de suspender las exportaciones? Para bajar el precio, pero en Argentina nunca faltó maíz. Quedan en mano de productores unas 8,5 millones de toneladas. Y quedan dos meses para que se cierre la campaña. En ese plazo, es decir de acá a febrero, el consumo es 3,5 millones de toneladas cuando restan 8,5 millones”, destacó.
Y añadió: “Eso significa que la medida que impulsaron no es para asegurarse el grano sino que es para hacerlo bajar de precio. El problema del Gobierno es querer generar una ilusión de ingresos distorsionando los mercados porque no pueden contener la inflación”.
Cerrar la exportación genera una asignación ineficiente de los recursos que termina indefectiblemente afectando los precios al consumidor y el nivel de actividad económica del interior, señaló el informe de la SRA
En tanto, según el informe, la incidencia del maíz en los precios al consumidor de alimentos es baja. La posibilidad de trasladar el mayor costo al precio va a estar determinada por la elasticidad de cada mercado. En la medida que el mercado permita un traslado de precios al consumidor, un aumento del maíz del 50% impactaría en un traslado a precios al consumidor del siguiente orden:
-Del 0,5% en el caso de una caja de Cereales para desayuno.(Fuente: ERS USDA);
-Del 1% en el caso de una botella de Coca Cola de 2 litros. (Fuente: ERS USDA);
-Del 6% en el caso de un litro de leche (Fuente: Márgenes Agropecuarios, BCBA y IPC CABA);
-Del 12% en el caso de un kilo de pollo (Fuente: BCBA e IPC CABA);
De esta manera, el estudio destacó que cualquier restricción no contiene los precios y que está demostrado que genera un shock de oferta. Añadió asimismo que los desincentivos que genera al productor, impulsa a una reducción de la oferta, como se vio en el trigo, con el área sembrada más baja de los últimos 100 años; bovinos, con una reducción del stock en 10.000 millones de cabezas; Lechería, con la producción estancada, y Maíz, con una tasa de crecimiento que cae 1/5 de la tasa de crecimiento de largo plazo.
Por último, indicó que los precios del maíz copiaron la evolución del precio internacional, afectado principalmente por el escenario de sequía y la devaluación del dólar, en diciembre se encontraban un 28% más alto que el valor promedio. “Cerrar la exportación lejos de permitir captar esta situación, genera una asignación ineficiente de los recursos que termina indefectiblemente afectando los precios al consumidor y el nivel de actividad económica del interior. Esto lo probaron entre 2007-2015 y resultó en shock de oferta”, concluyó el informe.
Cabe destacar que tras una reunión que se desarrolló ayer por la tarde entre representantes del campo y funcionarios de los ministerios de Agricultura, Economía y Desarrollo Productivo, los ruralistas aseguraron que el Gobierno se comprometió a que se eliminarán de inmediato las restricciones a la exportación del maíz. Todo esto sucede a menos de 24 horas de la finalización del cese de comercialización de granos que encabezó un sector de la Mesa de Enlace.
“Sustituir el límite de 30.000 toneladas diarias de exportación por un monitoreo del saldo exportable para llegar al empalme de cosecha sin tensiones, con el compromiso del sector privado”, indicó el gobierno. Y añadió que buscan consensuar un acuerdo de largo plazo con los sectores consumidores y proveedores de maíz, en sintonía con el Programa Nacional Precios Cuidados, en la que se habló como ejemplo de la constitución de un Fideicomiso de larga duración como solución estructural y método de desacople entre el mercado internacional y el de abastecimiento a transformadores de maíz.
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