Otra vez, y por tercera rueda consecutiva, el Banco Central debió extremarse para contener la suba de los dólares alternativos. La intención le está consumiendo el stock de bonos, además de incrementar el monto de la deuda externa porque son títulos en dólares que estaban en manos del Tesoro y pasaron a poder de los privados. Apenas abrió el mercado de dólares alternativos, comenzó la suba pero, como cada día, a las 12.00 salió el Banco Central a intentar contener los precios vendiendo bonos en cantidades. Las pantallas mostraban en el offer exageradas cantidades de Bonos AL30 que ofrecía la autoridad monetaria a precios más bajos.
Pero al igual que las ruedas anteriores, el premio no tuvo relación con el logro ya que los dólares alternativos subieron, aunque no en la proporción que lo hubieran hecho si hubieran operado con libertad.
El contado con liquidación operó USD 87,8 millones; la tercera parte fueron ventas del Central. Al final de la rueda subió 66 centavos (+0,5%) a $ 144,57 y se aleja del precio que le gusta al Banco Central de $ 140. El dólar Bolsa o MEP, a su vez operó USD 41,3 millones, de los cuales 15 millones fueron del Central. El precio final fue de $ 144,39 lo que implica una suba de 84 centavos (+0,6%). Otra vez los dólares alternativos están casi al mismo precio y no guardan la brecha mínima que deberían tener por los mayores costos que con llevan las operaciones de contado con liquidación al colocar dólares en el exterior.
La cercanía de las brechas no es por retraso del contado con liquidación, sino por la mayor demanda de dólar Bolsa que abre la posibilidad de hacer “puré” al revenderlo en la plaza libre donde el “blue” se mantuvo en $ 160 por la fuerte oferta de divisas de ahorristas que compraron el cupo de USD 200 y, por supuesto, de algunos tenedores de dólar MEP.
El dólar mayorista, a su vez, operó USD 166 millones por la ausencia de exportadores. La devaluación fue de 11 centavos a $ 84,92 y el Banco Central pudo comprar USD 20 millones al desalentar la demanda de los importadores para quienes creó un nuevo cepo que les impedirá comprar en el exterior artículos suntuarios que van desde autos hasta bebidas.
Las reservas, en estas circunstancias, se mantuvieron sin cambios en USD 39.542 millones debido a que el oro perdió 2% de su valor y las golpeó de manera ostensible. Fue tanto el impacto que ni siquiera pudo capitalizar la suba del euro de 0,12% frente al dólar.
Es que las Bolsas de Nueva York, donde el Dow Jones aumentó 1,44% y el S&P 500, 0,57%, volvieron a ser atractivas porque disminuyó el espanto que el Covid le genera a los inversores. Por supuesto, este humor es muy variable y habrá que ver cómo repercute que los demócratas tengan la mayoría en las dos Cámaras lo que le dará a Joe Biden un poder que no tenía Donald Trump.
Los bonos argentinos, en tanto, estaban tan desarbitrados por la excesiva oferta de AL30, que hubo inversores que compraron títulos con legislación Nueva York del tramo más corto que los hizo subir más de 2% porque su renta está muy elevada. De esta manera, el riesgo país salió de la zona de los 1.400 puntos y bajó 41 unidades (-2%) a 1.376 puntos básicos.
La Bolsa, en tanto, subió sin fuerza ni volumen. Se operaron apenas $ 703 millones, 100 millones menos que la rueda anterior. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, tuvo una rueda muy volátil. En el mejor momento del día, a una hora del cierre, estuvo 1,18% arriba para desplomarse a 0,23% y en los dos minutos rebotar a 0,55%.
Ternium (+4,78%) sigue sorprendiendo; en tres ruedas aumento 19% de la mano de la suba del petróleo. Otro papel destacado fue CableVisión Holding (+3,58%) seguido por Aluar (+3,53%).
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda mixta. Lo mejor pasó por Tenaris y Ternium que subieron 4,9%, seguidos de Edenor que recuperó 4,7%, poco más de la mitad de la caída del día anterior.
La cara opuesta fue la baja de Despegar (-6,88%), Globant (-5,33%) y MercadoLibre (-4,73%).
Nada cambiará hoy. El endurecimiento del cepo y la huelga del campo son factores irritantes para el mercado que se cubrirá comprando dólares alternativos y obligará al Central a repetir su costumbre de malvender bonos. El horizonte de ingreso de divisas parece cada vez más lejano al igual que el acuerdo con el FMI.
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