La intervención del BCRA para contener a los dólares alternativos tuvo el costo de una caída en los bonos y el alza del riesgo país

Las fuertes ventas de títulos públicos por parte del Banco Central para controlar el mercado cambiario deja a los bonos con valores cercanos a los de un país en default

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“El Banco Central hoy tuvo que intervenir a dos manos. Jamás los vi tan ansiosos para bajar el precio del dólar”, señaló un operador. “Fue el día de mayor intervención desde que se salió del default”, agregó. Es que los dólares alternativos abrieron con alzas superiores a 2% y amenazaban con seguir ese camino hasta que al mediodía aparecieron en las pantallas ofertas del bono AL30 con precios en baja. Al instante supieron que era el Banco Central, pero la fiebre compradora siguió y la autoridad monetaria tuvo que redoblar esfuerzos. En el balance final, tanto esfuerzo logró muy poco.

Es que el contado con liquidación con negocios por USD 97,9 millones, 83% más del monto negociado en la rueda anterior, cerró con un aumento de $ 1,59 (+1,1%) a $ 143,91. La magnitud del monto negociado muestra la enorme participación del Central. No solo está elevando el monto de la deuda externa con este movimiento, sino que devalúa los bonos que ya tienen rendimientos acordes a los de un país en default.

Con el dólar Bolsa o MEP sucedió algo similar. El volumen negociado creció 82% a USD 52,7 millones. El precio del dólar subió $ 1,23 (+0,9%) a $ 143,55. La brecha entre los dos dólares es muy estrecha por el encarecimiento del MEP en los últimos tiempos ya que se puede utilizar para hacer “puré”, es decir revenderlo en el mercado libre donde el “blue” por el exceso de oferta bajó $ 5 a 160.

La oferta de dólares libres tuvo dos vertientes: las de los compradores de dólar ahorro del lunes y las de los que tienen dólares MEP. Por eso, la baja del “blue” en lugar de ser motivo de festejo, debe ser de preocupación porque el cepo está haciendo agua y hace crecer a los mercados alternativos. El resultado de este movimiento es que los exportadores van a ser reticentes con sus liquidaciones y los importadores van a sobre demandar divisas al precio oficial para sus compras en el exterior. El BCRA bajando el precio de estos dólares está subsidiando su compra y alentando a los mercados paralelos.

A pesar de que en el mercado mayorista se negociaron tan solo USD 133 millones, el Banco Central pudo comprar USD 20 millones. Ayudado por el oro que subió 0,50% y la caída del dólar de 0,42% ante las seis principales monedas del mundo incluidas el euro y la libra esterlina, incrementó sus reservas en USD 61 millones, a USD 39.542 millones.

Por supuesto que la intervención tuvo un costo. Los bonos de la deuda en dólares con ley Nueva York cayeron hasta 1,50% y elevaron el riesgo país 17 unidades (+1,2%) a 1.417 puntos básicos. Desde la salida del default, el riesgo país aumentó 300 puntos básicos. Lo que parecía que iba a ser un buen negocio se transformó en una frustración para los que mantienen los nuevos títulos en su poder.

La Bolsa, tuvo un leve rebote, pero no hay bases para presumir que puede ser una tendencia. Faltan motivos para invertir en acciones y asumir los riesgos en una economía que fija precios y cambia normas para exportar.

El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, terminó la rueda con un aumento de 1,70% pero los negocios por tan solo $ 817 millones le quitaron sustento a este movimiento. Lo mejor pasó por Aluar (+5,70%), seguido por Ternium (+5,13%) que en dos ruedas aumento casi 14% por las expectativas de alza del petróleo.

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares en la Bolsa de Nueva York- tuvieron una rueda mixta. Entre las alzas se destacaron Cresud (+6,14%), Ternium (+5,68%) y Tenaris (+4,06%). La contracara fueron Edenor (-7,22%), Banco Supervielle (-2,97%) y Central Puerto (-1,47%).

La rueda de hoy será otro combate desigual entre el Banco Central y el sector privado para contener el precio de los dólares alternativos. Los inversores saben que están desgastando a la autoridad monetaria porque cada vez necesita de más bonos para que la divisa no suba. Es una pulseada que siempre termina en devaluación.

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