El destino de los pesos sin usar: qué aconsejan los expertos para los primeros meses del nuevo año

Tantos dólares como se puedan o cobertura CER, para los conservadores. A plazos muy cortos, aprovechar la tasa de interés para morigerar el efecto de la inflación

Operadores en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (Reuters)

De cara al inicio de un nuevo año, quienes tuvieron la posibilidad de haber llegado al final de un año en el que la caída de la actividad fue una de las más importantes registradas en la historia económica argentina con pesos sin usar, la pregunta respecto a las alternativas para colocar los ahorros se repite. Las vías para dolarizarse están restringidas, aunque todavía algunos vericuetos para llegar al billete quedan, pero incluso si esas opciones están agotadas, los especialistas recomiendan más que nada opciones defensivas. Ahora, también, para aquellos inversores que están dispuestos a tomar algún riesgo con tal de aspirar a ganancias importantes, también se pueden hacer apuestas.

El cierre de 2020 se da en un contexto de controles de cambio rígidos, aunque muy en el margen quedaron relajados si se tiene en cuenta que hoy el acceso a dólares financieros es algo menos difícil que en septiembre pasado y que la cotización, seguida de cerca por el Gobierno, es la más baja del mercado.

Si el plazo en que se va a usar el dinero es menos de un mes, me quedaría en pesos. Si el plazo es un poco más largo, me iría a dólares (Lucía Pignani)

Se trata del dólar MEP o dólar Bolsa, como se conoce en la jerga a una operación completamente en blanco que se concreta comprando y vendiendo bonos. Al comprar Bonar 2030 con pesos, esperar las 48 horas obligatorias de parking prevista por la normativa y, cumplido ese plazo, revender esos títulos a cambio de dólares, los ahorristas afrontaban al 30 de diciembre un tipo de cambio de $139,99, más barato que el promedio de bancos y casas de cambio, que terminó en 147,26 pesos.

La recomendación de comprar dólares vía MEP, tantos como se pueda, es generalizada entre los especialistas. Claro que no es para apartar pesos que se van a necesitar en el corto plazo. “En resumen, si el plazo en que se va a usar el dinero es menos de un mes, me quedaría en pesos. Si el plazo es un poco más largo, me iría a dólares”, explica Lucía Pignani, economista.

El dólar más accesible, tanto en precio como en cuanto a trabas que lo limitan, es el MEP que se opera en la Bolsa. Claro que no todos están habilitados a operarlo (Reuters)

“Para un plazo mayor a un mes o los dos meses, ahí vería de acuerdo al nivel de riesgo. Aquellos que son conservadores, deberían ir al dólar MEP que es algo que considero que todos los individuos deberían hacer a partir de 2021, para empezar a familiarizarse con el mercado de capitales, que entiendan que no tiene mínimo, que el parking es de sólo 2 días cuando llegó a ser de cinco”, agregó la especialista.

Claro que el problema con el dólar MEP es que, si bien se ha flexibilizado la entrada a ese mercado, todavía no está abierto para todos. Existen ciertos límites, como por ejemplo que no pueden operarlo quienes compraron el cupo de USD 200 mensual en bancos o casas de cambio en los 90 días previos a la operación, o que no tienen permitido el acceso quienes accedieron a refinanciamientos de cuotas de créditos, de resúmenes de tarjeta, créditos a tasa cero y otras formas de financiamiento blando impulsado por el Gobierno durante la pandemia, entre otros.

La opción más atractiva para pasar el verano invertido en pesos es apostar por bonos ajustables por CER (Yarde Buller)

Pero, teniendo en cuenta el plazo y la posibilidad de acceso, la recomendación es repetida. “El MEP, obviamente, el que pueda tiene que comprarlo. A menos de $140 tengo que admitir que me gusta aunque no sea propiamente una inversión, sino atesoramiento. Sobre todo viendo que el dólar paralelo empezó a repuntar en las últimas ruedas del año y que está más barato que el dólar solidario”, dijo José Bano de Invertir Online.

Pero aunque más personas y empresas hayan quedado habilitadas a operar en ese mercado, hay quienes no pueden hacerlo. Y tienen que pasar el verano invertido en pesos. En ese caso, la cobertura es la norma.

Ante expectativa de inflación altas, quienes no pueden ir a dólares tienen en los activos ajustados por CER una alternativa (EFE)

“Creo que la opción más atractiva para pasar el verano invertido en pesos es apostar por bonos ajustables por CER, ya que las tasas de interés nominales están por debajo de la inflación mientras estos bonos ofrecen un rendimiento levemente superior a la inflación”, dijo Adrián Yarde Buller de SBS.

Los últimos datos ya mostraron una fuerte aceleración de la inflación y esperamos que eso continúe en los próximos meses, por lo que veo bastante valor en tomar protección. Una alternativa es ir a un fondo común de inversión que invierta en CER, ya que es un vehículo atractivo para canalizar este tipo de apuestas, ya que tiene una cartera diversificada con fuerte exposición a bonos ajustables por CER y capacidad para hacer apuestas tácticas en pesos cuando van surgiendo oportunidades atractivas”, comentó.

Para el caso de personas o empresas que no tengan un horizonte de inversión de muy largo plazo y sólo quieran proteger pesos de la marcha de la inflación, aunque sea parcialmente, hay distintas opciones.

Sólo para perfiles agresivos, los bonos soberanos en dólares me parecen que no pueden perder mucho más y que con muy poco subirían (Bano)

“Sólo para plazos muy cortos, para quienes estén menos acostumbrados a operar con vehículos financieros sofisticados, recomendaría un plazo fijo. Pero para quienes ya estén habituados a operar con los productos que ofrecen bancos o agentes de Bolsa, recomendaría diversificar con fondos comunes de inversión que incluyen otros instrumentos que permiten mejores rendimientos. Por último, para quienes sean inversores más calificados diversificar entre lo que son Letras del Tesoro, Bonos CER, fondos de plazo fijo y cauciones, que muchos no las conocen, y que permiten colocar liquidez a muy corto plazo. Incluso hasta un día”, comentó Pignani.

La última variable a tener en cuenta es el “apetito por el riesgo”. Quizás un ahorrista está dispuesto a apostar una parte pequeña de su capital a una potencial ganancia importante y, para esos casos, hay alternativas que están empezando a ser del gusto de los analistas,

Sólo para inversores de perfil agresivo, porque es una opción de riesgo, yo ya estoy empezando a tomar bonos soberanos en dólares argentinos”, dijo Bano. “En especial el Bonar 29 y el Bonar 38, sobre todo este último, que está en un precio muy bajo en comparación con el resto. No es que crea que se viene una mejora sustancial, pero creo que pocas cosas pueden estar peor y con muy poco -digamos, un acuerdo con el FMI- las subas pueden ser importantes. Si, por ejemplo, el riesgo país bajara a mil ya ganaste 30%”, agregó.

Los Cedears, certificados en pesos de acciones del exterior que se operan en la Bolsa porteña, son a la vez una inversión de riesgo y una cobertura antes la suba de los tipos de cambio paralelos

Por último, la inversión que fue furor en el año también aparece. Las Cedear, certificados en pesos de inversiones en acciones que cotizan en moneda extranjera en el exterior, son toda una vía de ahorro para quienes quedaron acorralados en pesos a lo largo de 2020.

Los certificados en pesos de inversiones en acciones que cotizan en moneda extranjera en el exterior, son toda una vía de ahorro para quienes quedaron acorralados en pesos

“A la hora de asumir algo de riesgo lo que recomiendo es ir a Cedears que se operan en pesos pero que están atadas a la evolución del dólar contado con liquidación”, dijo Pignani.

“En particular, de empresas que pueden pasarla bien si la recuperación de la economía global se reactiva. En esa línea, estoy mirando mucho al Cedear de Starbucks y al de Coca-Cola. Si, por otro lado, se quiere estar más tranquilo, con tasas bajas por un buen rato en el mundo el Cedear de Barrick Gold es una forma de apostar indirectamente al metal”, completó Bano.

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