En medio de la tensión que hay entre el Gobierno y el campo por el cierre de las exportaciones de maíz y al momento de evaluar diferentes dimensiones de la realidad productiva, la mayor objeción del campo recayó sobre el clima político. Las políticas oficiales son la principal amenaza que perciben los productores agropecuarios. Una amenaza que se volvió realidad en las últimas horas, con la decisión oficial de reeditar viejas recetas de intervención y cambiar para peor las reglas de juego del sector maicero.
La constatación surge del último estudio realizado por AmplificAgro, y que incluyó consultas a 465 responsables de decisiones en empresas y establecimientos agropecuarios pequeños, medianos y grandes de todo el país, entre el 22 y 27 de diciembre de 2020.
En una escala de 1 a 10, el 88% de los consultados calificó con menos de 5 puntos el clima político del primer año de gobierno de Alberto Fernández. “Una preocupación que bien pudiera haber sido premonitoria de la decisión del Gobierno de suspender las exportaciones de maíz. Una medida que no hace más que justificar la mirada negativa que el campo tiene sobre el clima político como variable de incidencia en su realidad productiva”, señalaron los especialistas de AmplificAgro.
La segunda calificación más baja corresponde al “clima de inversión” por parte del agro y la escasez de crédito es el tercer aspecto más negativo para el sector.
Paradoja
Según el relevamiento, la dimensión menos negativa según los consultados es la climatológica, que igualmente tuvo más calificaciones bajas que alta, ya que el 57% la calificó con 5 o menos. Se trata de una variable fuera de control de gobiernos y productores, por cultura y tradición una de las cuestiones más temidas por los productores agropecuarios, pero la menos “peligrosa” en el contexto argentino.
La encuesta también incluyó consultas a los especialistas sobre cuán parecido o distinto veían al gobierno de Alberto Fernández respecto de los de Néstor y Cristina Fernández Kirchner, el 73,1% consideró que el del actual presidente se parece mucho a esos Gobiernos, mientras que un 15,8% adicional respondió que se parece algo a los gobiernos kirchneristas y solamente el 10,8% de los consultados señaló que es algo o muy distinto de las anteriores gestiones kirchneristas.
73,1% consideró que el actual gobierno se parece mucho a los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, un 15,8% adicional respondió que se parece “algo” y solo 10,8% respondió que es algo o muy distinto a las anteriores gestiones kirchneristas.
Por otro lado, ante la consulta si el presidente no pudo, no supo o no quiso en este primer año mostrar diferencias con lo que fueron los gobiernos kirchneristas, el 58% de los que los ven parecidos con las previas gestiones K consideró que Alberto Fernández no quiso mostrar un Gobierno diferente, un 19,5% que no supo ser diferente y un 21,2% que no pudo establecer esa diferenciación.
A su vez, en el cierre del 2020 el 91,2% calificó como negativa la situación del país y solo el 1,9% como positiva. Entre los que evaluaron negativamente la situación del país, el 62,4% le atribuye a la mala gestión económica como principal responsabilidad de aquella realidad, un 33,3% a la mala gestión sanitaria frente a la pandemia del coronavirus, mientras que el 2,1% atribuye la mala situación a la pandemia y el 0,4% a la herencia que dejó el Gobierno de Mauricio Macri.
En lo que respecta a la situación del sector agropecuario durante los últimos 12 meses, el 35,7% consideró como positiva y el 19,2 como negativa, mientras que el 44,6% evaluó la situación del sector como regular. El 47,3% de los que tienen una mirada positiva la atribuyen al aumento de la demanda esa realidad favorable, y en segundo lugar aparece el aumento de los precios. Por el lado de los que tienen una mirada negativa sobre el sector, el 40% se lo atribuye principalmente al aumento de la carga impositiva y el 36% a las condiciones regulatorias del mercado más desfavorables.
El malestar por el cierre de las exportaciones de maíz
El 2020 se despidió con malas noticias para los productores. El Gobierno, mediante el ministerio de Agricultura, decidió suspender la registración de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) para el maíz cuya fecha de inicio de embarque sea anterior al 1 de marzo de 2021, que es el momento que ingresará la nueva cosecha, con la única excepción del maíz pisingallo. Una medida que aumentó el malestar de los productores, que anunciaron la realización de Asambleas desde la próxima semana.
Los integrantes de la Asociación Argentina de Productores Autoconvocados informaron sobre la realización de Asambleas, cumpliendo estrictos protocolos de seguridad y prevención por el coronavirus. Las reuniones de productores que ya están confirmadas son las siguientes: 6 enero en Bell Ville, provincia de Córdoba; 7 de enero en Pergamino; 8 de enero en el cruce de la AO 12 y Ruta 34 y el 9 de enero en el cruce de la Ruta N° 9 y 178 en Armstrong, provincia de Santa Fe.
“Hoy cierran las exportaciones de maíz, mañana serán las de trigo y después las de la carne y seguramente, como antes, el gobierno culpará a los productores de la sojización, pero nosotros tenemos la conciencia limpia porque sabemos cómo son las cosas, seguiremos gritando nuestra verdad para que siga siendo escuchada”, dijeron en un documento los autoconvocados.
Además, la Sociedad Rural de Jesús María anunció que también realizará una Asamblea en los próximos días. Por su parte, la Mesa de Enlace de Córdoba y la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) declararon el estado de alerta y movilización. A todo esto, la semana que viene habrá un encuentro por Zoom de la dirigencia nacional del campo que conforma la Mesa de Enlace. El 2021 arrancó como sucedió en los primeros momentos del año pasado, con el campo movilizado y en Asamblea.
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