El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, se lamentó por el sorpresivo cierre a las exportaciones de maíz dado a conocer ayer por el Gobierno. “La escasez que se produjo en el pasado con estas medidas hizo que los precios se fueran más alto, lamentablemente ya tropezamos con esta piedra”, dijo el dirigente.
El miércoles el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación anunció que suspendió la registración de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) para el maíz cuya fecha de inicio de embarque sea anterior al 1 de marzo de 2021.
En declaraciones a Radio Mitre, el titular de la SRA dijo que hoy “la Argentina produce 50 millones de toneladas de maíz, durante el kirchnerismo se producían 24 millones de toneladas. Y ahí había ROEs y controles como los que se volvieron a poner ahora”.
Se cierra el registro en el nivel de 34 millones de toneladas, el balance daba para 38. Hay 4 millones que se podían exportar en estos meses y que afectan la confianza de la Argentina
“Es un cultivo que se hace en muchas regiones que están más lejos de los puertos y eso permite transformar localmente, y eso genera mucho desarrollo local, mucho trabajo. Hablamos de feedlots, hablamos de frigoríficos, hablamos de criaderos de cerdos, de pollos, de huevos, y ni hablar del complejo del etanol que EEUU es el principal consumidor”, relató.
“El maíz es un cultivo con muchísimas posibilidades y que verdaderamente, además, a nuestros suelos especialmente le trae un beneficio enorme porque justamente le aporta para que la producción sea sustentable en el campo”, agregó.
“Y eso es lo que ha provocado que el cultivo haya vuelto. Cuando se sacaron todas estas restricciones y las retenciones, fundamentalmente, empezó a producirrse mucho maíz en la Argentina que de hecho sobra, porque el consumo interno en la Argentina es mucho menos. Se pueden exportar alrededor de 38 millones de toneladas sin problemas, y esos son muchos millones de dólares para la Argentina”, se lamentó Pelegrina.
El dirigente rural dijo que la producción actual alcanza para proveer al mercado interno, pero que al cerrar las ventas al mercado externo se genera un subsidio que va a hacer aumentar el consumo y, con ello, se genera una transferencia de recursos de los exportadores a otras cadenas. No una baja de precios.
“La carne se puede producir a pasto y a grano, siempre el pasto es más barato. Ahora, si me dan un maíz subsidiado voy a usar más maíz, entonces el consumo se aumenta lo que restringe la exportación y le transfiere recursos que podría estar aprovechando los precios internacionales a otro sector, sin que llegue a bajas de los precios de los alimentos”, argumentó.
“La escasez que se produjo con estas medidas hizo que los precios se fueran más alto. Lamentablemente ya tropezamos con esta piedra en el pasado”, agregó.
No se puede tapar el sol con las manos, el problema de la inflación no está en lo que aporta el sector básico de la producción
“Se cierra el registro en el nivel de 34 millones de toneladas, el balance daba para 38. Hay 4 millones que se podían exportar en estos meses y que afectan la confianza de la Argentina”, comentó Pelegrina.
“Argentina se ganó un buen laurel en el mundo porque pudo seguir proveyendo al mundo a pesar del covid. Esta medida tira todo eso a la borda, porque si de un día para otro se toman medidas intempestivas, es muy difícil”, dijo.
“No se puede tapar el sol con las manos, el problema de la inflación no está en lo que aporta el sector básico de la producción. Pretender resolver el problema por otro lado. (...) Es volver a intentar un camino que ya se sabe que va al fracaso”, concluyó.
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