El presidente Alberto Fernández reconoció este jueves que la expropiación de la empresa Vicentin fue un “error” y también aseguró que le gustaría contar con el ex ministro de Economía y candidato presidencial Roberto Lavagna como uno de los integrantes de su gabinete.
“Siempre tomo a bien sus críticas, porque es un hombre que sabe y un hombre honesto. Creo en su honestidad intelectual. No necesariamente las comparto”, dijo en relación a Lavagna, que la semana pasada publicó una carta pública donde criticó las políticas “populistas y de ajuste” que, junto con la pandemia, llevaron a la actual situación socioeconómica, con altos índices de pobreza e indigencia.
Quien no quisiera tener un hombre como Roberto Lavagna en el gobierno. Es un hombre de enorme valor. Pero él me ha expresado su voluntad de no volver a la función pública
El presidente aseguró que ambos conversaron en Navidad y que espera poder volver a encontrarse con Lavagna en breve. “Más que críticas a la economía, él propuso objetivos para la economía. Y en esos objetivos no estamos muy en desacuerdo. Tuvimos a lo largo del año, miradas diferentes sobre algunos aspectos y me da la impresión que tuvimos razón nosotros. Eso no me permite estar seguro en un 100% de lo que creo. Escucharlo a Roberto siempre es muy valioso. Hago una diferencia entre él y los diputados que dicen representarlo porque allí veo una conducta más obstruccionista, más competitiva con el Gobierno”, agregó el presidente en declaraciones a Radio 10.
Sobre una posible incorporación del ex ministro al actual Gobierno, Fernández expresó: “Quien no quisiera tener un hombre como Roberto Lavagna en el gobierno. Es un hombre de enorme valor. Pero él me ha expresado su voluntad de no volver a la función pública y en eso lo respeto mucho”.
El presidente también realizó una autocrítica sobre la expropiación de la empresa Vicentin, que su Gobierno impulsó en junio de este año a través de un decreto que luego fue derogado. “Necesitábamos del concurso de voluntades de todos que quisieran acompañar. Tal como quedó planteada la cosa, éramos nosotros contra todo un pueblo, contra todo un sector económico que lo defendía, que era el campo”, señaló.
“En realidad, hacerlo en ese contexto, era salvarle la vida a los que habían generado la crisis de Vicentin. Si todos hubiéramos estado de acuerdo, en ese momento, el Estado se hubiera hecho cargo, hubiera podido hacer cargo, hubiera podido concretar la posibilidad tener una empresa testigo y la hubiéramos podido recuperar. Pero no fue lo que pasó. Todos se nos pusieron en contra. Los productores dijeron que iban a dejar de mandar cereales a Vicentin. ¿Qué íbamos a hacer? Ibamos solo a salvar las papas del fuego que habían puesto los Nardelli y compañía”, se preguntó el presidente.
“Yo casi me sentí un tonto. Entonces voy a terminar siendo Papa Noel para esta gente. Eso fue lo que me hizo echar para atrás”, se sinceró. “Ahora, es cierto, añoran la posibilidad de que el Estado intervengan, pero ahora dejaron destruir todo, dejaron que se fugue lo poco que quedaba, ahora ellos no cobran los sueldos. Esos son aprendizajes también para la sociedad que se deja llevar por banderazos que promueven Canal 13, Clarín y La Nación y dicen que somos Venezuela. Ellos sin trabajo y los diarios siguen vendiendo”, concluyó.
Seguí leyendo