El dólar libre despidió el año financiero con ligera tendencia alcista, que lo sostuvo en sus precios más altos desde el pasado 13 de noviembre. La divisa blue subió un peso este miércoles, a $166 para la venta, con una brecha cambiaria de 97,3% respecto del oficial mayorista, a 84,15 pesos.
En 2020, el billete en el mercado paralelo acumuló un salto de 115%, desde los 77,25 del 30 de diciembre de 2019. De todos modos, el dólar blue concluye un escalón debajo de sus precios máximos del año, con un descenso de 15% o 29 pesos respecto de los $195 para la venta del 23 de octubre,
El monto negociado en el segmento de contado (spot) alcanzó los USD 238,8 millones en la última rueda operativa del año. “La oferta de divisas se mantuvo otra vez activa permitiendo que el BCRA tuviera otra rueda con saldo a favor por su intervención”, comentó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio. Fuentes privadas estimaron que las compras oficiales totalizaron unos USD 90 millones en el día.
En el 2020, el dólar libre ascendió un 115%, mientras que el tipo de cambio oficial ganó un 40,5%
Un caso aparte fue el de la suba del dólar al público, pues con la distorsión de la carga tributaria se encareció un 81,1% en doce meses, de $81,89 a $148,28 para la venta en el promedio de bancos.
De este modo, el dólar minorista -con recargo del 30% por el Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) y el 35% como adelanto de la percepción de Ganancias- es 5% más caro que los tipos de cambio financieros, que se mantienen prácticamente estables en la zona de los 140 pesos, en un marco en el que el BCRA vuelve a comprar divisas para reforzar las reservas.
Diciembre cierra con un incremento de reservas cercano a los 700 millones de dólares
“El BCRA continúa aprovechando para comprar divisas a través de sus intervenciones. Los dólares financieros siguen reacomodándose al alza, aún en medio de la estacional mayor demanda de pesos, ya que su abaratamiento hasta niveles cercanos al dólar ahorro podría ser sólo circunstancial”, afirmó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
Vale recordar que las elecciones presidenciales de octubre de 2019 marcaron un cambio rotundo para el comportamiento del dólar. Desde que se impuso el límite mensual de USD 200 para individuos, el 28 de octubre de 2019, el dólar blue subió 120% (de $75,50 a $166), una tasa de aumento que acompañó la evolución de los agregados monetarios: en ese lapso, la Base Monetaria creció 63%, la circulación monetaria subió 96% y el stock de pasivos remunerados del BCRA (Leliq y Pases) se amplió 183 por ciento.
Las reservas internacionales se incrementaron el martes unos USD 45 millones y finalizaron en 39.281 millones de dólares.
Diciembre se presenta como muy positivo para los activos del Central: las reservas mejoran unos USD 656 millones, la autoridad monetaria conserva un saldo neto de más de USD 600 millones por sus intervenciones en el mercado, mientras que los depósitos privados en efectivo crecen USD 763 millones -con datos hasta el 23 de diciembre-.
Con esta tendencia, el último mes de 2020 finaliza con el mayor incremento de reservas internacionales en las arcas del Banco Central, cercano a los USD 700 millones y por encima del aumento mensual de USD 653 millones registrado en junio último. En este aspecto, hay que retrotraerse a diciembre de 2019 (+ USD 1.067 millones) para encontrar un mes con una mayor mejora en el nivel de activos.
El Banco Central subastó Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días de plazo por un monto de $240.287 millones, con lo que absorbió unos $70.000 millones -frente a vencimientos por $169.653 millones-, a una tasa de 38% anual.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones advirtieron que para 2021, “en el primer trimestre de año, se deberá convivir con un fuerte exceso de pesos -del orden de los $312 mil millones, 13% de la Base Monetaria promedio de diciembre-. Por ende, muy posiblemente veamos a un BCRA con una política de aumento de la deuda remunerada y más venta del AL30 (Bonar 2030). En este marco, es esperable que se continúe acelerando el ritmo de la devaluación diaria -como sustituto a un salto cambiario-, en meses además en los que deberían aparecer mayores señales cambiarias en la perspectiva de una renegociación con el FMI”.
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