Una de las preguntas más frecuentes, a menudo un drama existencial para los jóvenes, es qué carrera seguir o -más en general- qué pasos dar en ciertas instancias, como la elección de ciertos estudios, o un trabajo, un arte, una profesión, un aprendizaje, o un lugar o entorno donde desarrollarlos. Al respecto, un consejo frecuente, al punto de haberse vuelto casi un cliché, es que uno debe “seguir su pasión”. La luz y la fuerza de la pasión, se supone, iluminarán el camino y permitirán superar los obstáculos que se interpongan, hasta lograr la realización personal, profesional, artística, vital.
Sin embargo, Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, una empresa exitosa al punto de tener su propia flota de aviones para distribuir más rápida y eficientemente los centenares de miles de órdenes que procesa a diario, cree que esa respuesta no es adecuada. Así lo sugiere un tuit en el que remite a un breve fragmento de una exposición de Scott Galloway, un gurú del marketing, profesor en las universidades de California Los Ángeles (UCLA), Berkeley y Nueva York, donde tiene una cátedra de “estrategia de marcas” en la “Stern School of Business”, una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo.
Pasiones y millones
En el fragmento, de menos de dos minutos, Galloway destroza el consejo con comentarios que despiertan risas en el auditorio. El profesor de marketing comienza contando que las escuelas de Negocios de las Universidades suelen tener dos tipos de invitados: gente super-interesante y exitosa o multimillonarios. “Por alguna razón creemos que los multimillonarios tienen una gran visión de la vida”, dice. Y personajes así suelen terminar su exposición con el consejo: “Sigan su pasión”.
Según Galloway, se trata de “el peor consejo”; más aún, “un consejo de mierda”, dado por gente que ya hizo sus millones en negocios tan poco excitantes como el hierro o la fundición. Por el contrario, advierte a los jóvenes, la tarea que tienen por delante es “encontrar algo en lo que sean buenos y pasar miles de horas y aplicar el ánimo, la perseverancia, el sacrificio y la voluntad de superar cosas difíciles y volverse muy buenos”.
El secreto es, dice Galloway, que “una vez que sos muy bueno en algo, los frutos económicos de ser muy bueno, el prestigio, la relevancia, la camaradería, la riqueza personal te harán un apasionado de lo que sea que hayas elegido”.
En lenguaje llano y con toques irónicos, Galloway brinda un ejemplo. “Nadie -dice- creció pensando ‘me apasiona la legislación tributaria’”. Sin embargo, prosigue, “los mejores abogados tributaristas viajan en vuelos privados, gozan de una mejor selección de parejas de la que se merecen y recién entonces se ponen a hacer cosas interesantes, que a propósito de todo -vuelve a la ironía- los hace apasionados de la legislación tributaria”.
Nadie creció pensando cuanto le apasiona la legislación tributaria, pero los mejores abogados tributaristas viajan en vuelos privados, gozan de una mejor selección de parejas de la que se merecen y recién entonces se ponen a hacer cosas interesantes
Según el gurú, las cosas son menos románticas. “Trabajar es duro, y cuando encontrás obstáculos y te topás con injusticias -algo común y garantizado en cualquier lugar de trabajo, acota- empezás a pensar ‘esto no me gusta, es desalentador y duro, tal vez no es mi pasión’ ”. Pero ese, advierte, no es el examen adecuado. Si es por pasión, les dice a los estudiantes, “ejérzanla los fines de semana, sean Disc-Jockeys”. Es cierto, concede, que Jay Z -un famoso DJ- siguió su pasión y es millonario. Pero -espeta a los estudiantes- “asuman que ustedes no son Jay-Z”.
De empresas y libros
Galloway es fundador de varias empresas, como L2, Red Envelope y Prophet y también ha sido miembro del directorio de empresas como Gateway, la fabricante de computadoras, y The New York Times, acaso el diario más prestigioso de EEUU. Además, es autor del libro “The algebra of Happyness” (El álgebra de la felicidad), en el que destila conceptos sobre el éxito, el amor, las elecciones laborales y profesionales y el balance entre trabajo y vida personal y familiar, en fin, el significado de la vida, pero siempre con los pies en la tierra.
De hecho, el fragmento retuiteado por Galperin es parte de una entrevista pública que le hizo la periodista Stephanie Ruhle, presentadora de NBC y antes editora de MSNBC y Blooomberg, a propósito de ese libro.
Más recientemente, Galloway publicó “Post-Corona, from Crisis to Opportunity” (Post-Corona, de la crisis a la oportunidad). Y aunque lo suyo es el marketing, no es concesivo con las empresas. En el debate sobre el paquete de estímulo económico en EEUU en el marco de la pandemia, enfatizó que la ayuda debe ser directamente a las personas. Las corporaciones, dijo, son una abstracción; que las personas decidan, con sus decisiones de gasto, cuáles sobrevivirán y cuáles no. Y este sábado retuiteó a Donald Trump, con el siguiente comentario: “25 días más de megalomanía delirante”, por el tiempo que resta hasta la asunción presidencial de Joseph Biden, el 20 de enero de 2021.
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