La economía argentina registró uno de los retrocesos más importantes en octubre de América latina y apunta a cerrar el año en el antepenúltimo lugar en materia de recesión, aunque con mejores perspectivas en 2021.
Con el dato de la caída interanual del 7,4% registrada en octubre, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la Argentina registró la segunda caída más importante en un grupo de países de la región. El peor lugar fue para Bolivia con una reducción del 9,5% en su indicador mensual, seguido por la Argentina, luego México con -5,3%, Perú -3,7%, Brasil 2,6%, Chile -1,2% y Paraguay -0,7 por ciento.
En términos de las proyecciones de caída del PBI para este año, el ranking lo lidera Venezuela con -23,9%, seguida por Perú con -12,5% y luego la Argentina con el -11,2 por ciento. México registraría una caída del 9,1%, Bolivia del 8,4%, Chile del 5,9%, Brasil del 4% y Paraguay del 2,4 por ciento.
De este pelotón de naciones, la única que no lograría rebotar sería Venezuela, ya que se proyecta que caiga otro 2 por ciento en 2021. En cambio, Perú crecería el 9,1%, Chile 4,9%, Bolivia 4,8%, la Argentina 4,7% (aunque el presupuesto prevé 5,5%), Paraguay 4%, México 3,7% y Brasil 3,5 por ciento.
La visión de los analistas
Las consultoras que siguen día a día los datos de la macroeconomía concluyeron que la recuperación es heterogénea en términos sectoriales y que
En este sentido, un informe de ACM detalló que “en octubre, tan sólo uno de los 15 sectores que componen el EMAE exhibió crecimiento, lo cual demuestra que la eliminación de restricciones no implica un retorno a los niveles prepandemia”.
“En este sentido, cabe resaltar que, en primer lugar, existen diferentes velocidades de convergencia entre los sectores y, en segundo lugar, existe un efecto de segundo orden asociado al shock de demanda que implicaron las pérdidas en los ingresos y de empleo”, indicó.
Respecto de los datos más negativos, consideró que “las mayores habilitaciones y la confirmación de la temporada de verano podría traer una aceleración en el crecimiento de dicho sector (turismo y gastronomía) durante los próximos meses”.
En tanto, el sector de Construcción “desaceleró fuertemente la caída (-13,3%) aunque cabe resaltar que su cálculo es indirecto a través de la demanda de insumos”.
“La reasignación del gasto desde el gasto social hacia la obra pública de cara al próximo año, combinado con costos en dólares históricamente bajos y la posibilidad de dolarización que ofrece el sector en un contexto de cepo serían los drivers que llevarían a que dicho sector tenga una de las mejores performances sectoriales”, detalló el equipo que lidera Jorge Neyro. En términos generales, “en octubre se observó una continuidad en la dinámica de recuperación de la economía, aunque de forma heterogénea dada las características del shock de oferta que estamos evidenciando”.
En octubre se observó una continuidad en la dinámica de la recuperación de la economía, aunque en forma heterogénea
Esta tendencia se va a mantener “durante los meses siguientes, aunque de forma atenuada producto de las mayores habilitaciones mencionadas”.
“En la actividad continúa incidiendo las medidas para mitigar la pandemia del COVID19, aunque la progresiva apertura de actividades generó mejoras en sectores importantes como la construcción y la industria. En este sentido, el acceso al financiamiento y una mayor certidumbre que podría brindar el anuncio de un plan y un acuerdo con el FMI podría impulsar principalmente a sectores como la construcción y el agropecuario, en caso de reducirse las tensiones cambiarias recientes”, se afirmó en el reporte.
Por esta razón, ACM proyectó “una caída del PBI del 10,5% para el 2020, mejorando nuestras estimaciones previas cercanas al 11%, y un crecimiento del 4,1% para el año que viene”, todavía lejos del 7% proyectado ahora por el estudio Ferreres.
En tanto, LCG sostuvo que el resultado de octubre “resultó mejor de lo esperado, aunque en línea con la desaceleración que se estimaba para el mes de octubre (la baja fue de 0,2 por ciento, considerando las correcciones hacia atrás hechas en la serie)”.
“Con este registro, la economía crece mensualmente por sexto mes consecutivo luego de los desplomes de marzo y abril, pero en 10 meses del 2020 acumula una caída del 11,3% en relación con el mismo período de 2019. En la comparación anual, octubre se mantuvo en baja (-7,4% interanual) y aceleró 1 punto porcentual la caída respecto a septiembre”.
Al respecto, el equipo de Guido Lorenzo subrayó que “a pesar de la recuperación de los últimos seis meses (28% acumulado desde el piso), la actividad todavía se ubica 5% por debajo del nivel al que operaba en febrero, antes de la pandemia”.
A pesar de la mejora registrada en el nivel de actividad en los últimos meses, hay una caída acumulada del 11,3% desde enero y todavía la economía está un 5% por debajo de febrero, antes de la pandemia
Y, desde una perspectiva de más largo plazo, “la actividad se ubica 12% por debajo de los niveles de 2017, último año en que el PBI mostró crecimiento”.
“Para noviembre esperamos que la actividad continúe mostrando variaciones positivas, en línea con el relajamiento de las restricciones, que permitieron pasar del ASPO al DISPO hacia fin de año. Por lo pronto, el 65% de las variables relevadas por el índice de difusión de LCG (13 sobre un total de 20 a esta altura del mes) mostró crecimiento mensual en términos desestacionalizados (versus 55% en octubre)”, precisó LCG.
De todos modos, no descartaron que “un posible incremento en los contagios y la marcha atrás con la reapertura de ciertas actividades puedan moderar las tasas de crecimiento en los próximos meses; proyectamos una caída de la actividad en torno al 10-11 por ciento” este año. Por lo visto, para el año próximo, los pronósticos sobran y las dudas también.
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