El impacto de la pandemia en la actividad económica será de tal magnitud que en muchos sectores productivos no alcanzará el rebote pronosticado en 2021 para recuperar todo el terreno perdido este año. Las estimaciones privadas esperan un repunte desigual, es decir, con algunos rubros con subas pronunciadas y otros más rezagados.
Algunos sectores partirán con alguna ventaja por cuestiones de contexto internacional -como el agro-, otros por condiciones internas que los hacen tener mejores perspectivas, como la industria automotriz o la construcción, y un tercer grupo tiene todas en contra, como por ejemplo la industria turística, que encara su temporada alta en medio de un temor a un rebrote de coronavirus.
De acuerdo a un “mapa” sectorial elaborado por la consultora Abeceb, los distintos sectores productivos argentinos podrían agruparse en cuatro categorías para comprender con qué tendencia llegarán al 2021 y a partir de ahí, qué tendencia podrían tener a lo largo del año.
La minería, el agro, los electrodomésticos y el papel podrían recuperar en 2021 parte del terreno que perdieron durante la pandemia.
El primer grupo corresponde a los rubros crecieron durante la pandemia y que en 2021 seguirán creciendo. Abeceb identifica en ese segmento a industrias como el cuidado personal (9,2% de crecimiento en relación a la pre pandemia), petroquímicos (7,9%), agroquímicos (7,2%), laboratorios (5,4%), madera (3,5%), alimentos y bebidas (1,3%) y carne bovina (0,5%).
En un segundo conjunto prevé que hay algunos sectores que se recuperan tras el golpe de la pandemia y que crecerán en términos netos durante 2021. En ese grupo están la minería (se desplomó 15% en 2020 y rebotaría un 7,5% en 2021), el agro (caída de 7,1% este año y repunte de 5,3% en el próximo), electrodomésticos (-11% y +4,3%, respectivamente) y papel (-3% y recuperación leve en 2021).
Según una estimación de Ecolatina, el agro tendrá en 2021 una reducción de la cosecha de 5%, pero los precios internacionales actuarán como contrapeso. “La Argentina esta inmersa en contexto favorable después de muchos años, con tasas de interés bajas a nivel mundial y precios de commodities que no son los más altos de la historia pero son muy interesantes. Eso va a actuar como contracara de menor producción”, afirmó a Infobae Santiago Manoukian, analista sectorial de la consultora Ecolatina.
Para Abeceb, la industria automotriz y la industria manufacturera en general pertenecen a un tercer grupo de sectores productivos que cayeron considerablemente por efecto de la crisis sanitaria y que “apenas crecen” en 2021.
El rebote de un sector como la industria automotriz dependerá de un par de factores. “La gran pregunta es, ¿qué es rebote y qué es recuperación? ¿Van a poder volver a los niveles pre pandemia? En ese sentido vemos que la industria automotriz podría verse beneficiada de mayores exportaciones a Brasil con un mayor nivel de actividad en ese país. Aún con brecha pero si el Gobierno puede evitar una devaluación, el sector tiene las de ganar”, dijo Manoukian.
“El riesgo es el aprovisionamiento de partes y el ritmo de importaciones. Si el Gobierno empieza a controlar más el flujo de importaciones de insumos o bienes finales, eso puede restringir la recuperación de la actividad con tal de evitar una devaluación”, comentó.
La construcción, petróleo, informática y comunicaciones, siderurgia, textil y calzado podrían seguir cayendo en 2021 tras un 2020 difícil, según Abeceb.
En un cuarto grupo analizado por Abeceb se encuentran las actividades que fueron impactadas duramente por la pandemia y que en 2021 tampoco podrán levantar cabeza. En ese segmento ubicó a la construcción, petróleo, informática y comunicaciones, siderurgia, textil y calzado.
Para Manoukian, habrá dos condiciones para tener en cuenta a la hora de proyectar crecimiento genuino, rebote tras una fuerte caída o rezago para todos los setores productivos: un posible rebote en la pandemia y una eventual devaluación.
“El impacto del Covid no va a ser tan fuerte en 2021 como este año. Si bien está dentro de las posibilidades que haya segunda ola relevante, no se espera que tenga un impacto tan fuerte en la economía. Hay cierto aprendizaje para el 2021″, sostuvo.
Por otra parte, “cada vez es mayor la probabilidad de una ‘no devaluación’, algo que hace algunas semanas tenía más chances de suceder en medio de la pérdida de reservas en el Banco Central y una brecha cambiria muy pronunciada. Aún así la situación sigue siendo complicada”, explicó Manoukian.
Las tensiones cambiarias “favorecieron” al consumo de bienes durables, ante la sensación de que esos productos valuados en dólares estaban baratos.
Javier Cao, responsable de inteligencia sectorial de Abeceb había comentado ante Infobae que “lo más llamativo en los últimos meses ha sido la importante recuperación que muestra la venta de bienes durables, que en otras circunstancias suelen ser las de mayor caída ante una crisis”, aclaró.
El agro tendrá una cosecha 5% menor pero tendrá como contrapeso mejores precios internacionales.
Este fenómeno se debe, “más allá de la recuperación general y la necesidad de recomposición de stocks, a un driver particular: el consumidor percibe actualmente a estos bienes como baratos en dólares, y sin mayores oportunidades de gasto -debido a que algunas actividades se encuentras restringidas y los principales instrumentos de ahorro no parecen del todo atractivo-, su compra aparece como una oportunidad”.
Por su parte, para Manoukian, “basándonos en el hecho de pasar el verano sin depreciación significativa y con brecha elevada, vemos alentanda la comercialización de bienes durables, a diferencia del consumo masivo que se viene deteriorando”, apuntó.
Y, en sentido, remarcó que ese repunte “se ve en la compra de materiales de construcción, electrodomésticos y autos. Esa demanda fuerte implica ‘aprovechar’ la situación antes de un eventual salto devaluatorio que muchos anticipan. De todas formas hay un signo de alerta: el nivel de precios está aumentando por encima del promedio. Hay un crecimiento de la demanda y una produción que no acompaña en el mismo ritmo”, concluyó.
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