Para la empresa Edesur, el incendio que se produjo en la subestación Perito Moreno, que dejó a más de 300.000 usuarios sin servicio, fue intencional, por lo que se encuentra abocada a una investigación para determinar si lo que sucedió en sus instalaciones ubicadas en Villa Lugano, fue un atentado.
“El corte de luz masivo en la zona sur-oeste de la Ciudad de Buenos Aires se produjo debido a un incendio intencional que afectó líneas de alta tensión. El fuego afectó a cables de alta tensión, cuyas protecciones se activaron para preservar el estado de la red y evitar daños mayores. El incidente se registró a las 15:32 horas y afectó a unos 317.000 clientes”, señaló la empresa a través de un comunicado.
“Nuestro equipo técnico está realizando maniobras para la restitución del servicio. Al mismo tiempo, iniciamos una investigación para esclarecer si se trató de un atentado contra el servicio”, agregó.
El corte del suministro afectó a vecinos de Constitución, Flores, Mataderos, Parque Chacabuco, Caballito, Villa Luro y Liniers. En las redes sociales, también reclamaron por el apagón vecinos de Villa del Parque, Vélez Sarsfield, Villa Devoto, Almagro, Floresta, Parque Avellaneda, Versalles, Villa Lugano, Parque Patricios, Pompeya, Villa Soldati, Barracas, Boedo, Monte Castro, Villa General Mitre y San Cristóbal.
Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), a las 15.32 se generaron “las fallas” que “produjeron un corte de aproximadamente 700 MW, con una afectación inicial de 302.000 usuarios y usuarias”.
El organismo confirmó que a “las 18.20 horas se normalizó por completo el suministro para la totalidad de los usuarios y usuarias. Al momento el Ente se encuentra realizando las inspecciones y verificaciones in situ para determinar con precisión el origen de la falla”.
Tras la reposición del servicio, en el lugar se presentó un escribano, un grupo de peritos en incendios y funcionarios del área legal de la distribuidora energética, a los efectos de reunir información para presentar una denuncia penal para investigar cuáles fueron las causas del incendio.
Al mismo tiempo en que se producía este curioso episodio, que Edesur confía en que sea investigado judicialmente, las máxima autoridades de la empresa, junto a sus colegas de Edenor, se encontraban nada menos que en la Casa Rosada
Según fuentes de la empresa, el fuego se inició en un lugar crítico para el funcionamiento de la red y es probable que quienes lo iniciaron al predio conocieran con precisión los efectos que causaría en el suministro.
“Se trata de una zona importante, eléctricamente hablando, porque está cerca de subestaciones importantes. Y claramente fue un incendio intencional, que se originó en lugar poco accesible. El humo, que era muy intenso, produjo que actuaran las protecciones de las 2 líneas de alta tensión y que salieran de servicio”, explicaron en Edesur.
En la empresa descartan que el incendio se haya producido por altas temperaturas ni que haya sido por un exceso de demanda, ya que el requerimiento de electricidad estuvo lejos del pico histórico en la zona que opera la compañía.
Reunión en Casa Rosada
Al mismo tiempo en que se producía este curioso episodio, que Edesur confía en que sea investigado judicialmente, las máxima autoridades de la empresa, junto a sus colegas de Edenor, se encontraban nada menos que en la Casa Rosada. Allí, mantuvieron una reunión con el secretario de Energía, Darío Martínez, en virtud de un tema que viene de larga data con la distribuidoras eléctricas: la deuda de $4.100 millones que el Estado nacional tiene con ambas distribuidoras de electricidad por el servicio que prestan en barrios de emergencia de su zona de concesión.
Según trascendió de ese encuentro, se estableció un acuerdo para que en lugar de saldar esa deuda, el Estado se haga cargo de obras pendientes de la red eléctrica metropolitana que le corresponden a las empresas. De ese modo, Edenor y Edesur resignarán esa deuda a cambio de que el Gobierno no les exija esas obras de baja tensión, ubicadas en 32 municipios del conurbano y en 12 comunas de la Ciudad de Buenos Aires. Según se estimó, la deuda pendiente corresponde en $2.500 millones a Edesur, mientras que el resto pertenece a Edenor.
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