La mitad de los hogares del país vivían hacia septiembre con un ingreso mensual menor a los $50.000, informó hoy el Indec. Como comparación, ese mes el costo de la canasta básica total, que determina la línea de la pobreza en la Argentina, había llegado a los $47.215 para un familia tipo.
De acuerdo con el informe de distribución del ingreso que publicó este martes el organismo estadístico, hasta el octavo decil (80% de los habitantes) los asalariados tenían ingresos promedio de hasta $40.841 mensuales.
En el mismo período, el 50 por ciento de los hogares reunía ingresos total de $45.157 en promedio, inferior al costo de una canasta mínima de alimentos, al finalizar el tercer trimestre.
Otra medición marca que el ingreso promedio per cápita del total de la población, que corresponde a 28.506.758 personas (según el alcance del Indec, que mide 31 centros urbanos de todo el país), alcanzó los $19.713, mientras que la mediana del ingreso per cápita fue de $14.140.
La mitad de los hogares del país vivían hacia septiembre con un ingreso mensual menor a los $50.000
Por otra parte, el coeficiente de Gini, que mide los márgenes de desigualdad social, pasó del 0,455 en el segundo trimestre del año a 0,443 en el tercero, registrando un deterioro del 2,6%. En ese sentido, el sector más pobre de la población reunía ingresos 17 veces inferior al del sector con mayores ingresos.
En tanto, el Indec midió cuál es el ingreso promedio según el tipo de ocupación principal. Para los 7,6 millones de asalariados, el ingreso medio registrado fue de $34.206. Al interior de este sector hay distintas realidades: por un lado, quienes tienen descuentos jubilatorios (registrados) tuvieron un sueldo promedio de $40.587. Los informales, por su lado, $17.215, siempre a datos de septiembre.
Ese mes, para establecer la comparación, la línea de pobreza por adulto se había ubicado en los $15.280 y la de indigencia en $6.288 por mes para cubrir al menos el gasto en alimentos.
En términos generales, la población alcanzada por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de Indec tuvo una variación de sus ingresos entre septiembre de 2019 y el mismo mes de 2020 de 21%, unos 15 puntos porcentuales por debajo de la evolución de la inflación en ese mismo período.
La canasta básica había tenido en noviembre un incremento de 3,7%, por encima del ritmo general de inflación. De esta manera, una familia integrada por dos padres y dos hijos necesitó contar con un ingreso mensual de $51.775 para no ser considerada pobre.
La Canasta Básica Total (CBT), que incluye el gasto alimentario, de indumentaria, salud, educación y transporte, entre otros, y que determina la línea de pobreza en la Argentina, acumuló en el último año un incremento de 37,7%, es decir, unos dos puntos porcentuales al Índice de Precios al Consumidor.
La población alcanzada por la EPH de Indec tuvo una variación interanual de sus ingresos de 21%, unos quince puntos porcentuales por debajo de la inflación
La pobreza llegó al 40,9% en el primer semestre del año, lo que implica que unos 18,5 millones de personas en todo el país no logran cumplir con sus necesidades básicas. A su vez, la indigencia trepó al 10,5%, equivalente a 4,8 millones de personas que a junio padecían hambre.
En comparación con el último semestre de 2019, cuando aún gobernaba Mauricio Macri, el incremento fue de poco más de cinco puntos porcentuales. Entre junio y diciembre del año pasado, la pobreza llegó al 35,5 por ciento. Concretamente, hay 2,5 millones de personas más que cayeron bajo la línea de pobreza y 1,2 millones más de indigentes respecto del último semestre del año pasado.
Algunas estimaciones privadas ya ubican a la pobreza del tercer trimestre de este año en torno del 43%, según el economista de la Universidad de La Plata y del Cedlas (Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales) Leopoldo Tornarolli. El próximo dato oficial, con la información completa de 2020, se dará a conocer en marzo.
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