Desde octubre el rubro de la construcción sufre faltante de materiales. La problemática se vio agravada además por aumentos elevados por encima de la inflación de los productos en plena reactivación del sector tras meses de cuarentena. Ahora el Gobierno avanzó con nuevos controles y anunció que obligará a que los comercios minoristas informen a diario los precios de los materiales de la construcción. En la medida también se incluyó a electrodomésticos que resulten “esenciales en la cotidianeidad doméstica”.
A través de la publicación en el Boletín Oficial, la Secretaría de Comercio Interior oficializó la Resolución 678/2020, mediante la cual se establecieron estos controles. En efecto, el organismo que conduce Paula Español incluyó en el Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA) a los materiales para la construcción y a electrodomésticos.
El SEPA fue creado en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, con el objetivo de que los comercios que realicen venta minorista de “productos de consumo masivo” informen en forma diaria para su difusión los precios de venta al público vigente en cada punto de venta, de los productos que allí se determinan. A la vez, estableció multas millonarias.
“Es deber del Gobierno Nacional garantizar los derechos esenciales de la población y su goce efectivo, resultando un interés prioritario asegurar el acceso equitativo sin restricciones a bienes básicos, tales como aquellos materiales esenciales y de mayor demanda en el sector de la construcción, tanto en lo que hace al desarrollo habitacional así como también ampliación y rehabilitación de infraestructura social y productiva”, explicó le Secretaría de Comercio Interior entre los considerandos de la resolución.
En igual medida, “resulta necesario garantizar dicho acceso a los electrodomésticos que resulten esenciales en la cotidianeidad doméstica para las y los consumidores”, se agregó y se resaltó que “el adecuado funcionamiento del mercado tiene como pilar fundamental que la información sea clara y se encuentre disponible para los consumidores en todo momento, y que los proveedores de bienes y servicios la brinden en forma amplia y accesible”.
De estos nuevos controles quedaron exceptuadas las micro, pequeñas y medianas empresas, para las cuales será optativo su incorporación al SEPA.
El suministro de la información deberá realizarse en forma diaria y hasta las 6 horas del día correspondiente a aquel cuyos precios se informan. El sistema admitirá la posibilidad de recibir hasta las 10 un informe rectificatorio. La transferencia de los datos deberá realizarse en forma completa, antes de los horarios límite señalados. “La información suministrada rige sólo para el día en que fue remitida; de no recibirse la misma en un día de actividad comercial, o si esta se presentara y no fuera validada por el sistema, no se publicará ningún dato del punto de venta para el día en cuestión, siendo el comercio pasible de las sanciones correspondientes”, advirtió la Secretaría de Comercio Interior.
El Gobierno avanzó con esta medida tras dos meses de problemas en la construcción por faltante de materiales. Hace 10 días, Paula Español había asegurado que desde la Secretaría de Comercio Interior se realizaron un centenar de inspecciones y planteó que este tema surgió, por un lado, como consecuencia de una demanda creciente producto de una mayor actividad, pero también de algunos casos de especulación.
Desde las empresas del sector responsabilizan por lo sucedido a las restricciones sanitarias que tuvieron las fábricas durante la cuarentena, con un porcentaje de empleados que no pudieron reincorporarse, por ser parte de los grupos de riesgo o por casos de contagio que obligaron a cerrar áreas enteras.
“En octubre, principalmente y también durante parte de noviembre, se configuró un cuello de botella producto de una demanda creciente en el sector de la construcción, que comenzó a evidenciar una recuperación muy importante y no solo de las obras grandes sino también de las pequeñas”, expresó Español.
La funcionaria resaltó que, sin embargo, también esta situación es producto de que “en toda la cadena de producción, distribución y comercialización hay algunos pícaros que generan y acentúan esta situación de cuello de botella y restringen la oferta”.
Semanas atrás, el presidente Alberto Fernández había advertido que sería “inflexible” y que iba a “hacer caer todo el peso de la Ley de Abastecimiento contra quienes acopiaran de manera especulativa materiales para la construcción”.
El 20 de noviembre la Secretaría de Comercio Interior intimó a las empresas que producen, distribuyen y comercializan productos e insumos para la construcción a garantizar el abastecimiento y aumentar su producción de estos insumos. Lo hizo a través de la Resolución 605/2020 y requirió a los fabricantes “incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada”.
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