La Argentina quedó colocada en uno de los últimos puestos en un ranking internacional sobre cómo están preparados los países para enfrentar los desafíos económicos para competir y crecer.
El país se ubicó en el puesto 36to sobre 41 que relevó el Word Economic Forum (WEF) con un puntaje de 49 sobre 100, por encima de Turquía (45,2), México (46,9), Grecia (47,2) Hungría (48,1) y Polonia con 48,8. Del otro lado, primero quedaron Finlandia con 69,9, Suecia con 68,5, Dinamarca con 66,5, Holanda con 66,3 y China con 65,5. En tanto, Estados Unidos apareció en el puesto 17, Japón en el 19, España en el 25, Chile en el 29 y Brasil en el 31.
La Argentina quedó en uno de los últimos lugares en esta lista del Foro Económico Mundial destinada a medir los desafíos de los países para competir y crecer tras el COVID
Se trata de una edición especial del ranking de competitividad del WEF, que organiza el Foro de Davos; dada la situación de pandemia, no es la tabla habitual que se conoce en forma anual con un índice general, sino la medición de 11 factores que se toman en cuenta para evaluar la capacidad de transformación de las economías luego del COVID-19.
Estos factores son:
1. Garantizar que las instituciones públicas incorporen principios de gobernanza sólidos y una visión a largo plazo y generen confianza al servir a sus ciudadanos.
2. Actualizar la infraestructura para acelerar la transición energética y ampliar el acceso a la electricidad y las TIC.
3. Incorporar un sistema tributario más progresivo, repensando cómo se gravan las corporaciones, la riqueza y el trabajo, a nivel nacional y en un marco cooperativo internacional.
4. Actualizar los planes de estudios educativos y ampliar la inversión en las habilidades necesarias para los mercados del futuro relacionados con el conocimiento y las habilidades digitales.
5. Repensar las leyes laborales y la protección social para la nueva economía y las nuevas necesidades de la mano de obra.
6. Ampliar la infraestructura, el acceso y la innovación del cuidado de personas mayores, el cuidado de niños y la salud en beneficio de las personas y la economía.
7. Incrementar los incentivos para dirigir los recursos financieros hacia inversiones a largo plazo, fortalecer la estabilidad y expandir la inclusión.
8. Repensar los marcos de competencia y antimonopolio, necesarios en la denominada Cuarta Revolución Industrial, asegurando el acceso al mercado, tanto a nivel local como internacional.
9. Facilitar la creación de mercados modernos relacionados con las nuevas tecnologías, especialmente en áreas que requieren colaboración público-privada.
10. Incentivar y ampliar las inversiones de los pacientes en investigación, innovación e invención que puedan crear nuevos mercados modernos.
11. Incentivar a las empresas para que adopten la diversidad, la equidad y la inclusión para mejorar la creatividad.
El país ocupó el último lugar en dos rubros: “Aumentar los incentivos para dirigir recursos financieros para inversiones a largo plazo, fortalecer la estabilidad y ampliar la inclusión” y “Facilitar la creación de ‘Los mercados del mañana’, especialmente en áreas que requieren que los sectores público y privado colaboren”.
También quedó muy mal colocada en la cuestión de “Asegurar que las instituciones públicas integran un gobierno fuerte; construir un sistema de largo plazo y establecer la confianza en función de cumplir con las necesidades de sus ciudadanos”. En este sentido, sobre los 41 países relevados, solo superó a Rusia, México y Brasil; en la otra punta se ubican Finlandia, Suiza, Nueva Zelanda, Dinamarca y Holanda.
La Argentina tampoco apareció bien posicionada en la tabla del WEF referida a las tendencias internacionales de apertura de la economía, que, en términos globales, se restringió este año por la pandemia.
“Los países han restringió el acceso a las personas aún más durante la pandemia, y la prevalencia de las barreras no arancelarias. El indicador es uno de los aspectos que más declinó en las economías del G20 entre 2019 y 2020, junto con otros indicadores de apertura internacional (por ejemplo, normas sobre la IED, la colaboración con otras empresas)”.
“Aunque la mayoría de las prohibiciones de exportación de equipo sanitario han ya ha sido parcialmente eliminada y relacionada con la salud y las restricciones en el movimiento de las personas probablemente se levanten a medida que se resuelva la crisis sanitaria, existe el riesgo de que las políticas y mentalidades proteccionistas se mantendrán”, advirtió el informe difundido hoy.
“Más del 30% de los líderes empresariales en varias economías del G20 esperan que las cadenas de valor sean menos globalizadas que en la actualidad”. En esta lista, los líderes argentinos se ubicaron en el lugar más pesimista y creen que el país tendrá una visión menos favorable a la globalización que antes de la crisis.
En cuanto a “Repensar la competencia y medidas antimonopólicas necesarias en la Cuarta Revolución Industrial, asegurando acceso al mercado, tanto a nivel local como internacionalmente”, el país ocupó el lugar 38, superando apenas a Rusia, Eslovaquia y Grecia. En cambio, se ubican primeros Estados Unidos, Canadá, China, Finlandia y Suecia. Un resultado similar se observó en el caso de la “Actualización de la infraestructura para acelerar la transición de energía y ampliación del acceso a la electricidad y tecnología”.
La Argentina se encuentra en las posiciones más bajas respecto de los factores de transformación, compartiendo grupo con Eslovaquia, India y Polonia (Fracchia y Calveira)
Los profesores Eduardo Fracchia y Martin Calveira, de IAE Business School de la, Universidad Austral explicaron que “la Argentina se encuentra en las posiciones más bajas de puntaje respecto a los factores de transformación compartiendo grupo con Eslovaquia, India y Polonia. En todos los aspectos se encuentra por debajo de la media, lo cual brinda un panorama desalentador y cubierto de desafíos respecto a la economía del futuro”.
“Los desafíos que se desprenden del análisis del WEF para nuestro país en particular no son menores ya que se vinculan con características estructurales de las economías. El rol de la inversión principalmente en conocimiento y capacitación de los trabajadores en el marco de la evolución de los mercados hacia una mayor participación del conocimiento, información y servicios serán fundamentales”, indicaron.
Además, afirmaron que “en algunos factores nuestro país tiene la calificación más baja dentro de todos los países relevados tales como en incentivos para dirigir los recursos financieros hacia inversiones a largo plazo, fortalecer la estabilidad y expandir la inclusión y en facilitar la creación de mercados modernos relacionados con las nuevas tecnologías, especialmente en áreas que requieren colaboración público-privada. Mientras que, en otros casos vinculados a la competencia como los marcos de competencia y antimonopolio, necesarios en la Cuarta Revolución Industrial está muy lejos de la media”.
Dada las dificultades generadas por la pandemia, la mayoría de las actividades del WEF se realizaron en forma virtual este año y todavía no está definida su fecha en 2021. Sin embargo, más allá del formato elegido, los resultados siguen siendo categóricamente malos para la Argentina.
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