La canasta básica tuvo en noviembre un incremento de 3,7%, por encima del ritmo general de inflación. De esta manera, una familia integrada por dos padres y dos hijos necesitó contar con un ingreso mensual de $51.775 para no ser considerada pobre.
De acuerdo a los datos publicados hoy por el Indec, la Canasta Básica Total (CBT), que incluye el gasto alimentario, de indumentaria, salud, educación y transporte, entre otros, y que determina la línea de pobreza en la Argentina, acumuló en el último año un incremento de 37,7%, es decir, unos dos puntos porcentuales al Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Una familia integrada por dos padres y dos hijos necesitó contar con un ingreso mensual de $51.775 para no ser considerada pobre.
Como comparación, en noviembre de 2019 un hogar conformado por una pareja y dos hijos precisaba $37.596 para no caer bajo la línea de pobreza. El incremento de la canasta básica de noviembre es uno de los más pronunciados en lo que va del año. El punto más alto fue en octubre –mes en que hubo aumentos de precios de alimentos por el descongelamiento de Precios Máximos– con 5,7% de suba.
El organismo estadístico plantea otros escenarios de conformación del hogar. Para el caso de una familia con tres integrantes (una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años), la canasta básica tuvo un valor de $41.219. Por otra parte, un hogar con cinco integrantes (un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año) precisó $54.456 para cubrir ese costo.
Por otra parte, el Indec mide mensualmente la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que determina el umbral de la indigencia. En noviembre el incremento en el precio de ese conjunto de bienes fue de 4,2%, un punto por encima de la inflación de ese mes.
Pero en la medición interanual es aún más el encarecimiento de la canasta alimentaria en relación al ritmo general de precios es incluso más marcado. En los últimos doce meses, la CBA experimentó un aumento de 42,9%, siete puntos por encima del IPC anual que informó hoy el organismo estadístico.
De esta manera, una familia compuesta por dos padres y dos hijos necesitó contar con un ingreso mensual de $21.573 bajo la línea de indigencia. De la misma forma, un hogar con tres integrantes precisó $17.174 y uno con cinco, $22.690.
En los últimos doce meses, la canasta alimentaria experimentó un aumento de 42,9%, siete puntos por encima de la inflación anual.
Según informó el Indec en septiembre, por la crisis sanitaria y económica que provocó el coronavirus la pobreza aumentó hasta 40,9% hacia el primer semestre del año. Desde finales de 2019 el índice de pobreza tuvo un incremento de 5,5 puntos porcentuales. Por su parte, la indigencia, es decir, la población que no pudo cubrir la canasta alimentaria, alcanzó los dos dígitos y llegó a 10,5%.
Uno de los factores que explicaron el salto en la pobreza en los primeros seis meses del año fue la suba en la cantidad de personas inactivas que reflejó un informe de Indec sobre el mercado laboral. En ese reporte, el Gobierno reflejó que unos 2,5 millones de personas dejaron de percibir ingresos por sus empleos, la mayoría informales o cuentapropistas.
El Indec no solo detectó un incremento en la cantidad de pobres e indigentes sino también una mayor “profundidad” de la pobreza. En ese sentido, la “brecha” que mide el organismo estadístico entre el ingreso promedio de los hogares pobres y el umbral que determina la canasta básica total fue de 41,2%. Es decir, los hogares pobres vivieron en promedio con $25.579, mientras que la CBT fue de $43.785. El Gobierno dará a conocer las cifras de pobreza de 2020 en marzo próximo.
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