La empresa que se alzó como vencedora de “la guerra de las motos” que se peleó este año en los tribunales ya tomó el control de la marca Zanella, el trofeo que se disputaba, y se prepara para relanzarla con una inversión de casi $1.000 millones. Se trata de Corven, del Grupo Iraola, que proyecta quedarse con el 40% del siempre dinámico mercado de motos que por la pandemia y la reducción en el uso de transporte público promete mantenerse pujante durante el año que viene.
En agosto pasado Corven se quedó con Zanella, luego de un proceso judicial en el que tuvo como rival a La Emilia, la empresa propietaria de Motomel.
Tras 17 años de concurso de acreedores, la histórica marca argentina estaba a punto de pasar a manos de los Iraola como resultado de una oferta de compra presentada dentro del concurso.
El mercado de motos tiene todo para crecer 30% el año que viene
Pero La Emilia se sumó con una contraoferta por el doble del valor ofertado por su competidora, denunció “irregularidades” en la venta y pujó para hacerse con la empresa. El juez decidió aceptar la oferta inicial de Iraola de USD 1,9 millones mientras que La Emilia ofreció USD 3,6 millones, tras lo cual Motomel recusó al magistrado y se quejó de lo que entendió como una maniobra de un competidor para afectar la operación.
Finalmente, el juzgado destrabó la operación y en agosto se concretó el traspaso al Grupo Iraola, que además de Corven y Zanella produce las marcas Mondial, Kymco, Kawasaki, Bajaj y Arctic Cat, de cuatriciclos. Aseguran producir 13.000 rodados cada mes.
Ahora, la empresa se enfoca en el relanzamiento de la marca con una inversión ya concretada de $980 millones que sus directivos confían en que va a rendir de la mano del contexto de pandemia, consumo retrasado y la ayuda del Gobierno que impulsa la demanda con planes de financiación blancos como la línea “Mi moto” del Banco Nación.
Consumo retrasado, planes gubernamentales de financiamiento y la pandemia que desincentiva el uso del transporte público juegan a favor de las motos
Para hacerse cargo de Zanella, la empresa tuvo que hacerse cargo no sólo del pago de la operación sino de 480 indemnizaciones y 70 empleados que permanecieron, contó Leandro Iraola, presidente del Grupo Iraola. En total, la empresa sumó 370 empleados en los últimos tres meses que llevó a 660 puestos de trabajo los que sostiene en su negocio de motos. Sumando su negocio de autopartes la empresa llega a 1.030 empleados.
“Ya la inversión está hecha. Fue realizada con 12.000 metros cuadrados de capacidad de fábrica con la que empezamos la fabricación de modelos de la marca Kawasaki después de 30 años de no fabricarse en el país”, dijo Iraola a Infobae.
La producción se hace en dos fábricas, una ubicada en Caseros y la otra en Venado Tuerto. Una tercera fábrica de la empresa, en la provincia de Córdoba, está inactiva mientras que una cuarta de Mar del Plata fue desactivada permanentemente.
“Creemos que el mercado de motos tiene todo para crecer 30% el año que viene, por el piso bajo de este año -las ventas van a cerrar 10% por debajo de 2019-, la recuperación del salario y consumo retrasado de los últimos 3 años. Y también porque el transporte público está complicado en el contexto de la pandemia”, agregó.
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