La venta de dólares que efectúa el Banco Central en el mercado mayorista se volvió en los últimos seis meses en el principal y más efectivo instrumento para ponerle un límite al avance de la inflación, que se viene acelerando de cara al cierre del año, y también para dirigir el ritmo de la devaluación del peso y condicionar el ascenso del dólar por fuera del “cepo”.
Desde julio pasado, el BCRA acumula un saldo neto negativo de unos USD 4.952 millones por su participación en el mercado de cambios mayorista. Por supuesto, esta actividad afecta el nivel de activos del Central, pues las reservas retrocedieron unos USD 4.621 millones en ese lapso.
Un estudio de GMA Capital destaca que “desde agosto de 2019 la entidad monetaria comenzó a batallar contra la pérdida de reservas. La pandemia no hizo más que profundizar la demanda de moneda dura. Desde marzo al presente, las reservas brutas se comprimieron en USD 6.000 millones. Y si se analizan las de libre disponibilidad, esto es aún peor. El valor actual de USD 3.700 millones representa no más de un tercio del volumen previo a la pandemia”.
GMA Capital recalcó que “las intervenciones del Central para evitar un mayor deslizamiento cambiario no fueron gratuitas. Entre septiembre y octubre debió desprenderse de USD 2.500 millones para calmar la demanda, y en noviembre, a pesar del estricto cepo, se vendieron USD 300 millones. Actualmente, la estabilidad depende de grandes restricciones. El objetivo de recomponer la confianza es clave para asegurar la demanda por la moneda local y engrosar las compras de dólares comerciales”.
Desde marzo al presente, las reservas brutas se comprimieron en USD 6.000 millones
Desde julio pasado el BCRA absorbió con la venta de divisas unos $372.037 millones, más otros $126.500 millones por venta de dólares al Tesoro (básicamente para pagar deuda con organismos internacionales). Ambos conceptos implican la absorción de unos $500.000 millones de pesos desde julio.
Este medio billón de pesos aspirado por el BCRA -con el consiguiente sacrificio de reservas- neutralizó la emisión en el mismo lapso de unos $508.500 millones por Adelantos Transitorios (unos $96.500 millones netos desde julio) y Transferencia de Utilidades ($412.000 millones).
“El Banco Central mantiene las ya recurrentes intervenciones diarias que buscan corregir los desequilibrios de la oferta y la demanda regulada. De esta manera, va marcando el ritmo de devaluación del tipo de cambio mayorista”, apuntaron desde Portfolio Personal Inversiones. Agregaron que “la calma cambiaria fue protagonista en noviembre y se mantiene en los primeros días de diciembre, aunque con fuerte intervención oficial en el mercado de bonos”.
Los analistas de Portfolio Personal recordaron que “ayudó el viento de cola a los países emergentes, donde Brasil lo pudo aprovechar y empujó a Argentina a un buen mes para los mercados y mayor calma en las cotizaciones del dólar. Pero, si bien bajó el ritmo de las ventas de reservas, estas se mantienen aún en un mejor marco y es una señal de alerta para el BCRA que va perdiendo poder de fuego”.
Con la venta de divisas el BCRA absorbe pesos, regula la devaluación y resta liquidez a la demanda de dólares paralelos
Con la venta de dólares el BCRA logró absorber pesos sin emisión de deuda, pues la colocación de Leliq (Letras de Liquidez) y Pases pasivos implica pagar altas tasas de interés (38% y 36,5% anual, respectivamente), con un posterior efecto inflacionario.
Por este motivo, los agregados monetarios, que venían creciendo a una tasa del 100% anual, se estabilizaron desde mediados de 2020.
La Base Monetaria alcanzaba los $2.348.085 millones el 1 de diciembre, casi lo mismo que el nivel del 1 de julio pasado. Y el stock de Leliq y Pases sumaba el 3 de diciembre unos $2.534.092 millones, frente a $2.421.091 millones del cierre de junio.
Asimismo, la Circulación Monetaria (dinero en poder del público y cuentas a la vista), que es el principal componente de la Base Monetaria, exhibió un alza de 9% desde julio, de $1.575.181 millones el 30 de junio a $1.716.252 millones el 2 de diciembre.
Este indicador se destaca porque desde que se estableció un control de cambios rígido el 28 de octubre de 2019 (con cupo mensual de USD 200 para individuos) la Circulación Monetaria exhibió un crecimiento que fue seguido a un mismo ritmo por el alza de precios de los dólares por fuera del cepo.
El dinero en poder del público creció 85,8% en 13 meses, desde $923.534 millones del 25 de octubre de 2019 a 1.716.252 millones de pesos.
En ese período, el dólar libre escaló 93,4% (de $75,50 a $146 el jueves 10 de diciembre), mientras que el bursátil contado con liquidación subió 79,2% desde las elecciones presidenciales del año pasado, de $80,93 a 145,05 pesos.
Es decir que con la venta de divisas el BCRA consiguió absorber pesos que contribuyeron a moderar la inflación (aún en proceso alcista por la fuerte emisión del segundo trimestre), restaron inercia a los dólares paralelos (cuyos mercados se nutren del excedente de pesos).
La regulación del ascenso del tipo de cambio mayorista, que obedece a la intervención oficial, también define el recorrido de los precios -influye en el precio interno de productos e insumos importados- y de los dólares alternativos.
En este sentido, el dólar al público -con una carga tributaria del 65%-, en la zona de los $145, establece un piso de precios para los dólares en Bolsa y el dólar blue, que retrocedieron más de 20% desde los valores récord de fines de octubre.
Seguí leyendo: